Capítulo 19

447K 32.1K 7.2K
                                    

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

Lo miré unos segundos sin saber que realmente hacer, Dante me había dicho que era una pelea bastante importante para Caín y que no quería que nadie lo fastidiara antes ni durante, después quizá. Un tipo con un micrófono comenzó a llamar a los boxeadores, quizá era sólo mi imaginación y lo que el chico había derramado en la bebida no era nada peligroso. Antes de ponerme de pie para ver la pelea, vi a otro tipo llegar a donde el moreno a discutir con él, al parecer se dio cuenta que los estaba mirando pues me miraban de reojo, el tipo lo amenazaba y de un momento a otro tomó su brazo y lo sacó del lugar a tirones. Me removí inquieta y me dirigí hacia mi primo.

– ¿Todo bien? –Me preguntó.

– Si –Respondí sin mirarlo. Me apegue a su brazo y comencé a mirar el cuadrilátero para ver a Caín. Miré al chico con el cual iba a enfrentarse, su piel era muy oscura, estaba rapado al cero y sus músculos sobresalían de su cuerpo, tenía puesta una remera y un short, zapatillas y los guantes de boxeo, con o sin estos, Caín iba a derrotarlo. Mire a Caín unos minutos, estaba pálido, caminaba algo lento y se veía mal.

– Dante –Apreté su brazo, pero alguien me tomó del otro brazo jalándome hacia atrás. – ¡Dante! –Le grité y él volteó a mirarme enseguida, sus ojos se encontraron con el tipo que estaba jalándome hacia atrás, caí al suelo sentada y éste comenzó a arrastrarme, vi a Dante pasar sobre mí y empujar al tipo. Me puse de pie rápidamente sacudiéndome el trasero, mi primo estaba golpeando al tipo con el yeso de su brazo en la cara, todos estaban muy concentrados en la pelea para darse cuenta de que mi primo con otro tipo estaban peleando. – ¡Ya basta! –Le grité a mi primo jalando su chaqueta hacia atrás. Estaba dejando casi inconsciente al tipo que mirándolo bien era el mismo que había derramado líquido en la bebida de Caín. –Ya basta, Dante –Decía, pero era en vano. Otro sujeto se acercó y comenzó a empujar a mi primo hacia atrás, nuevamente alguien me jaló del codo tratando de hacerme caer. Dante se detuvo y comenzó a discutir con el otro tipo, volteé a mirar quien estaba fastidiándome, era un tipo que jamás había visto.

– ¡Deja de fastidiarme imbécil! –Hablé alterada.

– No le dirás a nadie lo que viste –Me señaló con su dedo índice. Lo ignoré mirando a mi primo quien seguía discutiendo, mire a mí alrededor hasta que vi a Ian. – ¡Ian! –Le grité y corrí hacia él, pero él sujeto me siguió tratando de sostenerme y taparme la boca, lo mordí un par de veces hasta que me zafe de él – ¡Ian! –Lo llamé y él escuchó, me vio peleando con el tipo, ya que me quería sacar del lugar. Ian se acercó a mí rápidamente empujando al sujeto hacia atrás.

– ¡Ya basta Josh! –Lo empujó tan fuerte que éste se llegó a caer al suelo, me puse detrás de Ian tratando de mirar la pelea, Caín estaba en el suelo y toda la gente parecía desconcertada.

– ¡Ian! –Le grité y él me miró. –Caín esta drogado, lo drogaron... yo los vi –Dije agitada. Ian miró hacia todos lados y luego llamó por teléfono, me jaló del brazo y corrió junto a mí hacia el tipo que dirigía la pelea.

– ¡Tyler, detén la puta pelea! –Le gritó Ian al chico que estaba sentado con el megáfono.

– ¿Qué pasa ojos claros? –Lo miró el chico que ahora sabía que se llamaba Tyler, el siempre dirigía cada pelea de la ciudad.

– Drogaron a Caín –Lo miró fijamente.

– Hijos de puta –Dijo Tyler encendiendo el megáfono. – ¡Basta! –La gente se quedó en silencio escuchándolo. Caín estaba en suelo, su boca, su nariz y su ceja estaban sangrando y sus ojos estaban semis cerrados. – ¡¿Me están jodiendo o qué?! ¡Conmigo ni una puta broma de estas! –La voz del chico realmente estaba enojada. – ¡Largo de aquí! ¡No quiero drogas aquí maldita sea! –Dijo enojado mientras caminaba al cuadrilátero. Encaró al oscuro empujándolo hacia atrás –Si no puedes pelear sin drogar a tu contrincante estás muerto, no sabes dónde mierda te has metido –El chico salió rápidamente del cuadrilátero y la gente comenzó a irse.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora