Capitulo 5. "Primeras Impresiones".

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—¡Carlos!  —Astrid vio a la mismísima Cruella De Vil acercándose a ella y a su hijo. La mujer miraba al animal con miedo y a la chica se una manera asesina. Se acercó a su hijo y lo tomó del brazo alejándolo de ella— Aléjate de esa cosa... Y de ella.

Astrid arqueó una ceja divertida mientras miraba a la mujer.

—Mamá... —dijo Carlos— Chico no va a hacer nada... Es amigable.

—Tal vez... —Cruella lo tomó por los hombros atrayendolo a ella— Pero no me fío de ella.

—Ella es... —dijo Carlos volviéndose a Astrid.

—¡Sé exactamente quien es! —dijo Cruella— Oh, es igual a su madre...

—Mamá... Ella es Astrid. —dijo Carlos.

Es mi novia, de hecho, pero ella no lo recuerda, nadie recuerda, y pero sigue siendo mi novia y no deberías tratarla así. Pensó Carlos.

—¿Cómo es posible que te parezcas tanto a ella? —preguntó la mujer.

—Es algo llamado genética —respondió Astrid con un tono ácido—. Yo pensé que en Auradon estudiaban aunque sea para saber algo tan básico como eso.

La madre de Carlos la fulminó con la mirada, cosa que a su hijo no le gustaba para nada

—Cruella —se escuchó la voz de Maléfica y todos la vieron acercarse junto a Jafar al grupo.

—Mamá... —dijo Mal junto a Ben.

—¡Bienvenidos a Auradon Prep! —dijo Maléfica— Soy Maléfica, la directora.

En ese momento Mal escuchó una risa por parte de Jay, eso le recordaba mucho al hada madrina y al día que llegaron a Auradon, la pelimorada miró a su amigo de manera fría y éste calló.

—Es un gusto tenerlos aquí. —continuó Maléfica.

—¿Usted es Maléfica? —preguntó Ben y la mujer asintió— ¿La hada más poderosa que ha existido?

—Así es —dijo la madre de Mal.

—Sí... Yo... Me preguntaba que habría sentido toda la gente de Auradon cuándo vio que desterraste a los villanos y diste un final feliz para todos  —dijo Ben—Ya sabes... Con tu cetro mágico... y una sonrisa... y ese cetro mágico.

Mal escuchó eso y rápidamente se vio con sus amigos, Evie, Jay y Carlos la miraron frunciendo el ceño, se parecía mucho a lo que ella había dicho al hada madrina. Los chicos se miraron extrañados y una idea rara pasó por la cabeza de Mal.

Pero algo en ella no quería creerlo.

—Ow... Que lindo de tu parte, Benjamin —dijo Maléfica.

—Oh, sólo Ben —dijo él.

—Y ya veo que han conocido a mi hija Mal. —la mujer se acercó a su hija y pasó una mano por su cabello morado.

El chico posó sus ojos en la pelimorada y sonrió.

—Sí... Ya lo hice.

Mal asintió y tragó la bilis que subía. La mirada de Ben empezó a hacerla temblar. Se extrañó dentro de si, eso nunca le había pasado con él. Pero en ese momento. Él la veía de una manera que nunca no había hecho, la inspeccionaba con la mirada y ella sólo apartó la mirada.

El Bien En Tu Interior [Descendientes/Carlos De Vil] LPDA #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora