Capítulo Cincuenta y Cuatro

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Jos pasó al lado de Nico chocando su hombro con este, lo que Nico solo sonrió a la acción que Jos acababa de hacer.

—Entrégaselo a David— Jos le casi aventó el regalo que traía en su mano, la bolsa azul fue a parar en el pecho de Nico, lo que el chico solo asintió lentamente sin borrar la sonrisa de su rostro—. Dile que espero y lo disfrute— le susurró y se colocó frente a mi dándole completamente la espalda a Nico. Lo que el chico castaño solo tuvo la opción de retirarse.

—¡Eres un idiota!—pase mi mano por mi cara suspirando y negando a la vez—. Sólo estábamos platicando.

—¿Idiota?—Jos sonrió y lamio sus labios.

Jos cerró por unos segundos sus ojos al abrirlos se inclino hacia mí y estampo sus labios con los míos. La barra de la cocina impedía que estuviéramos cara a cara y cuerpo a cuerpo a lo que creí que si me movía un poco y él hacía lo mismo quedaríamos en una posición mejor. Y acerté en eso pues al hacerlo Jos tuvo la facilidad de colocar su mano en mi cintura.

—Váyanse al carajo—escuché como Isaac gritaba desde la esquina y maldecía por lo bajo—. Iré a buscar a alguien con quien hacer lo mismo—Jos levantó su dedo del medio e Isaac sólo suspiró.

La música comenzó a escucharse aún más de lo alto que estaba, esto causaba que los vidrios de las ventanas retumbaran al compas del la música. Alguien se había encargado que Martin Garrix sonará en toda la casa y seguramente en todo el vecindario. Jos tomó mi mano y caminamos juntos al medio de la pista en donde Susan y Dav se encontraban además de muchas personas más.

Jos levantó ambas manos al igual que todos y dando algunos brincos murmuraba palabras sin sentido a lo que yo carcajeaba, segundos después le imite moviendo mis caderas y mi cabeza de un lado a otro.

Los movimientos entre los dos continuaban, pegábamos nuestros cuerpos y rozaba mi pierna con su regazo provocando que Jos se moviera aun más de lo que lo hacía.

Jos le arrebató dos cervezas a un chico que las sostenía entre sus manos mientras bailaba, Jos le susurro algunas palabras en el oído y el chico asintió con la cabeza. Me entregó una y él bebió de la suya para enseguida besarme la mejilla y colocar su mano en ella, su trayectoria siguió hasta mis labios en donde mordió mi labio inferior una y otra vez.

Seguidamente llevo ambas manos a mi cintura en donde continuo moviéndolas al ritmo y después hacer que saltara junto a él y a todas las demás personas. Mientras saltaban, las personas se empujaban contra otras causando que mi cuerpo quedara completamente pegado al cuerpo de Jos, este me miro y sonrió nuevamente besando mis labios.

Al mirar alrededor había varias personas haciendo lo mismo, besándose, y no dudo de que seguramente alguna pareja que este aquí este teniendo sexo pues las personas saltan y se amontonan cada vez que alguien pasa o se une a la pista de baile.

El sudor recorre cada cuerpo de los presentes, el calor que se producía cada vez era más y más a consecuencias de todas las personas de alrededor. Jos tiró su cabeza hacía atrás mientras cerraba los ojos moviéndose y sosteniendo mi cintura con su mano, suspiró y abrió paso para poder caminar, conforme avanzábamos me daba cuenta que nos dirigíamos a las escaleras, las cuales también estaban personas y parejas besándose.

Jos se agacho rejuntando una botella de vino que se encontraba a mitad de las escaleras, sin importar de quien era, bebió de ella y siguió subiendo entrando a la primera habitación que vio. La de David, mi hermano.

—Bonita habitación—al cerrar la puerta la música bajo de volumen, lo suficiente como para poder conversar sin levantar la voz más de lo normal, sólo para ser escuchados por la otra persona.

Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora