Enamorada de mi enemigo [Rubius y tú]

Capítulo 8

It's like they want me to be perfect ,when they don't even know that I'm hurting.

El tiempo pasó, las cosas cambiaron para bien o para mal la verdad no lo se, nada me importaba sabía que mi muerte se aproximaba. Auditore trabajaba para mi, tenía una nueva misión, una de verdad, una importante y era robar el banco de la ciudad.

Entrenamos a Auditore día tras día, los muchachos desconfiaron de ella yo también pero no tenía otra opción la necesitaba en el "equipo". Tuvimos un par de encuentros sexuales no lo puedo negar la muchacha es muy ardiente. Y si, siento cosas por ____ Auditore, pero lo nuestro nunca funcionaría nadie superará a Annie.

-Sabes, podría acostumbrarme a esto- dijo abrazandome con su desnudo cuerpo por la espalda. Los dos nos encontrábamos tumbados en la cama.

Oh no lo harás pensé adentro mío.

-Me parece bien- dije volteandome para verla de frente. Proseguí acomodándole un mechon de cabello y un beso en la frente.

-Vamos a dormir.

-Esta bien- dijo con una delicada sonrisa.

¿Qué estoy haciendo? Yo no hago esto. No mezclo trabajo con amor. ¿Amor? Tú no sientes amor Rubén, la única persona que fuiste capaz de amar fue asesinada por tu culpa pedazo de inútil, no fuiste capaz de cuidarla y ahora te acuestas con tu enemiga ¿Que mierda tengo en la cabeza? ____ Auditore no siente nada por ti estúpido.

Esos pensamientos iban y venían por mi cabeza toda la noche, recuerdos de Annie sus caricias, su sonrisa, su cuerpo, su calidez. Todo lo que amaba y me importaba había desaparecido.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y la impotencia lleno mi cuerpo, quería golpear y romper cosas pero más que nada, asesinar al que mato a mi prometida... Y yo tenía una idea de quien era...

Mi padre me llamó unas semanas antes de la misión, me pidió que lo visitará en su "oficina" lo cual me intrigó bastante pero lo hice.

-Sí, en unos días.
-No, no lo se.
-Haz tu trabajo Estella.
-Esta bien, lo siento... Katherine. Te esperaré aquí.
-Yo también.
-Adios.

Allí se encontraba mi padre, de espaldas, mirando por la ventana de su "oficina".

-¿Qué quieres? - dije con unas voz firme y fría. El volteó a verme.

-Oh hijo no sabía que estabas aquí.

-¿Qué quieres, para qué me necesitas?- insistí.

-Wow, que manera de tratar a tu padre después de todo este tiempo sin vernos.

-Me alejaste de tu vida infeliz.

-Bueno eso fue por una buena causa- dijo fumando un cigarrillo.

De pronto el altavoz del teléfono sonó.

-La señora Katherine ha venido a verlo.

-Gracias Silvia- dijo mi padre sin despegar la vista sobre mi.-Haz que pase- agregó.

Al verla entrar por la gran puerta de madera de mi padre su rostro me pareció familiar como si la conociera de algún lugar pero no sabía de donde.

-Es él- dijo mi padre.

-Se que es él, puedo reconocer mi sangre.

-¿Su sangre? ¿De que diablos están hablando?

-Umh quiero decir, la sangre de un asesino, ya sabes.

-Escuchame bien, si no me dices para que diablos me hiciste venir aquí me iré.

-Pues no es nada importante, puedes irte- dijo.

Me levante de la silla bruscamente, molesto. De pronto sentí un agudo dolor de cabeza, un leve mareo, mi visión estaba algo borrosa. Otra vez, sentía como todos mis sentidos estaban al máximo tal y como sentía hace años atrás.

-Que... ¡Que diablos me hiciste!.

-Escuchame bien niño, debes matar a ____ Auditore ¿Entiendes?

-Si.

-¿Lo harás?

-Si.

-¿Cuándo y dónde?

-Cuando tu órdenes.

Desperté tiempo después en el jardín de mi casa, recostado en el suelo viendo el cielo. No sabia que diablos había pasado y no lograba recordar nada.

-¿Dónde has estado?.

-No lo sé.

-Vale deja de joder tio que hay una misión que cumplir. Vamos

¿Katherine? Fue lo poco que recuerdo en las últimas horas, conocía ese nombre solo por el bar donde vi a Auditore aquella vez. Algo raro sucedía y debía saber que era, pero primero debía juntar todos los puntos.

Mi nueva meta: robar ese banco, matar a ____ Auditore.

Letra de la frase de inicio: Ellos quieren que sea perfecto, pero no saben que me estar hiriendo.