Capítulo 38

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Look into my eyes it's where my demons hide don't get too close it's dark inside, it's where my demons hide.

06:00 am / día del robo / asesinato de Rubius.

Me levante nerviosa, hoy era el frabulloso día, el día del robo. Use la ropa que Rubius compró para mi. Necesitaba parecer una chica "normal". Me maquille cosa que no hacia casi nunca lo cual odiaba.

Los tacones me mataban, el largo e incómodo abrigo de marca color rojo intenso me quedaba bien a decir verdad, me puse una peluca color rubio ceniza y con el maquillaje me hacia parecer una persona completamente diferente. Guarde mi navajas en el bolso Louis Vuitton que comparon para mi.

Me dirigí a la cocina por un vaso de agua cuando de pronto el infernal dolor de cabeza comenzó otra vez. Mi vista se nublo y pude sentir como el suelo daba vueltas, al igual que mi estómago provocandome arcadas. Un fuerte e irritante chillido opacó todo y sentí como algo corria por mi oreja, sangre, al igual que por mi nariz.

Mis piernas se debilitaron y posiblemente me desmayaria pero no fue así, me aferré fiermemente de la mesada de la cocina y mi visión volvió a ser normal, perfecta a decir verdad. Otra vez sentia mis cinco sentidos como nunca antes. Me mire al espejo más cercano y mis pupilas estaba completamente dilatas. Me limpié la sangre que recorria mis labios y mi cuello.

-Termina la misión nena- dije sin darme cuenta y con la miraja fija hacia el espejo.

Tomé las llaves de mi viejo auto y me dirigí hacia el banco alrededor de las 08:00 am. Tenia 10 minutos de viaje y debia esperar 40 minutos en Macondo Coffe. Al llegar a la cafetería me senté en la mesa con vista hacia el banco, observando cada paso, cada moviento que el banco hacia.

09:00 am.

La camioneta negra, polarizada, blindada y sin numeración de Rubius habia llegado.

-Que comienze el juego.

Cruze la calle hacia el banco. Dirigí mi mirada hacia la camioneta donde Rubius me observada desde adentro por el reprovisor. Asentí y el imitó mi gesto.

Se bajó de la camioneta colocandose sus gafas de sol. Vestia con un traje negro pegado a su torso, a decir verdad no le quedaba nada mal. Yo estaba llegando a la puerta cuando me tomó por el brazo y entrelazó sus dedos con los mios. Lo mire y le sonreí cínicamente. Pude obsevar por la puerta principal el reflejo de los muchachos quienes estaban disfrasados para que no reconocieran sus rostros. Traian consigo malestas negras, donde guardaban sus armas.

Otro auto llegó Willy, Luzu y Vegetta se encontraban en él. Ellos se encargarían de sistema operativo teconológico que manejaba al banco, en pocas palabras, romperian con la seguridad del banco.

-¿Lista?.

-Lista.

-Hagamoslo.

Llegamos desapercividos a una de las cajas, las cajas donde contenian el dinero más importante, las cuentas en el exterior y las joyas de los ricachones.

-Si, ¿Qué necesita?- preguntó un gordo con bigote gris detrás del mostrador.

-Hola, quisiera sacar mi dinero de una de las cuentas de Suiza.

-Su identificación por favor.

-Claro- Le entregué mi identificación falsa. Nos dirigimos hacia las bovedas del banco. En la planta baja.

-Ahora- dijo Rubius a un micrófono comunicandoles a todos sus posiciones.

Willy, Luzu y Vegetta cortaron el funcionamiento de las camaras, las cajas de seguridad se abrieron y los cajeros se desconfiguraron.

-¡QUE NADIE SE MUEVA ESTOY ES UN ASALTO!- Grito Mangel a nuestras espaldas. Los ruidos de los disparos hacia el techo aturdian nuestros oidos al igual que los gritos desesperados de las personas.

-¡Oh Dios mio! ¿Qué es eso?- dijo el gordo tratando de huir.

-No te muevas o te corto la garganta- dije clavandole inmediatamente mi navaja.

-Bien, ahora saca todo el dinero de la jodida bóveda- agregó Rubius impulsandolo y así lo hizo.

La policia demoraria 20 minutos en llegar tiempo suficiente para sacar el dinero, las joyas, números de cuentas y papeles de tierras o casas.

41960 era el código que admitia pasar a la bóveda principal. Rubius sacó una gran bolsa negra donde guardó mucha, muchisima cantidad de dinero.

-Dame la otra bolsa- dijo cuando lleno hasta el tope la primera.

-Ten- dije alcanzandole la bolsa negra.
Yo mientras tranto tenia acorralado con la navaja en el cuello al gordo maricón para que no hiciera alguna estupides.

-Llevense todo pero por favor no me maten.

-Tranquilo mariquita no lo haré.

-Rubius 15 minutos- agregé al verlo colocar el dinero después de ver mi reloj.

-Vale.

Traducción de la frase de inicio:Mira dentro de mis ojos, es donde se esconden mis demonios, no te acerques tanto, dentro está oscuro, es donde se esconden mis demonios.

Enamorada de mi enemigo [Rubius y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora