Capitulo 7: Explicaciones

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Seguí al militar al trote, y vi cómo levantaba su escopeta, para eliminar a la primer cosa que se nos acercaba corriendo con la boca bañada en sangre junto su cuerpo.

Más disparos del cañón de gran calibre, se intensificaban minuto a minuto, segundo a segundo, pero no podían parar la gran oleada que se abalanzaba sobre los Humvess que había en la calle, semis destruidos. Para ponerle sabor a las cosas, Bessopianeto corrió hacia la barricada para sumarse a los otros uniformados que perforaban fulminantes cómo si fuesen sus últimos días.

Pensar que a lo que iba a dispararles eran personas hacia que se me revuelva el estómago.

Empuje con mi dedo el gatillo, el retroceso del arma hacia que mis hombros temblaran ya que no estaba totalmente acostumbrado al empujón que te da ese tipo de invenciones humanas, el sonido era ensordecedor pero me hice memoria en Samanta que había quedado cubriéndose detrás de un auto a lo lejos.

-Dile a la chica que venga, ya casi los tenemos. Dijo el experto de uniforme

Mire hacia atrás y le hice una seña para que avance, ella obedeció corriendo en zigzag entre los autos. El reflejo me dejo ciego por unos minutos, no tenía ni idea de dónde vino pero el impacto me dio en el hombro, todo mi peso, muerto, cayó contra el piso.

Volví a la realidad, mi respiración me pesaba y sentía una presión sobre mi pecho, que me hacía sentir cómo la muerte me acariciaba la cara.

-¡¡CIVIL HERIDO, ABRÁN PASO!! . La voz que gritaba se hacía más notoria junto a las luces que mis débiles ojos podían captar, nuevamente la oí, mucho más calmada –Herida de bala en el hombro izquierdo, lo traspasó de lado a lado, ¿hay un quirófano montado? Necesitamos ver el estado del impacto.

-Sí, hay uno libre en el ala oeste del edificio, quirófano cuatro, esterilizado y listo para usar. Una voz femenina se unió a mi parámetro auditivo. –Prepárenlo que estaré ahí en unos minutos.

-Sí Doctora.

La fémina se retiró y solo podía oír cómo la camilla se movía y todo el alboroto que había en el lugar donde ahora estaba a punto de ser revisado por una herida de bala, que me había destrozado el hombro. Muchas de mis dudas ya se habían respondido solas, pero otra que no se podía responder con facilidad era ¿Dónde estaba Samanta? Me quedé quieto ya que no quería sacar de quicio a nadie, dejé que llegáramos al quirófano para ver cuáles eran los próximos pasos de los especialistas.

-¿Llegó mordido? Mis oídos escucharon una voz un tanto ronca, cómo de una persona algo mayor.

-No, herida de bala en el hombro izquierdo entró y salió, el reporte dice que él y una pelirroja sobrevivieron, tres bajas militares, tres bastardos menos.

¿Bastardos? Otras dudas rebotan en mi cabeza, la principal ¿Dónde carajos estoy metido?. Por lo menos sé que ella está bien, pero ¿Con quién?

-Bien, hay que dormirlo, representa una amenaza si despierta mientras lo estamos revisando, hay que mirar si no está infectada la herida, estuvo más de cinco horas fuera tendido en el suelo en contacto con el mismo ¿La pelirroja se resistió a venir aquí? – Preguntó el que parecía ser el único de los cirujanos que hablaba

-No, le contamos quienes somos, y quienes son los verdaderos enemigos, está con nosotros.

-En cuanto el paciente esté mejor, puede venir a verlo, tenemos que rezar que está con vida. Concluyó el cirujano

-Se lo comunicaré – Una radio sonó y el camillero salió despedido del quirófano, luego, el fundido negro se apoderó de mí.

La primera imagen que tuve al despertar fue de Samanta media dormida en la silla que estaba junto a mi cama, lo segundo que pude apreciar fue que estaba conectado a varios tubos que no tenía la menor idea que función cumplían.

-No siento el brazo. Mi voz estaba muy cansada, aun sentía esa presión en mí pecho que hacía más difícil la respiración y mucho más el habla.

-¡¡Sebastian!! ¡¡Doctor!!.

Pisadas fuertes se hicieron notar hacía la habitación donde estábamos Samanta y yo. Un tipo de grandes contexturas, con bata, se apersonó en el lugar, tomó aire y habló.

-¿Despertaste bello durmiente? Era hora de que lo hagas, seguro, por tu cara, te estás preguntando demasiadas cosas y ya se cuáles son. Bienvenido al campamento del G.S.R- Dijo pronunciando despacio cada una de las letras de las siglas- Grupo superviviente rescatista, eso significa. En estos momentos estamos en el hospital del centro, lo tomamos y montamos nuestro campamento, dentro y fuera, tenemos especialistas tanto en salud como en combate. ¿Qué fue lo que pasó? No tenemos muy en claro de cómo se fugó el primer caso de las instalaciones de la OMS que queda en las afueras de la zona urbana de Nevada, pero si sabemos que es.-Hizo una pausa, tomó aire, y continuó con el monologo- Es cómo el ViH, no presenta síntomas claros pasado un tiempo largo pero debilita a las defensas y deja que cualquier mínimo resfrío cause la muerte, solo que este virus reanima todos los nervios pasado un lapso de treinta minutos, así mismo devolviendo a la vida al sujeto infectado.

Por lo menos ahora sabía que es lo que pasa, el tipo gordo de bata era el mismo de la voz ronca quién al parecer tiene un cargo importante. Una nueva duda me surgió dentro de mi cabeza "¿Cómo montaron tan rápido un campamento sin tan solo pasaron dos días desde que reventó el virus?" era prácticamente imposible que se hayan instalado tan rápido.

Escuché cómo se aclaró la voz, una enfermera se acercó y me abrió una vía, me puso suero y salió del cuatro por cuatro que era la sala.

-Por suerte cuando llegaste tú herida no estaba infectada, lamentamos que nuestros francotiradores te hayan disparado, me informaron que al verte con una pistola te tomaron cómo posible amenaza, dieron cese al fuego cuando vieron que eras un civil, logramos reconstruir gran parte de tu hombro y según nuestros análisis se regeneró bien el tejido corporal destruido. ¿Tienes alguna duda más?

-¿Hace cuánto que estoy acá?

-Un año, estuviste en coma un año. –Agregó Samanta con los ojos vidriosos

El silencio reinó en la habitación, ¿Un año? ¿Qué demonios pasó en todo este tiempo?

-Traeré una silla de ruedas, así damos una visita guiada por lo que ahora es tu nuevo hogar, bienvenido a casa Sebastian.

El doctor se fue lento por la puerta que daba a lo que era el pasillo, ella no hablaba y solo se proponía mirarme.


El tipo de traje.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt