32 'Confesiones'

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Ha pasado toda una semana desde que estoy en Asgard, consciente claro. Desde el ataque de Loki ya son tres semanas, lo que equivale a que el escudo en mi cabeza está por caducar.

Niall ha decidido que regresaremos a Midgard lo antes posible, según él es más seguro tratar esto con S.H.I.E.L.D  mientras tenga total albedrio de mis actos. No está seguro de si Loki volverá ahora que ha sido descubierto, pero no quiere exponerme.

De pie junto al balcón de la habitación, observo el movimiento ajetreado pero lleno de paz que cubre la inmensidad de Asgard. Tengo una sensación de nervios con una mezcla de miedo y asco, creciendo en mí estomago. Joder, no había contemplado la idea de enfrentar a todos los chicos, y sí con eso también me refiero a Fury.

Siento nauseas. Un fuerte dolor de cabeza me hace perder el equilibrio. Caigo sobre mi espalda, me toma unos segundos levantarme, debo apoyarme del barandal para no irme sobre mis bruces otra vez. No le prestó atención a este inconveniente, si que he estado bajo estrés por mucho tiempo y todo esto me tiene alterada, incluso algo hipocondríaca.

Cierro los ojos tratando de buscar calma. Respiro profundo un par de veces y el malestar parece que se ha ido.

Camino hacia la cama, me siento sobre ella y dejo que mi cabeza caiga hacia atrás. Tengo un par de dudas respecto al poder de la gema mente, me corroe el miedo interno de saber que fue todo lo que paso. Creo saber quién puede ayudarme con esto, no hay nadie más que él... Niall

No pasan más de cinco minutos en los que mi cabeza se hunde en dudas y más dudas, cuando Niall entra por la puerta principal. Levanto mi cuerpo para poder verlo, luce tan apuesto como siempre, radiante, si puedo decirlo. 

Lleva puesto su traje Asgardiano, poso mi mirada en su capa. Observo los broches con la inicial de su nombre, esos que están en cada uno de sus hombros y que evitan que la tela de satín rojo caiga al suelo.

Camina con paso lento hasta llegar a mi lado, se sienta en el borde de la cama y suspira de manera pesada.

— ¿Qué ocurre? —cuestiono.

—Me encantaría saber en qué piensas —comenta lento.

—No te dejare pisar un milímetro de mi mente, niño —suelto con tono inquisidor.

—Eres muy cruel —se gira un poco para poder verme.

—Lo sé —Niall enarca una ceja yo rio —. Bien, para que veas que no soy tan mala, te diré justo en lo que pensaba hace cinco minutos. ¿Trato?

— ¿Qué tengo que dar a cambio?

—Un par de respuestas —sonrió y finjo una expresión de pequeña niña. Niall asiente, sabe que de alguna u otra forma le sacare la información que necesito —Bien. Hace cinco minutos pensaba justamente en hacerte unas preguntas —digo, contengo una risa. Él frunce el ceño, seguramente confundido.

— ¡Hey! Eso no cuenta.

—Un trato, es un trato —enarco una ceja —. Justamente pensaba en eso.

—Elizabeth —Reclama. Muerdo mi labio y le dedico un guiño.

—Es tu turno. Necesito saber sobre —aparto la mirada. Me cuesta decírselo. Aún sabiendo que se portara como siempre conmigo, dulce —... la gema mente

Parece que mi petición le ha sacado de balance. Parpadea rápidamente, toma una par de inspiraciones y abre su boca: — ¿Qué quieres saber? —opina rápidamente.

— ¿Todo lo que vi fue, real? —murmuro refiriéndome a algo en especial. Ami y Louis.

—No —bufa rápidamente —. Nada de lo que viste fue real. Es fácil atar los cabos sueltos y construir la historia —rasca su nuca y responde —Sé que para ti es confuso, pero él jugo contigo de formas inimaginables.

Estix #2 |Niall Horan.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora