Estix #2 |Niall Horan.

17 'Expedientes'

Sostengo la carpeta dubitativa entre mis manos, una parte de mi espera que por esa puerta entre alguien y me detenga, pero no sucede. El pequeño documento da vueltas y vueltas en mis dedos ¿Qué sería lo peor con lo que podría encontrarme? Con un encabezado que dijera, Torpe e inútil, remarcando la palabra inútil.

Abro el archivo, no hay mucho que leer, una foto mía unida a las hojas por medio de un clip, una foto no muy agraciada para ser honesta, datos personales, mi cumpleaños, mi edad, mi nombre completo, mi tipo de sangre, dice mortal, sin ninguna especialidad, y eso me duele, después pone las veces que he ido a Asgard, tan sólo tres, completa colocando que estoy en constante peligro, etcétera, etcétera.

Paso la hoja, datos de mi familia. Madre; Desconocida Padre; James B, Barnes

Mi ceño se frunce, mis manos tiemblan y siento que el piso bajo mis pies se mueve, trato de respirar pero algo se atasca en mi garganta y me lo impide. La puerta del lugar se abre, debo buscar la compostura que no tengo, abandono la carpeta dejándola caer justo donde estaba, ¿Quién demonios es James B, Barnes? ¿Madre desconocida? Joder, pero si mi madre es Isabella.

-Hamilton, ¿Qué hace usted aquí?

-Ya sabe, turisteando -digo y trato que mi voz no falle.

-Lleva aquí un gran tiempo como para seguir "turisteando" -hace comillas en aire - ¿Qué busca? O es más ¿Cómo entro aquí?

-Es a mí parecer una nueva regla, dejar las puertas abiertas en caso de que Elizabeth... Hamilton... lo requiera -él enarca una ceja.

-Es pésima mintiendo.

-Lo sé, me lo han recalcado durante toda mi vida.

-Bueno, debería hacer algo al respecto.

-Eso creo -digo en voz baja mientras rasco mi nuca, fingiendo que estoy tranquila, aunque realmente este hecha un manojo de nervios -Bueno, yo debería irme.

-Primero, ¿A qué venía Hamilton?

-A nada en especial, quería saber cómo estaba mi creación, eso es todo -asiento, él no confía en lo que acabo de decirle, y no se me ocurre algo más que hacer que salir de su oficina a todo lo que da y correr a la sala de ordenadores, que estaba disponible incluso para jugar al Galaga, cosa que a mi parecer no es nada fácil, pero cuando se trata de Tony Stark, es pan comido.

Tecleo el nombre de James B, Barnes, pero no aparece nada, continuo con mi búsqueda en bases de datos, pero no doy con ningún resultado. Trato de entrar en la base privada de S.H.I.EL.D pero no consigo lograrlo, bufo frustrada, miro la hora, son las 15:45 hrs, mi estomago ruge, suspiro pesadamente, me levanto no sin antes eliminar el historial de búsqueda y camino hacia el comedor, esperando encontrar algo comestible.

- ¿Nada? -Pregunto frustrada - ¿Enserio no queda nada? -la malhumorada cocinera niega por quinta vez y me da la espalda.

En este lugar moriré de hambre no sólo porque todo es casi incomible, sino porque olvido la hora del almuerzo constantemente.

Camino arrastrando los pies, mis manos no han dejado de temblar, clavo mis dedos en las palmas, el escozor que me proporcionan mis uñas clavándose sobre la tierna piel, me reconforta. Choco con un pecho duro, levanto la mirada, su barba oscura y sus ojos cafés me hacen sonreír.

-Tony -me separo de su cuerpo y beso su mejilla.

-Lizzy, ¿Cómo estás? -pregunta y me encojo de hombros. Recuerdo que este hombre no solo es Iron man.

-No sólo eres Iron man -musito.

-Lo sé, también soy un genio millonario, playboy...

-Filántropo -completo, he escuchado eso demasiadas veces para no saberlo de memoria -Señor genio, creo que podría ayudarme en algo.