Capítulo 1: El comienzo

5.8K 220 40
                                    

Esto ha comenzado y el apocalipsis ha llegado

Narra Ellie

Desperté gracias a los rayos de sol que se asomaban por la ventana, hacía tanto calor que mi primera acción fue retirarme las cobijas blancas que se posaban sobre mí arriba a la altura de mi abdomen.

-¿Do..dónde estoy?-dije mientras llevaba mi mano derecha hacia mi cabeza gracias al dolor punzante que sentía.

-Oh! Despertaste-respondió una voz dulce que mostraba gentileza, con un toque de alegría en su voz que hacía sentirme segura y sin miedo a pesar de que no sabía dónde me encontraba.

-¿Quién es usted? Y.. ¿Qué hago aquí?-miraba a los al rededores de la habitación y la pequeña aguja que tenía en mi brazo derecho iba hacia un suero, al notar aquello supe que estaba en un hospital.- Lo siento, mejor podría responderme ¿cómo llegué aquí?- pregunté mientras tomaba asiento en la propia cama de lo que parecía ser un hospital.

-Iré sin rodeos. Tus padres sufrieron un accidente y tú estabas en la parte trasera del carro y ellos perdieron el control en la carretera de camino a Atlanta. Ellos ahora están en otro cuarto de este hospital, así como tú. Cuando ellos despierten te avisaré para que puedas ir a verlos, tranquila, se encuentran bien, no fue nada serio.- en ese momento tenía la vista perdida en la nada mientras intentaba procesar aquella información. Ah, ya recuerdo, íbamos camino a casa después de un fin de semana con mi abuela paterna, en eso mi padre iba platicando con mi madre, vieron a alguien parado en medio de la carretera sin intenciones de moverse y mi padre al intentar esquivarlo se estampó con un árbol, después de eso no recuerdo nada.- espera aquí mientras te recuperas y recuperas energía para ver a tus padres- dijo por último la enfermera que estaba a cargo de mí por último y después se retiró de la habitación.

Pasé el resto del día hundida en mis pensamientos, ¿Cómo estarían mis padres?, ¿Ellos también ya estarían despiertos?, ¿Por qué no ha vuelto la enfermera?, entre tantas preguntas que venían a mi cabeza, que aún dolía pero muy poco, me dispuse a dormir para que así el día acabara más rápido y llegara el siguiente para ver a mis padres.

Dormía tranquilamente hundida en mis sueños, se sentía que aún era de madrugada aproximadamente ya que aún recorría el frío por la habitación y los rayos del sol aún no se asomaban por aquella ventana pero amenazaba con hacerlo. Los ruidos de unos disparos interrumpieron el silencio que invadía en la habitación, desperté de golpe dando un pequeño brinco y parándome de inmediato. Me dispuse a salir de la habitación pero en medio del camino estaba la enfermera sentada en el piso con lágrimas en sus ojos y asustada, en lugar de salir me dirigí hacia ella- ¿¡Qué pasa!?- pregunté yo exaltada tomándola de la mano para que me dirigiera la mirada, me ve y sujeta mi brazo con fuerza.

-¡No salgas, lo que hay afuera es horrible!- respondió en un susurro fuerte, tratando de no hacer tanto ruido pero lo suficientemente fuerte para que la escuchara, en su voz mostraba terror, estaba asustada y temblando en frío piso de la habitación. 

-Pero.. y mis padres?- pensar en ellos me producía un dolor en mi pecho, una tristeza y preocupación, tantos sentimientos negativos por la euforia del momento.

-¡Que NO SALGAS!- dijo por último la enfermera más desesperada, esperando que no abriera la puerta que daba salida y entrada hacia la habitación.

Tomé asiento un lado de ella, sujetando su mano, con miedo. Nos quedamos en silencio sentadas en el piso, esperando a que todo terminara y no se escuchara sonido alguno para poder salir de la habitación. Debieron pasar dos horas aproximadamente hasta no escuchar un solo ruido, me paré y me dirigí hacia mi ropa que se encontraba en una bolsa a lado de la cama que estuve usando hace unas horas; me adentré al baño para cambiarme, me puse una blusa color negra de manga larga y un pantalón de mezclilla azul marino oscuro y unos tenis negros, algo muy básico pero ligero por si había que correr o algo parecido. Salí de la habitación y la enfermera seguía en la misma posición viendo a la nada, perdida en sus pensamientos

-Deberíamos salir de aquí- dije mientras me acercaba a ella para ayudarla a levantarse, fijó su vista en mí y asintió.- Podrías guiarme al cuarto de mis padres?- ella solo volvió a asentir sin decir una sola palabra.

Salimos de la habitación y quedamos paralizadas ante lo que veíamos, sangre en las paredes, la luz parpadeando, uno que otro cuerpo tirado en el piso, como reflejo tomé con fuerza el brazo de la enferma y ella correspondió- tranquila, busquemos a tus padres y salgamos de aquí- me dijo en un susurro mientras se ponía por delante de mí para que la siguiera. Llegamos a una habitación donde se suponía que estaba mi padre según la enfermera, me dispuse a abrir la puerta y cuando me asomé veía a alguien lleno de sangre arrancando cada parte del cuerpo de mi padre; en un impulso cerré la puerta sin emitir un sonido, con tanto miedo, caí en el piso mientras lloraba en silencio, la enfermera entendió la situación y me levantó del frío piso- No hay tiempo para lamentarse ahora, lo lamento mucho pero ahora busquemos a tu madre- dijo mientras me tomó de la mano y nos dirigíamos a otra habitación. Seguía paralizada por lo que había visto, se sentía como una terrible pesadilla. Llegamos a la otra habitación pero esta vez la enfermera entró primero- Pequeña..- su voz era temblorosa y yo entré detrás de ella.

-¡MADRE!- me abalancé hacia ella, estaba sentada en el piso, sus manos se dirigían hacia su abdomen y había mucha sangre de por medio.- Madre, qué pasó? Por qué sangras tanto..?- mi voz comenzaba a quebrarse y las lagrima amenazaban con salir.

-Hija.. no tengo mucho tiempo, antes que cualquier cosa quiero que sepas que tu padre y yo te amamos desde el primer día que te tuvimos en nuestros brazos, fuiste lo mejor que nos pudo haber pasado en nuestras vidas- iba a decir algo pero las palabras no salían de mí- Mi niña..ahora en adelante tendrás que salir adelante tú sola, la situación es extraña pero sé que podrás enfrentarlo. Eres fuerte pero antes quiero confesarte algo- mi madre miró a la enfermera indicando que si podía dejarnos a solas, la enfermera salió de la habitación dejándonos a solas a mi madre y a mí.- Tengo que confesarte algo, mereces saber la verdad, cuando me casé con tu padre descubrimos que yo no podía tener hijos, estábamos tan deseosos de una familia que decidimos adoptar. La encargada nos dio a una bellísima niña, no nos dio datos sobre tus padres biológicos ya que no conocían sobre su paradero. Mi niña, quiero que sepas que te amamos desde el instante en que te vimos, no te dijimos esto antes porque teníamos miedo de que quisieras buscar a tus padres biológicos. Perdóname por contarte esto cuando estoy muriendo, perdón por no poder seguir contigo en tu camino, por favor cuídate y recuerda que tuviste unos padres que te amaban con todo su ser.- Su voz era débil, cada vez menos audible, tenía la respiración agitada y cada vez se hacía más pesada, su rostro estaba lleno de lágrimas y sus ojos hinchados, antes de que pudiera decir algo sus ojos se cerraron por completo y su respiración ya no era audible.

-Madre... aunque no seas mi madre biológica, siempre serás mi querida madre, te amo- comencé a llorar frente a su cuerpo, la enfermera entró rápidamente y me sacó del cuarto lo más rápido posible.

-Luego te explico toda la situación pero por ahora tenemos que salir de aquí lo más rápido que podamos.- íbamos a paso veloz buscando una salida. Me detuve frente a una habitación donde había un hombre con una bata blanca acostado en la camilla- Enfermera, deberíamos ayudar a ese hombre.- dije mientras jalaba su brazo para que volteara hacia la habitación.- No, no tenemos tiempo para ayudar a otros, lo lamento pero debemos irnos ya y no podemos arriesgarnos de si tiene vida o no.- respondió y volvió a tomar mi brazo para seguir nuestro camino. Quizá tenía razón, teníamos que preocuparnos por nosotras mismas, encontramos la salida y salimos del hospital.

La Hermana  De Enid (Chandler Riggs Y Tu) (TWD)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن