CAPITULO 11. En Alas de la Muerte

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Este capi se lo dedico a todos los que ha esperando tanto, espero lo disfrute...

ademas queria que se pasaran por el Facebook / Durmiendo con la Muerte y vieran  el booktrailer de la primera parte de esta historia y me dieran su opinion 

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Al terminarme de cambiar sentí el poder que encerraba la armadura al conectarse a cada fibra de mi ser, sin duda y contrario a todo lo que estudié sentí la magia con la que fue construida, Irene me observaba de forma maternal, las lágrimas aun brillaban en sus hermosos ojos que ahora mostraban un brillo de esperanza, me giré para encarar Damián quien ahora se mostraba ante mi como un guerrero, su piel bronceada combinaba perfectamente con el cuero negro y el plateado añejado del metal torneado, sus ojos aun mostraban ese brillo extraño que aun no lograba  identificar, un brillo que podía traducir de mil maneras y de ninguna a la vez en especial  cuando su apariencia era tan letal, lo que me hacia preguntarme por mi propia apariencia.

-          Tú te vez igual – me susurro mi abuela, respondiendo a una pregunta no formulada

Sin querer busque un espejo con la mirada, Irene al notarlo me guió hasta uno que se encontraba oculto detrás de algunas mallas de metal, el cuarzo pulido enmarcado por madera pulida.

Desde que me secuestraron no había visto mi reflejo y quede impactada al encontrarlo frente a mí, una guerrera me devolvía la mirada con atención desde el otro lado del cristal, era impresionante la cantidad de cambios que había sufrido incluso después de las sesiones de torturas que infringieron los magos en mi contra, cualquiera diría que mi aspecto sería demacrado y golpeado pero en cambio mi piel se mostraba más cremosa y satinada, mis ojos habían cambiado su color a un violeta encendido, mi cabello parecía incluso más negro y largo, mis facciones perfectas daba la sensación de estar viendo una muñeca de porcelana.

Me costaba creer que una persona sufriera tantos cambios en tan poco tiempo, acaricié mi rostro con mis dedos y me detuve en mis labios ahora color granada, un pequeño revoloteo llamo mi atención hacia mi espalda, hasta ahora no pensé que algo me impresionaría mas pero el ver las traslucidas alas  negras como la noche y sus delicados ribetes plateados mi boca se abrió por la sorpresa, podía verlas y sentirlas como una parte más de mi cuerpo pero se mantenían flotando a una distancia de dos pulgadas de mi cuerpo.

Cuando iba a preguntar por este hecho un intenso dolor en la sien me atravesó sin previo aviso, sentí como la sangre se agolpaba en mi cabeza y mi vista se tornaba borrosa.

-          No, no, no – pensé desesperada por el dolor – otra vez no

Caí de rodillas tomando mi cabeza entre las manos en un esfuerzo de controlar el flujo de dolor e imágenes de hadas torturadas, mi interior temblaba con cada ráfaga, podía sentir como las fuertes manos de Damián me tomaban por la cintura y las delicadas de Irene me masajeaba la nuca, sabía que lo hacían con buena intención pero era imposible no sufrir cada golpe infringido a mi pueblo, las imágenes de una batalla se infiltraron en la línea de las torturas, era como si estuviera en la cabeza de alguien más y este alguien estuviera viendo las torturas y la batalla a la misma vez, la imágenes se mezclaban dando un tono distando al dolor que me atravesaba.

Trate de concentrarme en la batalla ya que era la que menos me afectaba, observe a los guerrero y demonios que luchaban con fiereza, alguno de ellos me parecían vagamente familiares, demonios luchaban contra demonios pero también muchos que parecían humanos pero luchaban de forma inhumana, la que más llamó mi atención fue una chica de piel morena y ojos esmeraldas, su cuerpo se separaba de su alma para luchar en dos lugares distintos  y luego se volvía a unir para asestar un golpe final a una de sus diabólicas victimas, podía sentir su presencia y su espíritu, una sonrisa burlona bailaba en sus labios haciendo que la reconociera de inmediato.

EN LAS ALAS DE LA MUERTE, Libro 2Where stories live. Discover now