Capítulo 9. Cordura.

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Pov. Eddward
Había intentado repasar cada hecho en mi cabeza, pero para mi mala suerte no le encontraba sentido lógico a lo que acabo de hacer. 
Había perdido la cordura.
Fue algo impulsivo, fue algo estúpido, fue... fue un error.
Ya pasaban más de la una de la mañana y yo aún era incapaz de conciliar el sueño, mi cabeza que me dolía demasiado, sabía que no era por falta de sueño, era por algo más, es decir, por alguien más.
Punzadas en la cabeza de dolor me impedían pensar con claridad, estaba harto, furioso de hecho. Tenía muy en claro que había dejado de ser yo mismo y eso no podía pasar.
Lo había besado, yo... Lo había besado... Lo hice y me gustó y no quería que me gustara, no quería que él me gustara. Tenía que hacer algo para impedirlo, tenía que impedir que me guste.
Tome el celular, aún dudando lo que iba a hacer, no sabía si era la decisión correcta, pero tenía que hacer algo, aún si lastimaba a Kevin, aún si sabía que al final yo también saldría herido. No me dio importancia, y aún así tome el celular y llame a una de mis tantas putas.
Ella llegó en menos de 10 minutos, obviamente desesperada, y me sumergí en horas de placer sin sentido, no sólo con ella, después llamé a otra y luego a otra. Estuve así hasta que el sol se asomó por mi ventana, con mi cuerpo cansado y mi mente desgastada.
Las mujeres me hacían compañía, pero aún así, en ese momento me sentía tan solo.
Pasaban más de las 6 de la mañana, no quería ir hoy al Instituto, ese día no, no lo soportaría estaba seguro. No sólo el hecho de estar ahí, si no el hecho de verlo a él, no podría verlo a los ojos, no después de haber estado con tantas mujeres la noche anterior; no lo soportaría, de alguna forma creo que lo estaría ensuciando.
Tome un rápido baño, solo deje que el agua fría se deslizaba por mi cuerpo manchado por los distintos lápices labiales de la putas, me vestí, y salí rumbo a la nueva casa de las hermanas Kanker, no sabía qué más hacer, en ese momento ella eran mi único apoyo. Subí a mi deportivo y me dirigí con prisa, no quería encontrarme con mi vecino por casualidad.
Acelere, llegue con las hermanas en poco menos de 6 minutos. Abrí la puerta, ya que ellas me habían dado un juego de llaves. Y arrastrando los pies, los cuales, en ese momento me pesaban demasiado.
Me recosté en el sofá, y al fin logre relajarme un poco. No pude dormir, pero pude tranquilizarme; lamentablemente era casi seguro que el universo me detestara en esos momentos, ya que, acabo de unos pocos segundos aquella tranquilas duró desapareció cuando el grito agudo de una rubia me quito la paz.

-¡Lee! ¡Marie me quito mi brasier!-dijo May enojada.

-¡Es mentira!-gritó Marie del otro lado- ¡Este es el mío! ¡Es imposible que una plana como tú llene mi brasier!

-¡Cállense las dos! ¡No puedo tener un baño en paz sin que ustedes comiencen a gritarse!- Lee gritó desde la regadera.

-¡Cállate Lee! No importa cuantas veces te bañes ¡Siempre hueles feo!- refunfuñó May de manera infantil, seguía siendo la más pequeña de las hermanas.

Marie sólo soltó una estruendosa carcajada, lo que segundos después se convirtió en un grito de horror al ver a su hermana pelirroja salir completamente mojada y furiosa con un pedazo de madera dispuesta a desquitar su furia con sus hermanas.

-¡Muérete May!- gritó Lee, corriendo detrás de la rubia, la cual trataba de escapar desesperadamente.

Inició una batalla en la que Lee corría con sólo una toalla cubriendo su cuerpo húmedo después de bañarse.
Marie se aprovechó de esto y le arrebató la toalla a la mayor de las hermanas en un intento por detenerla. Pero esto sólo le enfureció más, y sin importarle el hecho de estar desnuda comenzó a perseguir a sus hermanas.

Ellas seguían jugando y peleando; riendo y gritando, ignorando completamente al hombre acostado en su sofá; Eddward solo sonrío para sus adentros, esta es la típica mañana de las hermanas y por unos momentos el dolor de cabeza que no lo dejaba respirar, desapareció; aunque ya estaba un poco harto de las peleas de ellas, por lo que este hizo notar su presencia.

-¡Es suficiente! No pueden dejar de gri... ¿Por qué estás desnuda Lee?- dijo perplejo Eddward. Que al estar acostado en el sofá era completamente ajeno a la lucha que se desarrolló detrás de él.

-¡Ah! Marion ¿Qué haces aquí, cariño?- dijo Lee, la cual seguía sin cubrirse.

-¡Edd! ¡Qué linda sorpresa!- dijo May sonriendo inocentemente.

Marie sólo se me quedó viendo, ella sabía que algo estaba mal conmigo, no sólo ella, también Lee y May lo comprendían, lo habían visto en mis ojos.

-May, prepara un té...-dijo Lee, para después dirigirse a Marie- Trae una cobija...

-No tienes que tratarme como un niño pequeño y enfermo- dije algo indignado.

-Cállate y siéntate cariño- me ordenó Lee, mientras señalaba el espacio el sofá.

Era obvio que ese día no íbamos a asistir al instituto, nos quedaríamos ahí, en el calor del hogar, y descargaría toda mi frustración y confusión con ellas. Con mi familia. Lee se cubrió con lo primero que encontró y regresó conmigo tan pronto como pudo.

Marie llegó con la cobija unos segundos después y May tardó unos minutos en lo que preparaba el té, pero finalmente los tres nos quedamos sentados juntos en el sofá con la cobija cubriéndonos, ellas esperaban a que yo comenzará mi relato, esperaban por una explicación en donde les dijera la razón por la que estaba ahí, sin embargo yo no sabía cómo iniciar, un silencio incómodo empezaba a envolvernos y lo pero es que el ambiente se volvió un poco... Depresivo, era mi culpa.

Cuando iba a tomar el té que pensaba era para mí, Lee me lo arrebató.

-¿Qué, creíste que era para ti amor?- dijo con burla, me reí. El ambiente se había vuelto más ligero, y comienzo otra batalla por ver quién se quedaba con el té. Las quería, de eso estaba seguro, les confiaría todo, hasta la vergüenza, la frustración, el enojo y confusión que pase ayer; y que hasta ahora no me permitía descansar en paz.

Tras recuperarlo mi bebida, con la mitad del líquido que tenía en un principio, puesto que el resto se desbordó debido a la batalla; comencé a hablar.

-Bueno... Creo que he perdido la cordura....

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Hola!!! :)

Así es, he vuelto :3 Lamento mucho haber tardado tanto en actualizar.
Pero tuve un problema, no creí que fuera a tardar pero el problema se volvió más serio y no tuve ni siquiera tiempo para avísales. 💔😔
Afortunadamente hace poco se calmo, por lo que ya puedo volver a escribir como solía hacerlo antes (un capítulo por semana) Lo Prometo

En realidad quería hacer el capítulo más largo, pero después de la última frase se me secó el cerebro xD Además de que también quería poner a Kevin, pero bueno, eso será en el otro capítulo. 🐢🐢 Ni modo 😂

Jajaja bueno, al final siento que le quite un poco de hombría a Eddward, jajaja pero pues ya que, él quería un té ☕️ y su cobijita :3

Por último y como siempre quiero agradecer a todos los que a pesar de todo todavía están ahí ❤️ esperando a que suba otro capítulo 😊😌😌
En serio :D Gracias por siempre darme su apoyo, en verdad quiero agradecerles, ustedes son la razón por la que quiero seguir escribiendo ❤️❤️❤️

Los quiero 😍😍😍

🐳 ¡Adiós!🐳

Es solo cuestión de sexo (Rev kevedd) [PAUSADA :(]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora