Sangre Fría.

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Cariño ponte suéter, la brisa es muy fuerte.- Un suéter azul cielo sostenido por su padre esperaba en la puerta de la casa para abrigarla.

Ambos entraron en esta, el lugar estaba tibio al igual que los brazos del padre que sostenían a esa volita alegre envuelta en el enorme suéter de lana.

-Llegamos.

El sonido de la voz de la abuela la despertó de aquel pacifico sueño, de aquellos días de tranquilidad.

El auto negro se detuvo justo detrás de ellos. Una reja negra  fue abierta de par en par dejando pasar los vehículos y cerrándose sonoramente tras ellos. Pasaron por lo menos cinco años desde que estuvo ahí. En un idioma conocido noto el nombre del internado.

"Internado B.L" La unión de dos personas por una única causa, utilizar el conocimiento como arma.

Una rotonda adornada con una fuente al centro sosteniendo sostenía la estatua de dos mujeres tirando agua desde un par de floreros. A los costados se distinguían dos pastizales donde niños y adolescente jugaban con pelotas, leían o hacían cualquier cosa que quisieran. Habían llegado a la hora del descanso, justo cuando todos estaban afuera, o al menos la mayoría.  Justo detrás de la rotonda se distinguían las columnas de material blanco sosteniendo un adornado techo igualmente blanco, un poco mas al fondo las puerta color chocolate abiertas aguardaban por ellos

Los hombres que conducían los vehículos cargaron las maletas y desaparecieron por los pasillos. Los cuatro adolescentes estaban ahora en la sala de recibimiento la cual estaba adornada con cuatro hileras de sillas rojas a cada costado. Justo al fondo se distinguía un mostrador donde una atractiva mujer no paraba de teclear mientras hablaba al mismo tiempo que escribía.

Levanto la vista en cuanto la mujer de cabellos rizados se acerco.

-Buenos días, señora Bravo. El señor Lawlaite ya aguarda por ustedes.

Las mujeres se dedicaron unas cuantas palabras mas y después la abuela dio la señal para que la siguieran.

Celeste caminaba a la par de Victoria mientras que los otros dos las seguían a unos cuantos metros.

-Oye -susurro la mas alta- Tus primos son bastante guapos. ¿Te gustaría ser algo así como mi cuñada? - continuo diciendo mientras reía.

Victoria le dirigió una mirada burlona, pero no tuvo tiempo de decir nada. La abuela se detuvo frente a una puerta blanca, tomo la perilla dorada y la giro. Haciéndose a un lado para dejar entrar a los demás. Victoria poso la vista en aquel hombre de cabellos azabache completamente desordenados.

-Buen día, sobrina.- Dijo con una sonrisa que siempre le causo escalofríos.

-No me gusta cuando me sonríes así. Buen día.- El azabache relajo el rostro y le dirigió una mirada notoriamente feliz, sus ojos se miraron fijamente y luego pasaron para analizar a Celeste la cual al instante se incomodo.- Veo que esta es tu amiga, deberías ser amable y presentarla.

Un resoplido salio de los labios de la castaña la cual dirigió su vista a Celeste la cual se seguía viendo incomoda.

-Ella es Celeste Elgort. - dijo mirándolo.- Celeste este es mi tío,Lawlaite.

-Un gusto.- Contesto la chica con algo de rubor en las mejillas.

El azabache no contesto. El sonido de los naipes cayendo llamo la atención de Victoria llevando su vista al suelo se encontró con una bola blanca. La ropa arrugada del color del cabello, la forma en la que se sentaba. Era el mismo que hace años solo ligeramente mas grande.

-Estas muy callado. Bueno, no es novedad para ti. - El peliblanco levanto la vista y dirigió una sonrisa bastante parecida a la de su tío, esos dos le helaban la sangre.


¿Victoria? Death Note (Mello)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora