Atrapada

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La chica de cabellos castaños salia de la preparatoria con toda la calma posible. No estaría nadie en casa que la regañara por llegar tarde, o al menos no en las próximas dos semanas.

Vago por todo el centro comercial visitando tiendas de ropa, comida, zapatos. Su estomago la dirigió a ese famoso lugar llamado <<Gelatto>> La idea de un helado de dulce de leche le hizo agua la boca. Se sentó en una de las mesas cercanas a la terraza, era una tarde calurosa así que prefirió la sombra.

Su vista se poso en un hombre alto de mediana edad con abrigo azul, estaba sentado enfrente de ella. No podía mentir, pensó, era guapo. Amaba a los hombres de ojos azules y pelo negro.

El sol caía entre dos rascacielos que aparentaban ser torres de cristal, se le había ido el tiempo jugando en su teléfono. Siendo ya casi las ocho de la noche recibió una llamada. "Caminando y hablando" pendo.

Después de una charla de una media hora ya casi llegaba a la estación del metro. La multitud de gente que había era una maraña de desconocidos empujándose entre si. Su estatura media no le ayudaba, por lo cual tardo mas.

Parada con toda esa gente bajo la luz blanca de las lamparas paseaba la mirada algo aburrida ,ya llevaba treinta minutos ahí parada. Para su sopesa  se encontró de nuevo ese azul zafiro, a unos cuantos metros de ella sentado en una banca mirándola fijamente con las piernas cruzadas. Con incomodidad aparto la mirada. "Muy bien, sola y ahora un acosador" ya le había sucedido antes pero nunca estando sola...

Para su suerte el tren llego a ella y corrió para tomarlo mirando por la ventana. El hombre seguía ahí sentado, quizá se había equivocado después de todo. Saliendo ya de la estación del metro apuro el paso mientras sacaba las llaves de la mochila. Las calles ya oscuras daban un aire lúgubre que nunca antes había notado.

Con las llaves en la mano se dispuso  introducirlas en la cerradura. El sonido de los pasos apresurados de alguien la hicieron girar. Un abrigo azul zafiro fue lo único que vio sus ojos antes de sentir el frió metal en su nuca.

Una larga carcajada la arrastro fuera de la oscuridad siendo el frió suelo primero que sintió. Humedad y oscuridad era lo que representaba ese lugar. Rodeada de cajas mohosas alumbradas por la tenue luz de una lampara de afuera. Con la cabeza de sangre seca se arrastro para mirar por la cerradura. El hombre miraba la televisión mientras bebía cerveza barata. El abrigo azul zafiro estaba en el suelo junto a unas cinco botellas. intento levantarse del suelo impulsándose con la manija, su salvación se rebelo al ver la puerta abrirse sigilosamente. Todo era cuestión de tiempo solo debía dejar que el hombre se durmiera y podría correr por ayuda.

Los minutos se hicieron horas, el hombre había caído rendido tras la décima cerveza. Con sigilo atravesó la sala sobándose la cabeza. Ya en la puerta dio una mirada hacia atrás. Sus ojos verdes se encontraron con unos negros, tan alto como un poste, un mastodonte. Un hombre de raza negra la miraba con los ojos fijos, su musculatura era obviamente trabajada, le recordaba a uno de esos caballeros en las películas de ficción.

Sin pensárselo dos veces giro el pomo y se hecho a correr. Escucho el sonido del cristal siendo aplastado por un paso pesado. Bajo la sombra de montones de arboles corrió, corrió mientras escuchaba al depredador cazando su presa. Nunca corrió así en su vida, los arboles ahora eran su amigos, podría esconderse pensó, pero la idea se fue cuando visualizo una casa a lo lejos. Abandonada, sucia y con las luces apagadas, toda una casa de los espectros.

¿Victoria? Death Note (Mello)Where stories live. Discover now