OBSESIONADA CON LOS HOMBRES

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Obsesión con hombres número veinte:

"Los hombres pueden llegar a ser mas acomplejados que las mujeres.

Despertar un interés de su aspecto en los hombres es algo de microsegundos. No aceptan que una mujer les diga feo, ellos se miraran tres horas en el espejo buscando algo bueno en ellos, una mirada asesina y encantadora, una sonrisa pícara, bíceps grandes, altura normal, un pestañeo de principes o incluso una forma de vestir peculiar. Ellos no lo admitirán frente a las mujeres ni frente a ningún otro macho alfa amigo de caverna, ellos lo ocultan y se quedan con su complejo. Buscan en su larga vida lo que los haga especiales frente a las mujeres para nunca mas ser llamados feos. Es como un auto, tendrán modas ridiculas pero son peculiarmente atractivo en la forma en la que lo mires y lo compares, hay un auto para cada persona, como hay un hombre para cada mujer y pareja".

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-¿que haces aqui?- dije cerrando despacio la puerta.

Estaba muy enojado pero si el estaba ahi sin ningun problema, eso significaba que Isabella estaba dormida.

-¿por que sigues sin contestarme?- dijo girando hacia mi.

-¿por que debo contestarte?- camine hasta la cama y no habia nadie -¿donde esta?- pregunte alterado.

-se la llevaron a rayos x, bueno eso dijo la enfermera...- odiaba eso de mi padre, que aunque el cielo se estuviera cayendo el no hacia gesto alguno -deseaba verla de nuevo-.

-que mal, no pudiste. Ahora largate- señale la puerta.

-no me ire sin verla-.

-¿y que le diras?, hola Isabella soy yo Jack, me recuerdas. Por cierto no te llamas Isabella te llamas Lia y lo se porque tu padre y yo fuimos grandes amigos pero cuando el murio me aleje de ustedes dejandote con un psicopata golpeador de niñas- me cruce de brazos y arquee una ceja.

-no sabia que ocurriria algo semejante, y deja de exagerar las cosas-.

-¿exagerar? en serio piensas que exagero Jack-.

-Mason soy tu padre, me debes respeto-.

-ahora eres mi padre, pero cuando pedi una explicacion de lo de Melinda dijiste que era cuestion de hombres-.

-Melinda es un tema a parte... no la metas en esto... Estamos hablando de Lia, o Isabella, como sea que le hayan puesto esos miserables- dijo haciendo gestos con las manos.

-Isabella, papa. Grabatelo bien, ella es Isabella. No es Lia la niña que corria a tus brazos por historias. Ella ya no existe- dije entredientes.

-no lo creo...- dio un suspiro -tu madre dijo todo lo contrario-.

-¿mi madre? ¿Ella fue la que te dijo que estabamos aqui? No te creo, ella no haria algo asi-.

-hijo, se que intentas protegerla pero hay algo detras de ella que no sabes-.

-no me digas, tu lo sabes pero no lo dices porque eres dueño y señor de la verdad y si lo revelas moriran los que lo saben. Si claro señor Daskoly, como ordene- hable en sarcarsmo.

-es que en serio tu madre debio permitirme darte la nalgadas que merecias cuando eras pequeño!-dijo gritando -eres tan terco! No escuchas nada de nadie y solo quieres hacer tu voluntad. Siempre has sido asi, me gustaba que Lia este cerca de ti porque solo asi te podias comportar...-

-deja de nombrar a Lia- mire a la puerta por si Isabella entraba.

-ahora tienes solo dos días...- dijo levantando sus viejos dedos -dos dias Mason y se te acaba el espectaculo-.