Capítulo 31

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Entré a la casa y ni la música pudo con el silencio que ahí había, suspiré suavemente y me dirigí a la habitación que era de la abuela y que ahora ocupaba yo, antes eso sí, apagué las luces de la sala. Me saqué los zapatos y me metí a la cama apagando la luz que antes había encendido, pasé la mano bajo la almohada, pero al hacerlo me encontré con algo mas: Era la camisola que la abuela usaba para dormir, la saqué y me senté en la cama llevando la prenda hasta mi rostro, inhalé cerrando mis ojos, aun tenía el olor de la abuela. Era primera noche que pasaba sola desde que ella no estaba, era la primera noche en que me daba cuenta cuanto la extrañaba. Sin poder evitarlo, rompí en llanto, lloraba con tanta fuerza, como una niña pequeña y aunque tratase, sabía que no podría dejar de hacerlo.

Estaba tan absorta en mi llanto que tardé un poco en caer en cuenta que alguien golpeaba la puerta, traté de calmarme secándome el rostro y de forma mecánica me levanté para ir a abrir, pero al estar frente a la puerta recién pensé en que era tarde para que alguien me visitara. Corrí la cortina para ver de quien se trataba, era L.Joe, pasé mis manos por mi rostro tratando de disimular que había estado llorando antes de dignarme a abrir la puerta y sonreír para el, solo la luna iluminaba aquella oscuridad. –No es necesario que trates de engañarme– Dijo de inmediato, su rostro iluminado por la tenue luz mantenía un semblante serio. –Se que has estado llorando, siento no haber venido antes– Pronunció antes de abrazarme con fuerza pero no la suficiente como para hacerme daño, otra vez rompí en llanto, abrazándome con fuerza a él que se limitaba a acariciar mi cabello, poco a poco me fui calmando y liberando a L.Joe del abrazo. No dijimos nada por un rato, el cerró la puerta y me guió hasta el sofá –Iré por un té, no tardo– Dijo besando mi frente antes de dirigirse a la cocina, al cabo de unos minutos lo tenía conmigo nuevamente, entregándome una taza de té –Ten cuidado, está caliente– Me advirtió mientras se sentaba junto a mi –¿Por qué has venido? – Pregunté con la mirada fija en la taza que sostenía entre mis manos, aun así pude notar como ByungHun bajaba la cabeza –He querido venir todo el día, Sabía que estarías sola, pero como nunca hoy tenían muchos mandados para mi, vine en tanto terminé con todo. – Hizo una pausa mientras yo bebía un poco de té que L.Joe había preparado para mi. –Me extrañó ver las luces apagadas a las diez de la noche, así que rodeé la casa y al acercarme a la ventada de tu habitación, te oí llorar y cuando miré te vi ahí... Y sentí la necesidad de...no lo sé, cuidarte. – Cuando el terminó de hablar yo ya había posado mi mirada en el rostro ajeno. Aun estaba demasiado atontada como para decir algo coherente –Vamos, bebe tu té, te ayudará a dormir– Asentí y obedientemente bebí mi té, mientras mi cabeza ordenaba todos los sucesos y los procesaba. Dejé la taza vacía sobre la mesita de centro y L.Joe acarició mi mejilla –Es hora de dormir– Dijo antes de levantarse del sofá, rápidamente tomé su mano para detenerle, el volvió su mirada hacia mi ­–Gracias, gracias por todo. – Musité con la mirada fija en los ojos ajenos, el se inclinó frente a mi quedando a mi altura y tras un breve silencio volvió a hablar –Haría lo que fuese por cuidarte– Apreté los labios por un momento y fue ahí cuando me di cuenta que hace tiempo no deseaba besar a alguien como deseaba besar a L.Joe en aquel momento, así que lo hice, lo besé sin pensar en nada mas que en las ganas que tenía en ese instante de fundir mis labios con él. Byunghun correspondió por un momento y de forma abrupta se separó de mi, poniéndose de pie nuevamente por lo cual yo también lo hice –¡Esto está mal! – Vociferó tomándose la cabeza –Pero no puedo resistirme mas– Dijo antes de abrazarme por la cintura apegandome a su cuerpo aprisionando mis labios nuevamente, correspondí con la misma intensidad que el me entregaba, de pronto sus labios estaban llevándose lejos toda la angustia que se había apoderado de mi todo el día, en sus brazos me sentía segura como hace mucho no me sentía en los brazos de nadie. Volvió a separarse de mis labios, dejando continuos besos sobre estos antes de inclinarse y tomarme entre sus brazos. Le miré tratando de calmar mi corazón que ahora latía fuertemente, pero esta vez por una muy buena razón.

Con suma delicadeza me metió en la cama y antes de cualquier cosa, hablé –Quédate conmigo. – Le miré casi suplicante y el sonrió acostándose junto a mi –No pensaba irme de todos modos– Contestó antes de volver a besarme de forma breve para posteriormente acomodarme en su pecho ­ –Perdóname por llegar tarde– Volvía a disculparse por lo mismo ­–No es tu culpa, no tienes porque pedir perdón– Él veía la situación como una falta y yo lo había visto como mi salvación –Quiero cuidarte, evitar cualquier cosa que te pueda dañar–Pronunció el contrario, No dije nada y simplemente me acurruqué en su pecho, ahora con mayor razón no quería soltarle. Con las caricias que daba L.Joe a mis cabellos, el sueño no tardó en apoderarse de mi por completo. Aquella noche dormí tan bien, me sentía completa. 


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⏰ Last updated: Dec 28, 2015 ⏰

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Country Side Love [L.Joe, Teen Top]Where stories live. Discover now