5. Navidad

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KyungSoo estaba abriéndose paso entre la multitud de gente que admiraba el espectáculo que estaba dando JongIn, su chico gato temporal, el cual se había atascado en una puerta giratoria cuando estaban saliendo del centro comercial.

- ¡JongIn, sólo deja de empujar las puertas!- Le gritó el pelinegro, sin embargo, el híbrido no podía detenerse.

- ¡KyungSoo!- Chilló- ¡Ayudame! ¡No me dejes solo!

- Nini, estoy aquí, sólo hazme caso y deja de correr contra la madera ¿Si?

Se encontraban en víspera de navidad, la razón por la que Do había dado el mes libre a sus empleados y había cerrado el hospital, pasando a las mascotas a otro que quedaba un poco lejos de allí o atendiendo en su casa si era de extrema urgencia. Ya habían pasado 28 días desde que encontró al chico gato y durante ese corto tiempo, conoció facetas que nunca creyó que ese animal tendría: Podía ser adorable cuando se lo proponía, o transformarse a tigre cuando sentía que su futuro amo estaba en peligro, lo cual sólo eran excusas suyas para estar pegado como un koala a su torso todo el tiempo.

- Nini, vamos, con calma. Únicamente, debes dejar de correr.

- ¡Pero no puedo!- Gritó sobre los murmullos de las personas a espaldas del pequeño. Este ultimo se dio una palmada en la cara.

«Oh, pobre gatito», «Que dueño más malo, como lo deja allí», «Mira, ha comenzado a llorar». Esos eran los susurros más fuertes en el lugar mientras el ojón trataba de concentrarse, buscando un plan que lo ayudara a sacar al animal de allí.

- Okey, entraré- Habló consigo mismo, acercándose a los cristales. Trató de meterse en uno de los cubículos, pero al primer intento casi se queda sin cara.

- ¡KyungSoo, cuidado!- Lloriqueó el moreno, aún dando vueltas.

El pelinegro no lo pensó mucho antes de sumergirse en uno de los espacios, que para su suerte, era en el que estaba JongIn. Chocó levemente sus cabezas por la brusquedad con la que se lanzó para entrar, ambos quejándose un poco, teniendo que correr para que el cristal detrás suyo no los golpeara.

- ¡KyungSoo, viniste por mí!- Vociferó emocionado aferrando las garras a la parte de atrás del abrigo de su salvador.

- Claro, JongIn. No te iba a dejar aquí- Habló mientras tomaba la baranda de la puerta que antes empujaba el alto y comenzó a detener el extraño pasadizo. Para ese entonces, tenía la nariz de su Nini aspirando su cuello y un par de lágrimas mojando su hombro.

- Fue horrible, D.O- Sollozó mientras el susodicho lo guiaba hasta la salida bajo la atenta mirada de los demás compradores del sitio.
- Tranquilo, gatito, ya pasó, estás aquí conmigo. Shhh- Arrulló. Repartió varias caricias en la espalda del alto y emprendió camino entre la multitud de curiosos, ignorandolos.

Caminaron hasta llegar al auto, ayudó al gato a subirse en los asientos de atrás -debido a que tenía mareo y no podía mantenerse en pie por si solo- y luego se metió en su lugar, manejando hasta su casa.

El pelinegro estaba atareado con la cena navideña y JongIn sólo estaba en la habitación durmiendo, descansando del montón de vueltas que su vida dio en tan sólo unos minutos.

Si no se equivocaba, tendría a sus dos amigos en unas horas tocando la puerta, exigiendole que le dieran de comer, así que preparó toda la comida que pudo para que no hiciera falta por si traían a Baekhyun y a Minseok.

De la parte de afuera de su casa, escuchó el estruendo de los fuegos artificiales al ser explotados y se estremeció un poco por el sonido, ya que podía sentirse como si estuviesen tirándolos justo a su lado.

Kitten (KaiSoo) ||Editando||Where stories live. Discover now