¿ Dónde has estado?

Escenita en la calle

Angela

Ahg, estoy enfurruñada, me han obligado a ir a la graduación de mi hermana. Y para vuestra información, sigo enfadada con ella. Yo tenía planeado tirarme en el sofá toda la tarde, pero no, estoy aquí sentada en una silla con la ropa que me ha obligado a poner mi madre, que es horrible, parezco un moco rosa. Pero he llegado a un trato con mi madre que cuando le den el certificado me puede ir. Pero aun no le han dado y me estoy poniendo de los nervios.

- Amber Smith

Dicen su nombre para que coja su certificado y entonces giro la cabeza y veo en cámara lenta como coge el papel. Me levanto y me voy sin decir nada.

Cuando salgo a fuera me dirijo a la parada de bus para irme a mi casa. Pero de repente aparca un coche y sale Jaeck de él y se dirige a mi dirección:

- Hola, ¿Qué haces aquí?- le dijo frunciendo el ceño

- Hola, Boris me ha dicho que estarías aquí y te he venido a recogerte para comprar el regalo de mi hermana.- me lo dice todo sonriente.

- Ahg ¿¡porque cuando planeo algo nunca lo puedo hacer!?- me frustro porque tenía la película diez cosas que odio de ti preparada para verla cinco veces seguidas

- Ehh para quieta, tú me dijiste que vendrías.

- Si, lo siento, pero es que salgo de los nervios de allí dentro.- señalo el edificio de donde acabo de salir.

- Lo he notado, ¿vamos?- yo asiento.

Nos adentramos en el coche en silencio y cuando me estaba atando el cinturón me dice tal estupidez:

- Por cierto pareces un chicle- y se empieza a reír

- No me digas, no me he dado cuenta- le dijo sarcástica.

Él se ríe aun más y yo me cruzo de brazo e inflo las mejillas como una niña pequeña.

- He pensado de comprarle un tutu o un vestido que lo vio un día y se enamoro.

- ¿Y por qué no las dos cosas?

- No lo había pensado

- Me imagino que las dos cosas son rosas- lo digo con una sonrisa

- Si- él también lo dice con una sonrisa- oh, por cierto, estas invitada, también vendrá Jimmy con su hermana

- Oh vale, ¿cuándo es?

- este Domingo

- Perfecto, pero ahora tienes que ser tu quien me ayudes con el regalo- le digo, porque no tengo ni idea de que comprarle.

- Tranquila tienes mucho tiempo para pensar- lo dice con superioridad

- ¿Eso significa que no me vas a ayudar?- le pregunto con un tono sorprendida

- Si

- Serás hipócrita, yo te ayudo y tu pasas de mi- él se ríe

- En realidad no me has ayudado le iba a comprar las dos cosas- dice ríendo.

- Entonces, ¿para qué he venido?

- Para que TÚ le compres el regalo a ella, y así podemos estar juntos.- lo dijo con un tono gran sonrisa, que por supuesto es por lo último que ha dicho.

Me quedo callada y al instante me pongo roja. Será imbécil...

- Ahora que pasa que te he dejado sin palabras- me mira de reojo.