Capítulo [ 44 ]

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Anteriormente en Wicked

No entendía lo que le estaba ocurriendo, o que era lo que en verdad sucedía. Pero si entendía, que fuera lo que ocurría era malo. Perdía el conocimiento muchas veces, perdía recuerdos decenas de momentos, no podía saber lo que hacía, o lo que ocurría, pero sea lo que sea, había algo dentro de ella que la dominaba, dominada su cuerpo, dominaba su mente, pero aún no dominada su alma. Era increíble para ella el control emocional que Dean tenía sobre ella.

Era divertido las cosas que Freya era capaz de hacer ahora, no había conocido ese lado rebelde, hasta esa misma noche.

Song (A drop in the ocean-Ron Pope)

FROM BAD TO WORSE II

Las cosas siguen su curso, investigación y resolver el gran misterio. Entre Sam y Dean aún sigue con sus bromas, y Freya a una larga distancia para no caer también en el juego. Misterio resulto, ahora solo quedaba destruir al fantasma, pero claro Freya también decidió participar, al pasar las horas las pérdidas de conciencia no volvieron, eso era un alivio para ella, pero aún seguía durmiendo con Dean; lo cual la confundía bastante y la molestaba de igual manera, Dean siempre hacia sus efusivas bromas a Freya cosa que no le agradaba, pero debía dormir con él, o Dean recurriría al plan B, atarla a la cama.

Nuevamente repitieron la misma acción, espantar a los policías, entrar a la cabaña, y Freya en un lugar seguro protegiendo la entrada. Las colaboraciones de Freya en la cacería era mínimas, los hermanos trataban de mantenerla en un plano seguro para ella, cosa que Freya debía de ceder, era eso o quedarse sola en el motel.

Freya estaba en la puerta, la única entrada al lugar, vigilaba los alrededores cuidando que los policías volvieran. Se escucharon los disparos en cada rincón de la vieja y sombría cabaña. Se escucharon unos pasos apresurados acercándose donde se encontraba ella, entre las sombras vio a dos personas, claramente supo que no se trataba de Sam y Dean.

-¿Y tú quién eres?-pregunto uno de ellos, una vez que sintieron la presencia de Freya estando una vez frente a ella.

-Eres una chica-murmuro el otro compañero casi sorprendido, Freya frunció el ceño levemente totalmente confundida aun sosteniendo a un lado la escopeta.

-¿Cuál es tu nombre?-pregunto con mucho interés el primero en hablar, acercándose un poco a Freya contemplándola aún más con la poca luz que brindaba la luna.

-Es demasiado para ti, no te hagas ilusiones-hablo Dean interviniendo de la nada, apartando al muchacho tomándolo del cuello de su camisa, alejándolo de Freya.

Freya simplemente sonrió algo incomoda por la situación, no entendía de donde salieron esos dos chicos, pero se le hacían conocidos, entonces recordó, son los mismos chicos que vio la noche anterior. Pero el momento incomodo se esfumo, cuando el mismo fantasma volvió encontrándose detrás de Sam y Dean.

-¡Cuidado!-le advirtió, Freya señalando al fantasma con la enorme hacha detrás de los dos hermanos.

Que racionaron al instante, Dean esquivo el golpe que el fantasma proporciono con su hacha, y Sam trato de atacarlo.

-¡Freya, salgan de aquí!-grito Sam apresuradamente a su mejor amiga, tratando de retener al fantasma que parecía un acto casi imposible.

Ese fantasma era extraño, parecía de carme y hueso, tan fuerte y ágil como cualquier ser anormal. Freya tomo a los dos paralizados chicos, sacándolos de la casa con rapidez. Algo torpes reaccionaron saliendo del lugar, Freya salió detrás de ellos aun escuchando los golpes en el interior de la casa.

Los dos muchachos salieron del lugar, más rápido que como salieron, alejándose de la cabaña del infierno con rapidez chillando de horror y reclamando. Freya aun quedo esperando a fuera de la cabaña, en búsqueda de una señal de Dean y Sam. Como por arte de magia, la puerta de la cabaña se abrió con brusquedad dejando salir a Dean y Sam bastante agitados, con un importante inicio de incendio a sus espaldas. Donde el fantasma quedo atrapado en la cabaña que comenzaba a incendiarse.

-¿Esa es tu solución? ¡Quemas toda la maldita casa!-hablo Sam molesto hacia su hermano mayor, viendo como la cabaña comenzaba a arder en llamas.

-Así ya nadie vendrá. Además ese fantasma no puede habitar una casa si no hay una casa. Es rápido y sucio, pero funciona-hablo con tranquilidad Dean, encogiéndose de hombros levemente viendo la casa envolverse en llamas potentes.

-Esto te hace pensar, que las cosas que hemos casado, cuantas existen solo porque las personas creen en ellas-comento Sam con la respiración agitada, viendo la cabaña fundirse entre las llamas. Freya suspiro pensativa en las palabras de Sam, viendo las llamas resaltar entre la oscuridad y fría de la noche.

El fantasma por ahora se había ido, y Sam, Dean y Freya también comenzaban a irse del lugar. El trabajo había terminado, los dos hermanos y Freya volvían a casa de Bobby, necesitaban un respiro de todo, y Freya agradecía eso.

Se sentía la pesadez de la noche, Freya, los hermanos Winchester volvían a casa de Bobby, a descansar, claro temporalmente. Freya debía confesar que era extraño el trabajo de los hermanos, más extraño de lo que podía pensar, peligroso, ingenioso, importante, muy importante. Para suerte de los tres, Bobby si se encontraba en casa, exhausto, resulta que el también había terminado una cacería, algo herido, a lo que Freya se ofreció sin dudar en asistirlo, claro que Bobby no opuso resistencia, había extrañado a su compañera residente.

Freya soltó un suspiro pesado, tomando asiento al borde de su cama. Se sentía cansada, pero a buena gana, luego de todo lo ocurrido, Freya se sentía más tranquila, el fantasma desapareció, las personas estarían bien, adolescentes curiosos se mantendrían al margen; Freya sonrió levemente, era emocionante y arriesgado el trabajo de los hermanos, Freya le interesaba más las curiosidades que mantenían los libros, cosas extrañas, cosas antiguas, cosas reales, todas esas Freya comenzaba a comprenderla, lentamente. Se levantó de la cama, pronto llegaría la hora de cenar.

Ella había llamado a Missouri, pero no había atendido la llamada, lo comprendía; seguramente no pudo contestar, pero Freya estaba bastante segura que le devolvería la llamada pronto.

Freya se detuvo antes de llegar a la puerta, se sostuvo de la pared del cuarto al notar como comenzaba a marearse, "Otra vez no", pensó ella.

 Pero el pensamiento fue intervenido con un fuerte dolor de cabeza, llevo su mano hacia el lugar proveniente encogiéndose levemente por el dolor y el ruidoso zumbido que comenzaba a escuchar sus oídos, con la respiración entrecortada, sin aliento. Las piernas se debilitaron, la visión se borroneaba, las fuerzas se esfumaban. Freya cayó desmayada al suelo al instante, perdiendo el conocimiento; un sangrado nasal comenzaba a serse presente, Freya otra vez quedo a la deriva en el mundo oscuro de neblina.

Continuara...



☩ «Wicked» [Dean Winchester]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora