❛⿻۬˖̥ͭ 𝟱

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Era más de media noche y el azabache no podía dormir, Yoichi no dejaba de patear y el azabache tuvo que levantarse, le exigiría a Mika que le cambiara de cuarto o minuto pusiera una cama más.

Fue hacia su oficina, pero al querer abrir la puerta estaba con llave, el menor pensó que posiblemente ya este durmiendo el mayor cuando escucho unos ruidos que claramente se oían como gemidos.

La curiosidad y los nervios lo mataban, la única ventana se encontraba en un lugar un poco alto, pero logro llegar hasta ahí con ayuda de un barril que estaba cerca, se arrepintió en segundos al descubrir de que se trataba.

Mikaela se encontraba sobre ese chico que él conoció en la mañana y este lo besaba mientras recibía aquellas embestidas, Yuu recordó en ese momento cuando el rubio intento besarle en la tarde.

Por más que no deseaba ver más su cuerpo no reaccionaba y observo todo ese acto hasta que acabo, bajo del barril y salió corriendo de ahí con lágrimas en los ojos.

"Soy un idiota, soy un idiota." pensaba el menor soltando algunos sollozos que lograron despertar al castaño.

— ¿Qué sucede, Yuu-kun? — dijo el mencionado y antes de recibir alguna respuesta, el azabache lo abrazo.

— Quiero irme de aquí Yoi...

— Yo también pero no podemos

— Nos iremos de aquí, lo más pronto posible

— ¿Cómo lo haremos?

— Estamos en un barco, ¿no? Tarde o temprano va a tener que necesitar combustible y cuando lleguemos a tierra huiremos hacia la policía

— Yuu esa idea es algo arriesgada y ¿si nos atrapan?

— No lo harán, tendremos mucho cuidado

— Esta bien — el menor acerco su diestra hacia su compañero limpiando las lágrimas que tenía. — ¿Por qué llorabas? -

— N-Nada importante, vamos a dormir — dijo apartando su mano y se recostó en la cama.

...

Hm — el rubio fue levantándose lentamente, había terminado dormido sobre el escritorio. En unos cuantos segundos recordó todo lo que paso en la noche y miro hacia él sofá, pero ya no había nadie, pensó que seguro Lacus se levantó más temprano.

Salió de su oficina y fue caminando hacia la habitación de Yuu para luego tocar la puerta, pero nadie habría así que decidió solo abrir la puerta eso fue un gran error.

Yuichiro estaba sin pantalón y se estaba colocando su camisa seguramente se había bañado. Dio un grito que casi deja sordo a todos mis tripulantes y le lanzo un zapato al rubio.

— ¡Demonios Yuu! — se quejó ante el golpe, pero el menor lo empujo fuera de la habitación.

— Largo de aquí

Después de un rato volvió a tocar y lo que recibió fue la misma respuesta del menor, muy molesto de su comportamiento y abrió de nuevo la puerta, al menos ya estaba vestido.

— Yuu lo siento por verte, pero no es para que me trates así. — dijo molesto el mayor y el otro solo lo observaba con odio.

— Vete Mikaela.

— Yuu, mira podemos ser amigos de infancia, pero soy el capitán de esta nave y debes respetarme, deja de actuar como un mocoso inmaduro —Cerro la puerta y se acercó hasta el azabache para sujetarle de los brazos. — Así que ahora mismo me dices que demonios te pasa

— ¡Déjame en paz, maldito pirata! — grito y eso rompió la poca paciencia que tenía el rubio, sin pensarlo le había dado una bofetada en la mejilla del menor.

Él se tocó aquella zona luego de eso y veía como unas lágrimas caían de sus ojos. — Y-Yuu yo lo sien...

— No me toques, cállate, porque no te moriste — eso fue un golpe duro para el rubio.

El mayor ya no contesto y se alejó de él, cerró la puerta del cuarto una vez que salió y se sentó recostando su espalda en la puerta, escucho al azabache llorar y gritar diciendo que lo odiaba y quería regresar a casa. Sin darse cuenta empezó a llorar.

Lo siento... — susurro y se levantó retirándose hacia su oficina.

Mientras en la habitación cada vez le dolía más el corazón al azabache

— ¿Por qué esto me pasa a mí? Siempre que siento felicidad se derrumba en tan solo unos segundos, esa cachetada dolió y me descontrole diciéndole cosas feas a Mika las cuales me arrepiento ahora

Ya ha pasado una hora de lo que había sucedido y mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, limpié con las mangas de mi camisa y salí de la habitación. Yo debo pedirle disculpas, nunca quise decirle eso, pero él me hirió tanto.

Me dirigí hacia su oficina, pero en él camino me encontré con Lacus, no le tome atención estaba molesto con ese bastardo, intente irme, pero me sujeto de la mano.

— Tengo que hablar contigo — menciono serio y yo me solté de su agarre rápidamente.

— No tengo tiempo — respondí indiferentemente, pero él volvió a tomar mi brazo.

— Sé que viste todo.

— ¿De que estas hablando?

— No te hagas él tonto sé que eras tú, solo sea no puedo hablar de eso en público por eso quiero que vengas conmigo — Dicho eso me jalo llevándome a la cocina, no había nadie solo nosotros dos.

— Aquí nadie molestara, ¿así que espiando?

— Yo no los espiaba solo quería hablar con Mikaela y los encontré haciendo eso

— Te quedaste viéndonos todo el rato, pero eso no importa, escuche tu pelea con el capitán

— Eso no es de tu incumbencia

— Se nota que sí, pero déjame decirte algo, yo no tengo nada con él capitán solo nos acostamos

— Es tan fácil decir solo nos acostamos

— Como sea — dijo empezó a caminar hacia la entrada de la cocina, pero antes volteo a verme — Yo creo que el capitán siente algo por ti, desde que mencionamos lo de secuestrarte ha estado raro — sin más que decir se retiró.

¿Mikaela siente algo por mí?

❛⿻۬˖̥ ͭ 𝗔𝗚𝗨𝗔 𝗗𝗨𝗟𝗖𝗘 ↳ 𝖬𝖨𝖪𝖠𝖸𝖴𝖴Där berättelser lever. Upptäck nu