❛⿻۬˖̥ ͭ 𝟰

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Después de estar en la cocina tanto como el rubio y el azabache caminaron hacia el despacho del mayor, Yuichiro le contó todo lo que había pasado con él en los años que no estuvieron juntos y Mikaela hizo lo mismo.

— Mika — comento — hasta ahora no me cuentas que le sucedió a tu ojo.

—No es nada de mucha importancia, perdí el ojo en una pelea con otro pirata — Dijo el rubio tocándose el parche.

— ¡Déjame ver! — contesto con un tono infantil el menor

— No Yuu-chan.

Pues me obligas a hacer esto — El rubio no entendía aquella amenaza cuando el contrario se lanzó sobre el para empezar a hacerle cosquillas.

El mayor no aguanto las risas y en cuestión de minutos la habitación se llenó de las risas de ambos, en ese momento Yuichiro aprovecho para quitarle el parche.

Las risas se detuvieron cuando el menor observaba, al contrario, Mikaela solo bajo la mirada al recordar lo mucho que decía Yuu ante sus ojos que eran hermosos. El azabache noto la tristeza en el otro y por instinto se acercó a dejar un beso sobre su frente. No le importaba si Mika tuviera otra apariencia eso no quitaría el hecho que lo tiene de nuevo con él.

Juraría que vio un rubor en las mejillas ajenas, pero antes de comprobarlo el mayor los separo.

— Lo siento es que te veías tan adorable.

No, no es nada. — en eso se volvió a colocar él parche — Ahora ya sabes porque lo cubro.

— Mika como es que tu ojo cambio de color?

— Es un ojo de vidrio, fue como un regalo.

— Comprendo — menciono el azabache antes de sentir unas manos sobre su cintura, aquello lo hizo exaltarse, el menor no fue capaz de reaccionar ante aquellos toques. Ahora el rubio con su diestra acariciaba su barbilla.

Yuichiro como si estuviera hipnotizado se fue acercando al mayor y este igual, cuando sus labios estuvieron rozándose la puerta se abrió dejando entrar a un hombre más alto que ellos y de cabellera gris.

— Mikaela — con tan solo esas palabras ambos jóvenes se separaron rápidamente.

— ¿Sabes que puedes tocar la puerta no? Ferid — dijo irritado el rubio.

- Como sea, tengo que hablar contigo

— Bien, Yuu puedes salir un momento ¿Por favor?

El menor asintió y camino fuera, pero al llegar por el marco de la puerto sintió una nalgada sobre uno de sus glúteos que lo hizo sobresaltarse, cuando volteo noto que aquel sujeto llamado Ferid había sido el culpable, Mikaela termino sacando a Yuu antes de cerrar la puerta, el menor juraría que escucho los gritos de su amigo desde afuera.

Pasaron algunas horas desde aquello y el menor Ichinose miraba el cielo estrellado, la noche era muy tranquila en aquel barco a pesar de estar llena de piratas.

— Disculpa por lo de hace unas horas — apareció el rubio de un momento a otro y Yuu solo sonrió.

— No te preocupes, ese tipo me da miedo

— Él es quien me salvo

— Oh, lo siento —bajo la mirada apenado.

— No tranquilo, se lo merece siempre anda fastidiando. Yuu ya es tarde y tienes que entrar a la habitación, tu amigo Yoichi también está ahí

— ¿Ah? ¡Pero solo hay una cama! Y la última vez que dormí con él me pateaba.

— Lo siento Yuu-chan, no creo que quieras dormir con mis discípulos o ¿si?

— Estoy bien con Yoichi — contestó con mala gana y Mikaela empiezo a reír.

—Buenas noches Yuu-chan — Se despidió dejando un beso sobre la frente del menor y este camino hacia su habitación y tal como dijo Yuichiro, su pequeño amigo se veía esparcido en la cama durmiendo plácidamente.

....

Mikaela veía algunos informes en su oficina, menos mal ya había completado casi todas sus misiones, pero dejo de pensar en ello cuando la puerta se abrió lentamente.

— ¿Capitán? — era Lacus se encontraba con un ligero camisón y sus pantalones, se fue acercando al mayor.

— Tardaste, te dije que no llegaras tarde.

— Lo siento, tuve que ayudar en la armería.

— Ya no importa — el rubio se acercó hasta la puerta poniendo seguro en está para luego tomar de la cintura a su joven discípulo — Ferid vino a gritarme que eres muy ruidoso.

El menor quiso disculparse nuevamente, pero los labios ajenos lo obligaron a callarse, Mikaela lo besaba vorazmente mientras sus manos lo tomaban de los muslos, Lacus lo único que logro hacer era gemir.

El rubio no quiso perder tiempo y guio contrario hacia el sofá de su oficina donde le termino retirando todo lo que traía debajo de su cintura para luego meter sus dedos dentro de la entrada del menor haciéndolo jadear más fuerte.

— Te dije que no hicieras ruido — Gruño el mayor retirando sus dedos para bajarse su propio pantalón.

Lacus tomo a su capitán y lo obligo a sentarse en el sofá igualmente terminando de bajar sus pantalones, el menor había sujetado con sus manos el miembro ajeno y empezó a acariciarlo para luego usar su boca, su lengua dejaba una que otra lamida por su glande antes de meter la virilidad del mayor totalmente en su boca subiendo y bajando rápidamente. Sintió como se hacía más duro y en minutos su capitán termino corriéndose.

— Trágalo — Exigió el mayor y el contrario cumplió gustoso.

— Sabe bien, capitán — comento con una sonrisa y se colocó entre las piernas del mayor para luego penetrarse solo, el rubio lo sujeto de la cintura empezando a embestirle con fuerza el interior ajeno.

...

— Capitán fue increíble — dijo Lacus cansado ante tremenda ronda de sexo.

— Siempre dices lo mismo cuando lo hacemos — contesto el rubio no tomándole mucha atención, esta vez no hubo respuesta del menor y observo de reojo donde se encontraba él peli morado y noto que cayo dormido.

Mikaela empezó a recordar como comenzaron todo eso.

Tenía su tercera misión y era secuestrar al hijo de un juez importante del país, pasaron días, meses hasta un año por así decirlo y su padre nunca pago por su rescate cosa que le hartaron a los superiores y me mandaron a matar a Lacus. Él  rogó que no le hicieran nada y haría lo que quisiesen, así que hicieron un trato, que él sería una especie de acompañante y lo dejaría vivir. 

El rubio se quitó la capa y la uso para cubrir el cuerpo desnudo del menor, toco su mejilla y la acaricie. Lacus era un joven hermoso y él sabía que se había aprovechado de eso.

Mikaela se había enamorado desde muy joven de Yuu, pero buscaba diferentes formas para olvidarse de él. Y una de esas, era acostarse con otras personas, pero lo que no sabía el rubio era que cierto azabache observo todo desde un comienzo, sintiendo un gran pesar en su corazón.



❛⿻۬˖̥ ͭ 𝗔𝗚𝗨𝗔 𝗗𝗨𝗟𝗖𝗘 ↳ 𝖬𝖨𝖪𝖠𝖸𝖴𝖴Where stories live. Discover now