Labios Prohibidos

dos amantes

Mientras sus besos me inundaron  el paladar, mis pensamientos proclamaron miles de dudas que debía descifrar o más bien aclarar todo.

Estaba más que claro que por Louis siento una gran atracción y un gran deseo de sentirme amada y hacer que él sienta lo mismo que yo.

Cada palabras y cada gesto delata la atracción que por él siento. Y creo que él lo está notando.

Luego de charlar un poco, decidimos irnos para no levantar sospechas.  Antes de irnos nos besamos apasionadamente. A veces tiendo a creer que este chico fue sacado de un libro, sacado de alguna película,  porque en realidad no había conocido a alguien que detalle cada gesto y sonrojo que padezco con mirarlo.

—Tú no existe —le digo riendo.

—¿Cómo que no existo? ¿No me ves aquí? —sonrió dulcemente.

—Es que me he dificil creer que tú puedas  observar cada detalle mío,  y otro chico no lo haga. Sin dudas eres único.

Sus ojos resplandecieron con un hermoso brillo y se sonroja. Es dificil ver a un chico sonrojado, y menos por mis palabras. Realmente estoy descubriendo muchisimas cosas en él.

En realidad  Louis es el chico real que con una  una sola palabra te puede elevar hacía el cielo. Louis  no es el típico chico millonario con Mercedes Benz y que tiene dinero en Suiza. Simplemente es real, tan real que parece increíble.

Es el chico que tú podrías conocer y enamorarte con solo mirarlo.

El chico que que con solo mirarte  te hipnotiza. Así es él.

Mientras caminabamos hacia el hospital me voy sintiendo mal porque sé que no lo vería mañana, ya que es su día libre.

Ya estamos llegando y nos detenemos para despedirnos.

Con un beso en el aire dimos por terminado este maravilloso momento.
Él no se iba hasta verme entrar por el hospital.

Cuando llego el rostro de mi hermana fue épico. Me dijo que había tardado mucho. Le digo que me espere un momento y voy a donde Jessica, después de todo ha estado conmigo durante tres semanas y con ella fue con quien hablaba de mis cosas.

—Escúchame ana, el doctor es un hombre de buenos sentimientos,  ¿qué pasará cuando te vayas? ¿Qué pasará con tu novio? ¿Cómo le harás para entregarte a Tony mientras pienses  en Louis? —su pregunta me toma de sorpresa, no me había preguntado esto, y siendo realista las cosas se pondrán muy mal.

—La verdad no sé que decirte. Pero es obvio que tengo que aclarar cosas con mi novio, no me puedo ilusionar con Louis, y esa es la realidad. También me pregunto que sucedería si me descubren, si haciendo todo mal pudiesen saber que fui infiel, aunque sea con besos —la miro y parece que está analizando todo con tristeza.

Ella me dijo que se sentía triste porque no podía ver a su novio por la distancia.

Regresé a donde mi hermana y se levantó porque tenía que irse, le dio un beso a mi sobrina y se despidió diciendo que la llame por cualquier cosa.

Escribo varios mensaje a Louis y decido  bromear intentando seducirlo. Le envío una foto mía que tenía guardada.

DR Diaz:
Me encantas, me gustaría abrazarte en este momento.

Yo:
Me gustan tus labios,  tus besos y todo de ti.

DR Diaz:
Quiero que escuches esta canción.

Me envía la canción en audio y la escucho, pero le pedí que me llamara de inmediato.

Louis me llamó y mi corazón se aceleró.

—Hola, doctor sexy.

—Hola, hermosa, ¿qué haces?

—Pues nada, acostada, ¿y tú?

—Estoy en la terraza con un poco de calor.

—¿Y tu esposa?

—Está enojada y dormida, tuve que salir para hablar contigo.

—-Entiendo. Por cierto, me encantó la canción,  ¿quién la canta?

—Félix  de Oleo,  se llama "dos amantes".

—Wao, me gustó demasiado, sus  letras y todo combinó justamente con lo que estamos viviendo.

—No sabía que te gustaría tanto. Espera...

Hace  un silencio  y de repente empieza a sonar la hermosa balada junto con su voz.

En un cuarto dos amantes
Conversaban de su amor
Mientras sus caras mojadas de llanto
Humedecían el dolor.

Cuanto siento macharme
Tenemos que despertar
Pues tú sabes que me esperan en casa
Mañana te llamaré 
Y decirte que tú eres
Importante en mí vivir
Que aunque tarde hayas llegado a mi vida
Siempre te amaré.

Suspiro escuchando y mis ojos se humedecen porque me hace recordar de cómo lo conocí y cómo nos besamos en ese árbol.

Te veré a la misma hora
En la misma habitación
Lloraremos, sonreiremos unidos

De pasión los dos, los dos locos de amor.

De pronto me doy cuenta que estoy llorando, porque está cantando. Me hace sentir cosas muy bonitas.

Volveremos a encontrarnos
Cerca del árbol aquel
Que de tarde nos veía al besarnos
Y alejarnos sin querer

La cancion no caía como anillo al dedo. Él no sabía que mi silencio era por el simple hecho de llorar.

De un momento apaga  el leve sonido que cubre nuestro silencio. Yo suspiro y cierro mis ojos.

—Es hermosa —susurro.

—Si lo es. Es justo lo que nos pasa.

—Así es, ¿sabes? Tengo miedo de irme y no volver a verte más.

—Tranquila, buscaremos la manera de vernos.

—Eso espero, realmente no me importa más nada que verte de nuevo.

Hablamos durantes unos minutos más.  Pero debía colgar ya que su esposa se podría dar  cuenta que habla conmigo.

No pude dejar de pensarlo la noche entera, soñaba con que él viniera y me despertara con sus besos, así como la primera vez.