Cap.32 " INVIERNO "

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  Cuando Taehyung logró despertarse, miró al mueble con un reloj que estaba a su lado, mostrándole en pequeñas pero distinguible números verdes fosforescentes la hora. Eran las 6 y 30 de la mañana, aun se podía notar el dejo de oscuridad en la blanquecina pieza, y ese frío mañanero que traspasaba el cuerpo del moreno. Cuando Tae trató de pensar todo lo que había hecho en la noche, sus mejillas se calentaron al instante por el bochorno y la vergüenza de todas esas posiciones y todas esas veces que Hope había entrado en el sin ninguna restricción, más que un condón y lubricante. Podía recordar claramente las 5 veces que lo había hecho con Hope, y las palabras que este le había dedicado con cada estampida en contra de su cuerpo, con su miembro erecto y duro contra él, dejándole el pequeño agujero del menor más que ardiendo.
-Auch! –gritó el moreno en un susurro, sin poder guardarlo en la garganta. Al tratar de levantarse de la cama se dio cuenta que el dolor era completamente intenso en la parte baja de su columna, pero aun así traspasando toda su espalda, desplomándose nuevamente en las tibias sábanas.
Al mirar a su lado, vio la espalda descubierta del rubio, con sus mechones esparcidos por toda la almohada, además de poder notar como en esa misma espalda, podían verse pequeños, pero hartos rojizos rasguños traspasando su blanquecina y cremosa piel, dejando al descubierto esos dejos de placer por parte del moreno en una parte del cuerpo del mayor.
Tae quería acercársele, tocar su espalda, pasar sus brazos por su cintura, y proporcionarle el calor corporal que el rubio necesitaba en esos momentos, esos momentos cuando tenía su espalda al descubierto, con un frió mañanero, con un temblor pasando por su columna de vez en cuando. El castaño quería que eso se fuera de Hope, y Tae quería ser como un oso, dándole el calor que necesitaba... Pero claro, eso era algo que no iba a suceder... jamás.
Cuando dejó pasar un tiempo, después de decidirse que ese abrazo jamás iba a pasar, ni menos darle un beso de mañana al chico malo, el castaño se decidió por levantarse. Pero al hacerlo, encontró el mismo resultado que tuvo hace un rato atrás. Su columna le dolía demasiado, además de poder sentir esa incomodidad ardiendo por su trasero. El moreno podía recordar como había gritado, gemido y tenido mil y un orgasmos por la noche de pasión de Hope y el, pero en esos momentos, el moreno solo quería dejar pasar esos recuerdos, y pensar que nunca pasaron, solo para olvidar el dolor que tenía en ese instante en su cuerpo.
Al pasar un rato de intentos fallidos, el moreno finalmente  pudo su cuerpo, caminando lentamente a donde estaba toda su ropa, tomándola y poniéndosela con cuidado y sin prisa, después de todo, llegar a clases un poco tarde, no le hacía mal a nadie.
-Hope –le llamó Taehyung, mientras le rozaba con la yema de sus dedos la mejilla del rubio, admirando con todo su corazón esos rasgos finos del mayor, revoloteando mariposas en su estomago cada vez que pensaba en sus labio con los de él, además de poder sentir su corazón palpitar más rápido al momento de ver los rasgados y oscuros ojos del mayor abrirse, dando a conocer el sueño que tenía por la inyección de sangre que tenía por su iris.
-Taehyung –le respondió con la voz totalmente ronca por el reciente despertar.
-Me voy a la escuela –Le habló el muchacho, viendo como el mayor tocaba su mano y la alejaba de su rostro.
-Como quieras. –murmuró, dándose vuelta en la cama, y estirando las sábanas hasta tapar todo su cuerpo.
Esto le calló a Tae como un balde de agua fría, y le ayudó a recordar que ellos no tenían ni una relación, solo eran... eran... eran... nada. Eso, eran nada, ¿cómo podían ser algo si Hope siempre había dicho que no eran nada?... ¿no?.
Al llegar a su casa, después de un largo trayecto, su cuerpo quedó agotado en su sillón principal, sobándose la espalda como pudiera y tratando de olvidar el dolor que sentía, pero volviendo a recordar esa noche de pasión, y volviendo a colocársele las mejillas completamente rojas por como se había dejado llevar. Hope si que sacaba lo peor y lo mejor de Taehyung.
Al bañarse con agua más que caliente, y secarse con cuidado, se colocó su uniforme, mirándose en el espejo por primera vez.
-mierda –susurró al mirarse y darse cuenta que tenía un chupón en su cuello, casi en la parte de su mandíbula, no pudiendo taparla con nada que no fuera maquillaje. Y eso era si tenía suerte y encontraba la base para cara de su madre por allí.
Al buscarla por todas partes, pudo encontrar un poco escondida el maquillaje que tanto necesitaba, llegando nuevamente al baño, se miró minuciosamente su cuello, desabrochándose la camisa para admirar las mordidas de pasión que estaban en todo su pecho, y que no se había percatado hasta ese instante. Su cuerpo tembló descontroladamente al recordar como se habían creado todas esas mordidas, Hope lo había dejado en el séptimo cielo con cada estampida, al parecer, el mayor ya sabía como hacer perder el conocimiento al castaño, dando cada vez, con una precisión exquisita en su próstata, como si supiera como funcionaba el cuerpo del menor desde tiempos lejanos.
-¿Qué hago? –habló nuevamente, tratando de ponerse todo el maquillaje en ese chupón, tan malditamente visible.
Al notar que ya estaba pasable, y se veía como una mancha más que una mordida de su chico malo. Tae salió de su casa, aun con ese dolor por su coxis, pero tratando de disimularlo al caminar.
-TAE! –gritó alguien antes de que este pudiera dar un paso más para irse por las escaleras de su departamento. Al mirar hacia atrás, vio una sonrisa deslumbrante y unos ojos cafés de chocolate observándolos con alegría y pasividad.
-Yonghwa –le dijo al joven, el cual llegó a la altura del muchacho.
-¿Cómo has estado, Tae? –le preguntó el joven, caminando al lado del alien mientras bajaban juntos la escalera.
-Bien, y tu? –le preguntó de vuelta.
-Bien, ahora voy a mi trabajo –comentó, moviendo su hombro para que Tae se diera cuenta que en realidad allí tenía una guitarra dentro de la funda negra. –Me está yendo bastante bien –dijo con una sonrisa reveladora de sus sentimientos sinceros, y esto hizo que Tae le devolviera esa mirada de alegría, y con una sonrisa le habló.
-Estoy seguro que deberías dedicarte a eso Yonghwa.
Cuando Tae estaba llegando a la entrada de la escuela, Yonghwa aun seguía con él, hablándole y haciéndole la mañana más amena, junto con esas formas especiales que hacia el mayor en hacer reír al castaño, recordando viejos momentos, y revelando sentimientos que no se decían hace un tiempo, acerca de Daegu, de sus padres, de su vida anterior, de sus amigos nuevos, de los viejos, etc.
-Bueno, acá te dejo –terminó el mayor, mirando a la entrada de la gran escuela.
-Sip –habló juguetón el moreno, tratando de no tener ese color rosado en sus mejillas, ya que tener a su ex novio cerca de él, con esa sonrisa que hacia desmayar a cualquiera, y que este le hablara de cosas más profundas un día en la mañana, cuando Tae recién salía de una noche de pasión con su chico malo, era un poco bochornoso. –acá me voy. –le comentó torpemente.
-Me gustaría verte por mi tienda hoy en la tarde. –murmuró el muchacho, algo cabizbajo, como si estuviera... tímido, algo nunca antes visto en Yonghwa.
-Oh, ¿puedo ir sin que se enojen contigo? –le preguntó el castaño, algo sorprendido por la forma en como lo estaba pidiendo el mayor.
-Si, no hay problema –dijo, volviendo a su antigua ser, con una sonrisa alegre en su cara –Entonces, ¿te espero? –le preguntó con sus ojos brillantes y resplandecientes. Tae solo lo miró y sonrió con ternura.
-Si, como a las 5 estaré por allá –avisó con soltura, mirando a Yonghwa con mucho cariño, era extraño que después de lo que habían pasado, Tae no podía estar enojado con él, no podía dejarlo ir de ese modo, ese joven era una de las mejores cosas que le había pasado en Daegu, Yonghwa era alguien demasiado valioso como persona.... Tal vez... Tae estaba volviendo a sentir esas cosas que sentía cuando era más joven, o tal vez no, pero por ahora, Yonghwa era un respiro a su vida de Seúl, y una puerta a la felicidad de Daegu que tanto extrañaba.
-Te estaré esperando –le gritó ya lejos de él, con un Tae volviendo al planeta tierra y mirando la espalda del mayor irse para el otro extremo.
-Taehyung! –le gritaron cerca de su oreja, el joven abrió los ojos y observó como toda la clase lo observaba. –No me digas que has estado durmiendo toda mi clase, jovencito –le regañó el profesor de Química cerca de él, con las manos en la mesa del moreno, este miró al adulto y parpadeó un par de veces, tratando de ver mejor y recuperar la cordura, carraspeando un poco se sentó derecho en su silla.
-Disculpe –dijo con una voz ronca y carraspeada, pero tratando de ser lo más respetuoso posible.
-Que no vuelva a pasar Taehyung –le habló el señor, con más fuerza en sus palabras –Eres un buen alumno, no quiero que te pierdas. –terminó su discurso, caminando al principio de la sala para seguir su explicación en orgánica y plantas, algo que Tae no podía ni siquiera recordar el como llegó a esa clase.
Su cuerpo le dolía como nunca, además de tener pesadez en su cabeza, junto con el sueño que no le dejaba concentrarse en ninguna clase.
Hope le había dicho la noche anterior que esto iba a pasar, y que el rubio iba a estar muy complacido por saber que Tae había dicho que era de él, y de nadie más. Pero ese pensamiento hacia al moreno sentirse algo confundido, de alguna manera, Hope siempre le decía que Tae lo tenía loco, además de querer recordarle siempre al castaño que este tenía un "dueño" y ese dueño no era nada más ni menos que el propio chico malo de la escuela, junto con todo esto, estaba el sentimiento de que Tae pensaba que Hope aun podía sentir algo por el moreno, ya que el mayor se preocupaba de él, además de ayudarlo con GD y su tropa de idiotas, incluso el rubio lo había integrado a su vida amistosa, en conjunto con la familiar, conocer a Jiwoo debe ser un gran evento en la mente del rubio, entonces... Por qué el mayor seguía diciendo que no tenían nada? Por qué no quería tener nada? Por qué se empeñaba en ser un chico malo, rudo y rebelde en frente de sus amigos? Si cuando estaban solos los dos, Tae sabía muy bien que Hope era un dulce de caramelo. Qué pasaba por la mente del rubio cuando este miraba a Tae?... Esa y más preguntas se hacía Taehyung mientras pasaba la hora de clases.
-TAEHYUNG! –le gritó una voz ronca. Cuando se dio vuelta, vio a Zico y Rapmon en el pasillo, al llegar a su altura con unas sonrisas en sus rostros, se pusieron uno a lado del otro contra los casilleros, mirando al moreno. -¿Cómo estas? –preguntó Zico con una sonrisa, pero esta ocultaba algo. El castaño miró a Zico y Rapmon sospechosamente.
-B...bien –le contesto, devolviéndole una sonrisa nerviosa -¿pasa algo? –les preguntó, haciendo que estos se miraran y compartieran un comentario invisible, riéndose a carcajadas después de dos segundos, haciendo que muchos de los estudiantes se voltearan a ver que ocurría. Tae se dio cuenta de eso y trató de calmarlos. –Hey chicos, están llamando la atención. –les comentó, pero sintiendo como cada vez le daban ganas de reírse a él, ya que esas dos risas eran bastante contagiosas.
-Na... da TaeTae –le dijo Rapmon, tocándose el estomago para calmarse. –Es solo que queríamos ver si estabas bien, eso es todo. –murmuró con pequeñas risitas entre medio.
Cuando tocaron para entrar a la otra clase, Tae se despidió de ellos y se dio la vuelta para caminar, pero el dolor que sentía durante toda la mañana lo acompañaba a todas partes, no pudiendo dar pasos tan fuertes, así que se dedicó a caminar con largos pero delicados pasos. Esto no pasó desapercibido por los dos chicos que lo miraban desde atrás y siguieron a Tae.
-Hey, Taehyung, tuviste una dura noche, no? –le comentó Rapmon en su oído, con unas carcajadas seguidas del comentario. Zico posó su mano en el hombro del moreno, y le entregó una pastilla con la otra.
-Tómala, te hará bien. –le susurró el otro, dejándole el medicamento en el bolsillos del bléiser de Tae.
-Esperen –les llamó el moreno, antes de que ellos se fueran a su clase. -¿cómo... cómo es que saben que...? –Y antes de poder terminar la frase, Rapmon respondió.
-Hope nos llamó y nos dijo lo de su... nochecita –susurró esa última palabra, haciendo que al castaño se le encendieran sus mejillas de un rosáceo. –Y al parecer tenía razón con lo de que no te iba a dejar caminar. Así que nos dijo que te diéramos algo –le murmuró, con un Tae más que avergonzado, miró hacia otro lado rápidamente, y percatándose que ya no hubiera nadie en los pasillos procedió a responder.
-Muchas gracias, chicos. –les dijo, y se fue casi corriendo a el baño más cerca, con la espalda adolorida y en su parte trasera ardiendo.
Al llegar al baño se miró al espejo, aun estaba el maquillaje intacto en su cuello, y podía ver como sus mejillas estaban rojas por la vergüenza de que los amigos de Hope siempre supieran lo que ellos hacían en la intimidad de las cuatro paredes de su chico malo. Pero algo le quedó dando vuelta en la cabeza por harto tiempo, después de tomarse la pastilla y llegar a su clase de biología, el pensamiento que estaba en su mente y que no podía sacar, era el simple hecho de que Hope había llamado a sus amigos para que le pasaran a Taehyung una pastilla, tal vez no era un gran acontecimiento a los ojos de otras personas, pero para Taehyunge, el solo hecho de que el rebelde se preocupara del aliencito de Daegu, hacia que el corazón de este se revolcara dentro de su cuerpo, y latiera rápidamente con solo ese pensamiento, con solo ese sentimiento de pensar que Hope tal vez si sentía algo más por el menor, aunque sea algo mínimo.
Al salir de cases, con su cuerpo algo más relajado y sin dolor, pero aun con el sueño presente en sus ojos, se dirigió a la tienda de Yonghwa, sabía que este estaba en el mejor trabajo que podía tener en Seúl, aparte de compartir con sus instrumentos, este podía conocer a personas grandes en el mercado de la industria de la música, algo que el universitario debía aprovechar al máximo con todo ese talento escondido dentro de él.
Al llegar a la gran tienda, que tenía dos pisos, caminó rápidamente hacia donde provenía una música de guitarras junto con un violín, y al encontrarse con esos ojos castaños, que estaban casi entrecerrados, cantando con todo su corazón una de las canciones que más le gustaba Taehyung de una banda muy conocida, pudo apreciar como había mucha gente alrededor de ellos, generalmente un público femenino y joven, pero sin olvidar que habían hombres de trajes apreciando la música de Yonghwa y un muchacho algo chico al lado de él con un violín, siguiendo la música y la voz del universitario.
Cuando terminó la canción, hubo una estampida de aplausos que seguramente se habían escuchado por toda la tienda. Cuando Yonghwa bajó del pequeño escenario, fueron mujeres a donde él, con cuadernos y lápices, pidiendo autógrafos y estrechos de manos. Tae solo miraba esto con una sonrisa en la cara, este era la vida que necesitaba Yonghwa para brillar más de lo que ya lo hacía.
-¿te gustó? –le preguntó el universitario cuando ya estaba desocupado de conversaciones rápidas acerca de su carera con hombre importantes y magnates de la industria.
-Por supuesto, jamás pierdes tu toque, se podían escuchar los gritos de las niñas a mil kilómetros –comentó el moreno.
-No me digas que estás celoso Tae –habló el otro, haciendo que el moreno lo mirara con un sonrojo por el mal entendido y negando con la cabeza vehementemente.
-No no no no, Yonghwa... -dijo, pero no termino de decir nada cuando sintió la carcajada del otro, esa risa característica de él y solo él, además de ver esos relucientes dientes debajo de sus rosados labios.
-Esta bien TaeTae –le comentó –Pero tu sabes muy bien que eres el único que está aquí –dijo, haciendo un ademán con su dedo y dejando justo en la altura del corazón, el castaño sintió como sus palpitaciones se elevaban un poco más al honesto comentario del universitario.
-Yonghwa –murmuró en tono de reproche.
Cuando ya estaban lejos de la tienda de música, la más grande de Seúl, fueron caminando para ver donde estaba la tienda de helados que tanto lo quería llevar el mayor, según él, eran los mejores helados del mundo, tenían yogurt, y leche, y frutas, y endulzante natural, etc.
-Por acá –le apuntó el estudiante, pero Tae se quedó pegado en el cartel de una tienda –No me digas que quieres comprarte ropa acá –le murmuró, pero el castaño no podía despegar los ojos de allí, esa era la tienda donde Hyope lo había llevado y besado en un vestidor, casi llegando a los toqueteos sexuales, además de ver a un dócil rubio dejando besarse, entregándose casi en completo a Tae. –Hey! –le llamó el universitario, a lo que el moreno solo sacudió su cabeza de esos fogosos recuerdos que lo hacían estremecerse un poco, y siguió al mayor.
-Disculpa –le comentó el muchacho, mirando a Yonghwa algo avergonzado por su comportamiento tan torpe y de inteligencia a costo plazo.
-Esta bien, desde que te recuerdo eres un chico de corta atención a las cosas que pasan a tu alrededor, aliencito –le avisó el sonriente mayor, con un helado en su mano y entregándole otra a el menor. Este también le sonrió, saboreando su helado de chocolate, Yonghwa y Tae siguieron hablando de lo que pasaba en sus vidas, poniéndose al tanto de todo, sus amigos, sus familias, sus nuevas vidas.
-Y J-hope? –le preguntó a Tae de repente, haciendo que este se atragantara un poco por la pregunta -¿Sigues con él?
-Yonghwa, ya te dije cual era nuestra relación. –le comentó algo alterado por la pregunta.
-Ahh, cierto –dijo con una falsa actuación –recuerdo que me dijiste que él jamás te devolverá tus sentimientos, pero aun así sigues con él, algo que a mi parecer, está mal, y no puedo llegar a entender, el simple hecho de que él te trate como si fueras solo un pedazo de carne es algo perturbarte y que me da asco en solo pensar que ese tipo a puesto sus manos en tu moreno y bello cuerpo, algo que yo nunca logré en dos años de estar contigo, TaeTae –El menor se quedó con la boca abierta por toda la información que le había llegado a su cabeza, era casi extraño escuchar a Yonghwa hablar de esa forma de alguien, pero también era una forma de hacer despertar al castaño de algo que en realidad sabía muy bien, y lo tenía bastante asumido.
-Sé... sé que es tonto que me quede a su lado pero...
-Es inconcebible que seas así con él... como si de verdad fueras de él, lo que no es el caso porque somos personas individuales, no pertenecemos a nadie.
-Lo s...
-No!, Tae –le gritó el mayor, parándose de la silla en la que estaba sentado al frente del moreno –no lo sabes, ese idiota lo único que quiere es pasar un buen rato y ... y después qué... dime... que es lo que haces después de ese buen rato, ah?... acaso te da cariño?, acaso te abraza?, acaso te dice que lo hiciste bien?, acaso te pregunta como estas?.... acaso se disculpa por haberte hecho ese chupón?! –le preguntó a Taehyung, que estaba con los ojos abiertos como plato y con el corazón palpitando rápido por como lo estaba tratando su mejor amigo, además de que este se diera cuenta de lo que tanto quería ocultar –acaso te pidió disculpas por como te trató? Y por como estás ahora, sin poder caminar bien? Acaso pasó todo eso? –le preguntó, con sus cejas ceñidas y con la voz fuerte y clara, ronca y dura, sin dejarle ninguna duda al moreno sobre cual era el camino que tenía que tomar desde ahora en adelante, un camino que el castaño sabía que no podía tomar. –Crees que no me doy cuenta, Tae –le afirmó, con algo de tristeza en su voz –Pero cuando lo vi por primera vez, y después vi tus ojos, supe de inmediato que él no era para ti, la simple forma en como te trata, y como estás al límite con él, no sabiendo como este reacciona, un personaje impredecible, alguien completamente diferente a ti, un chico malo, alguien que no merece ni el más mínimo de tus caricias, un idiota con ego. –Los ojos del menor estaban vidriosos, la forma en que le estaba diciendo las cosas Yonghwa era en tono de preocupación, jamás fue con veneno, pero aun así, llegaban y calaban muy profundo en el corazón del moreno, haciendo que este recordara todas esas veces que Hope le había dicho que jamás sería suyo, que no le correspondería sus sentimientos, que no le importaba en lo más mínimo, que solo era alguien con quien divertirse, que solo era un juguete.... Algo que jamás seria con Yonghwa.
-Yo... -antes de poder decir algo se le cortó la voz, con un suspiro de tristeza en su garganta. –Yo sé que... así es como se ve, pero en verdad....
-En verdad qué? –le respondió –En verdad qué Taehyung? –le preguntó de nuevo, desafiante y casi enojado, pero aun así en sus orbes castañas se podía ver la preocupación. –Acaso me vas a decir que es diferente contigo cuando están juntos? –siguió, a lo que Tae lo miró con los ojos llenos de lágrimas, pero no queriendo soltarlas en ningún momento.
-Así es Yonghwa –le habló con la voz temblorosa, pero fuerte y clara –Él es diferente conmigo, y creo que de alguna forma le estoy gustando más de lo que antes...
-Taehyung! –le gritó el mayor, llamando la atención de los otros clientes, pero siguieron su comida al pasar los segundos –Entiende que una persona como él, jamás va a amarte de esa forma, solo te está ocupando –al hablar, las palabras que salían de esa boca, calaban fuerte en el corazón del moreno, pensando y asimilando todo lo que le decía el universitario –Déjalo ya!, has que deje de jugar contigo, Tae –habló con preocupación.
-Yonghwa, yo... -Y antes de que el menor pudiera decir algo más, el universitario se inclinó hasta chocar sus labios con los de Tae, haciendo que este abriera los ojos rápidamente y de par en par, con el corazón latiéndole a mil por hora por todos los recuerdo que le vinieron a la cabeza en un segundo de Yonghwa y él, antes, hace mucho tiempo, besándose y jugando con sus manos, entrelazando sus dedos, y durmiendo juntos acurrucados el uno contra el otro, recuerdos que Tae quería dejar atrás, pero que ese beso que le estaba dando el mayor en ese momento, era para nunca olvidarse. El universitario después de unos segundos, posó su mano en la mejilla del moreno, atrayéndolo más a su cuerpo y besándolo con más profundidad, pero sin llegar a jugar con su lengua antes de que el castaño le tomara su camisa y lo alejara de él rápida y furiosamente. –Yong... -habló con fuerza, pero fue interrumpida por otra voz atrás de él, una voz que le hizo estremecerse de pies a cabeza y que el pulso dejara de palpitar en su yugular.
-Taehyung –se escuchó,  ese tono característico de ese joven, de ese rebelde, de ese rubio, de ese chico malo ...Hoseok. 

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Chan Chan Chan Chan~

Quiero saber desde que país están siguiendo este fic. ¿De que país son? ¿Cuantos años tienen?

Soy de México y tengo 17 años, en febrero cumplo 18 . Me gusta J-hope :v

Posiblemente actualice el miércoles :3

Las quiero, sigan leyendo <3



BAD BOY [VHOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora