Cap.28 " YONGHWA"

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  Ahí estaba él, Yonghwa, el ex novio de Taehyung desde hace unos años atrás, el primer hombre que le dio un beso a esos labios felinos del moreno, el primero que hizo experimentar esos sentimientos de amor al castaño, el primero en acelerarle el corazón al aliencito, y el primero en demostrarle que una persona si podía amar después de perder un familiar muy importante, después de perder la mitad de tu vida. Yonghwa, el hombre que le dio esperanza al moreno, el que le enseñó a seguir con su vida, el que lo empujó a levantarse y volver a caminar.
-Yong... Yonghwa –Tae aún no podía hablar bien por la sorpresa de ver a ese hombre frente la puerta de su casa. Con esa sonrisa inolvidable. Haciendo palpitar su corazón.
-Hey, Tae, ¿por qué esa cara? como si hubieras visto un fantasma. –Murmuró el otro, aun mostrando los perlados dientes. -¿Qué? –Le dijo nuevamente al moreno, inclinándose un poco para mirar a esos abiertos ojos del castaño –No le darás un abrazo a tu hyung preferido. –Comentó este, haciendo que Taehyung saliera de su trance y sonriera alegremente.
Lo abrazó fuerte y apretadamente contra él, Tae sabía muy bien, al igual que Yonghwa, que habían cosas que decirse y momento que debían recordar, pero ahora, todo era dejado de lado, y solo deleitándose mutuamente por el abrazo, haciendo que la madre de Tae mirara todo esto con ojos enternecidos por la escena.
-Te extrañé mucho aliencito –Le susurró el hombre en su oído, haciendo que el moreno temblara de pies a cabeza por esa frase, la palabra aliencito solo era usada cuando Yonghwa y él estaban solos, hace mucho tiempo, en una habitación vacía, dándose caricias y tiernos besos, momentos claves de su relación como pareja, pero aun así, que nadie se enteraría de eso, ni siquiera sus padres.
-Yong... -Tae no podía responderle de la misma manera, a pesar que ese hombre que abrazaba era uno demasiado especial, ahora Taehyung tenía el corazón y su mente en otro lugar, en otro hombre, en un rubio de ojos tenebrosos y oscuros, pero que por dentro, era un pequeño cachorrito.
-No sabes cuánto me arrepiento de lo que hice –Siguió este, sin detener el abrazo, sin soltarlo, con sus labios tocando la oreja caliente del moreno, susurrando cada palabra y cantándolas con fervor y gravedad.
-Yo... -
-Discúlpame, aliencito –Suplicó, enterrando su rostro en el cuello del castaño, apretándolo más fuerte contra su cuerpo.
-Ya está olvidado, Yonghwa, hiciste lo que tenías que hacer –murmuró el otro, tratando de olvidar un poco las imágenes de esos momentos que pasó en su cama, solo, sin compañía. Tratando de olvidar esas lágrimas derramadas.
-Sabía que te gustaría esta sorpresa, Tae–dijo alegremente la madre de este desde atrás, al moreno se le había olvidado por completo la presencia de su madre, se alejó un poco de Yonghwa, con sus mejillas un poco sonrojadas, y tomó la mano del otro moreno.
-Toma cena con nosotros Yonghwa. –sugirió el moreno, tratando de evitar los ojos castaños del mayor, que lo podían atravesar con solo una mirada.
-Sería un placer. –Comentó el mayor, con una sonrisa cálida y sin preocupaciones.
Al terminar una cena de casi 2 horas, con conversaciones de las aventuras de Yonghwa en la Universidad de Seúl, del por qué había ganado una beca, del por qué antes este se había ido de Daegu a otra parte a estudiar, de por qué esto no resultó, del por qué la madre de Tae le había ofrecido el departamento de al lado de ellos que estaba en arriendo, del por qué el mayor estaba estudiando música, del por qué Tae ya no se juntaba mucho con Jimin, del por qué se habían ido de Daegu, del por qué el menor tenía un buen promedio en matemáticas, algo nunca antes visto, y muchas cosas más. Hasta que Yonghwa preguntó algo... Algo que Tae no sabía cómo responder.
-Y Tae... ¿Tienes novia? –Inquirió con las cejas alzadas, con una sonrisa cálida, como siempre. El castaño le latió el corazón un poco rápido, no sabiendo que responder durante unos segundos, claro, no podía decir que tenía novia, porque no la tenía, pero aun así, tenía a alguien especial en su vida, que Taehyung hubiera dado mucho porque fuera su novia, y uno de esos problemas era que no era mujer, sino un hombre, un muchacho al cual su madre no tenía ni la menor idea que tenía algo más con su hijo que una simple relación de amistad.
-No – Respondió Tae, con las mejillas sonrojadas y mordiéndose el labio, una vieja mueca que hacía cuando estaba nervioso.
-Ahaa... pero tu reacción me dice otra cosa. –Adivinó el moreno, mirándolo aun con una sonrisa, con su mano en su mentón, y su codo plantado en la mesa de comer.
-Yo no... no tengo novia. –Siguió el muchacho, algo tartamudo por los nervios, tratando de no mirar a su madre que sabía que estaba bastante pendiente de la conversación.
-En realidad Tae no ha traído a ninguna chica a la casa, solo a un amiguito, eso es todo. –Comentó la mujer, con una voz aguda pero relajante, que no hizo mucho temple en el corazón de Tae, que seguía latiendo rápido.
-Ahaa... un amiguito –murmuró Yonghwa, con una cara sospechosa, pero que duró unos segundos, y ahí pasó el mayor a otro tema, salvando a Taehyung y dejándolo respirar.
Al terminar la sobremesa y todas las explicaciones, los recordatorios de momentos bellos, entretenidos y algo vergonzosos, la madre de Tae le sugirió que este le diera una vuelta a Yonghwa por la ciudad, "para que este no se perdiera y lo raptaran por esa carita tan hermosa que tenía."
-Muchas Gracias, Señora Kim, pero ahora tengo que ordenar todo y en realidad, me gustaría visitar mañana a Tae en la escuela –comentó, mirando después al moreno para preguntarle -¿puedo?
-Si, por supuesto –Respondió el castaño, feliz de poder tener a ese amigo leal, fiel y encantador que tenía cuando era más pequeño.
-Muy bien, me alegro mucho que aun sigan siendo tan amigos. –Comentó la mujer, mirando a Tae y empujándolo hacia Yonghwa –ahora anda a ayudarlo un tiempo, nos vemos más tarde, a las 10 te quiero acá durmiendo. –dijo y dejó que los dos muchachos se fueran al departamento de al lado, a la casa del nuevo vecino de Taehyung.
El castaño miró todo el departamento, estaba todo vacío, menos por unas cajas y algunos muebles que se encontraban allí.
-¿Tienes cama, Yonghwa? –Preguntó el moreno, mirando como un cachorrito todo el nuevo lugar, era bastante parecido a su casa, solo que la cocina americana estaba del lado izquierdo de toda la casa, y tenía una pieza solamente.
-Sip, mañana me dedicaré a armar los demás muebles. –dijo, mirando a Tae de pies a cabeza. –Has cambiado Taehyung. –dijo ronco el mayor, acercándose más al moreno, haciendo que este tragara un poco más duro que antes, y con su corazón un poco acelerado.
-Tu también. –susurró, con una voz algo extraña por el nervio.
-¿en serio? ¿Qué he cambiado? –preguntó el mayor, caminando cada vez más donde estaba el menor, haciendo que este casi corriera a donde estaba la cocina, zafándose del universitario.
-Bueno, ahora estás más alto, y más...
-más...
-más maduro... -suspiró rápidamente, no podía decir que estaba guapo ni nada de eso, era como si Tae estuviera coqueteándole, y el castaño no quería hacer eso. No cuando su corazón le pertenecía a otro.
-Más maduro –repitió el hombre, con una voz de decepción.
-Si –siguió Tae – Además que ahora estás en la universidad y eres más responsable y más...
-¿Tienes novio? –Le interrumpió el castaño, mirando desde la puerta de la cocina, con sus ojos brillantes por la luz de la lámpara, y con sus brazos fuertes contra su pollerón rojo.
-Yonghwa, ya te dije que no tengo...
-Te pregunto si tienes un novio, no-vi-O, quiero saber si alguien está en tu mente que estas tan esquivo conmigo. –Murmuró el mayor, con un tono de voz algo ronco pero cálido a la vez.
Era muy extraño eso, pero... Tae siempre que estaba con el mayor, este le daba un aire de protección, de amor y cariño, un aura totalmente cálida y brillante, sin contrastes ni malas vibras, todo era luz sin oscuridad, nada fuera de lo común, nada fuera de lugar, nada fuera de lo que tenía que ser... Totalmente diferente a lo que sentía con J-hope, este tenía un aire de irresponsabilidad y severidad, era oscuro y malvado, pero con esa adrenalina, con esa acción que le daba a la relación, con esa manera tan impredecible de ser, con esa forma tan salvaje de comportarse, y que le daba escalofríos a Tae cada vez que pensaba en esa mirada sombría y bestial, pero que finalmente, podía ser domada de una forma, que podía darle un giro a su vida, y que Tae en las noches que salía con el rubio, se sentía más protegido que nunca en su vida.
-Te...tengo a alguien –comentó el menor, mirando al suelo, más que sonrojado, era un poco extraño hablar con su ex novio de su "pareja" actual.
-Y, es oficial que están juntos? –Preguntó el mayor, acercándose cada vez más al moreno, sin poder hacer que el aliencito se escapara para ningún lado.
-Noo... -musitó el castaño, sintiendo cada vez más a Yonghwa cerca de él.
-Entonces... No le perteneces a nadie. –Confirmó el universitario.
-Estás equivocado –le respondió el otro, mirando hacia arriba, encontrándose con esos castaños ojos. –Si le pertenezco, yo... yo lo amo. –aseguró el joven, aun con su cuerpo tenso, viendo como los ojos del mayor se abrían por la sorpresa.
-¿lo.. lo amas? Pero ni siquiera es tu novio. –inquirió el mayor, algo confundido por el estamento que le tiró el menor.
-Lo sé, pero... Han pasado muchas cosas que me han llevado a esa conclusión –siguió el moreno, recordando esas sonrisas de rubio, algo extrañas pero que aun tenían cabida en la vida diaria del chico malo, o esa vez que J-hope lo salvó de quedarse atrapado en una parte del colegio, cuando lo salvó de que quedará más herido por que casi lo atropelló un auto, esa vez que el rubio lo celó con una mujer, esa primera vez que tuvo en un claro a la luz de la luna, esa vez que Jin le decía que el moreno no era una personal común para el mayor, esa vez que J-hope le dio una golpiza a su propio primo por molestar a Tae, esa vez que Hope lo salvó de un malvado GD y la última vez, pero la más sorprendente, cuando J-hope le dio una golpiza a los que habían herido a Tae durante un largo tiempo en su estadía en Seúl. –La conclusión de amarlo.
Yonghwa estaba sorprendido, con su boca un poco abierta y con los ojos algo desorbitados por la nueva información.
-Estuvimos casi tres años juntos Tae, y jamás me dijiste un "te amo" de esa forma. –murmulló el mayor, sentido y desapreciado por el castaño.
-No... No es que no sienta eso por ti es solo que... Con él, yo... Yo no... Yo... -
-De acuerdo, Tae, no quiero que me digas nada más por ahora –Dijo el moreno, saliendo de la cocina, y dándole la espalda al menor.
-Yong...
-¿Mañana nos veremos verdad? –Preguntó el mayor, devuelta con esa sonrisa tierna y sin rencores –Me gustaría recorrer la ciudad como los buenos amigos que siempre fuimos. –comentó este. –Espero que tu amiguito no se enoje. –murmuró con unos ojos algo heridos.
-Oh no –dijo el menor –en realidad a J-hope no le importa mucho lo que haga –siguió el joven.
-¿J-hope? –dijo, saboreando el nombre -¿ cómo que no le importa?
-Es solo que a J-hope no le interesa mucho lo que haga, no es un amor recíproco. –dijo el menor, con una sonrisa en su cara, pero mirando al suelo, recordando todas esas veces que el rubio le decía que jamás tendría los mismo sentimientos que el moreno.
-Wow, y ¿aun sigues pensando en él? –preguntó el mayor.
-Claro, lo amo, Yonghwa, no voy a dejarlo ir. –Dijo este, mirándolo a sus ojos, queriendo decir exactamente lo que tenía en su corazón, no dejaría ir a Hoseok de su vida.
-Ammh –murmuró el mayor-entonces, ¿no hay problema con que valla mañana? –dijo este.
-No, además, lo suspendieron por un mes, así que, seguramente no lo veré tanto tiempo. –
-¿QUÉ? –Gritó el universitario, acercándose a Taehyung -¿lo suspendieron? ¿Qué hiso? ¿te pegó? ¿Le pegó a alguien? ¿Es un chico malo? – "no tienes idea"
-Jejeje –rio Tae algo incomodo por todas esas preguntas que le hiso su amigo de la infancia –él.. buenoooo... -¿cómo poder explicarlo sin que suene mal? El menor se rasco un poco la nuca, tratando de enfriar su cabeza, sin pensar tanto. –Sí, bueno, no me pegó a mí, pero si a otra persona, un chico, un chico que me molestaba mucho, él.. él me defendió Yonghwa, J-hope, que supuestamente no está interesado en mí, me defendió, y es por eso que lo suspendieron.
-Aun así Tae, la violencia no es nunca justificable. –comentó el otro, teniendo el mismo pensamiento que el castaño, en realidad, en Daegu esas cosas no pasaban, la gente era pacifica y buena, no pasaba ese tipo de cosas, y si pasaban, eran olvidadas en poco tiempo, siendo los enemigos los mejores amigos al día después, pero acá, en Seúl, una ciudad gigante y llena de gente, de diferente índole, era todo distinto. "la violencia nunca es justificable" esa era la frase que su padre siempre les dijo a todos los que conocía en Daegu, y por supuesto Taehyung lo tomó como un mantra, y todo eso y muchas cosas más, J-hope las cambió inconscientemente, de su oraciones en la noche.
-Lo sé, pero yo no puedo controlar lo que hace cada uno, Yonghwa. –comentó el menor, mirando a sus ojos, castaños y puros, sin manchas ni malas intenciones.
-Uff, Taehyung, tu sí que has cambiado –suspiró el mayor, mirando a los ojos del menor –Pero has madurado más de lo que podría fantasear, estas muy guapo aliencito. –susurró este, un poco más inclinado a su rostro, casi tocándose sus cuerpos, a los que Tae se alejó hacia atrás, y tratando de controlar sus palpitaciones.
-Yong...Yonghwa, ¿entonces nos vemos mañana? –preguntó el aliencito, desviando el tema rápidamente, y acercándose a la puerta de la casa.
-Jaa –Rio el mayor, con una risa algo divertida y burlona, como si se estuviera riendo de la actitud de Tae- Por supuesto, nos veremos mañana, aliencito –terminó, mirándolo divertidamente.
-O...ok. Nos vemos, adiós Yonghwa. –dijo tartamudo y torpe el alien.
-Adiós, Taehyung-ahh –alzó la mano –sueña conmigo. –dijo antes de que Tae pudiera cerrar la puerta.
Se despidieron desde lejos, y Tae se fue directamente a su depto. y llegando a su pieza, quitándose la ropa y poniéndose su pijamas, entrando en las delgadas pero cálidas sabanas, y recordando todo lo que había pasado antes de llegar a Seúl y conocer al chico malo, mucho antes de eso, incluso mucho antes de que su padre falleciera, mucho antes, cuando recién estaba conociendo a un amigo, un amigo que lo acompañaría en sus peores momentos, un amigo que lo hizo pensar en que le gustaba, en que le dio la experimentación necesaria para llegar a la conclusión de que, definitivamente, no le gustaban las mujeres, ese muchacho con el que creció y jugaba, ese que después de cumplir los 14 comenzó a tener su primera relación, una relación prohibida en su sociedad, pero que no podía evitar, y después de durar casi 3 años, el mayor, solo por dos años más que el aliencito, se tuvo que ir, dejando a Tae, después de que su padre también se fuera, destrozado y en una profunda depresión.
Taehyung había estado toda la hora de colegio algo nervioso, mordiendo sus lápices, junto con el movimiento de pierna rápido contra el suelo, hasta casi pensar en demasiados escenarios en cómo encontrarse a su ex novio a fuera de la puerta de su colegio. No era porque sentía algo como lo sentía con J-hope, si no que era más por un tema de tener que hablar todo lo que había pasado estos años, y Yonghwa, siempre... pero siempre, podía ver más allá de Taehyung, era como si tuviera un detector de mentiras en su mente cuando hablaba con el moreno, y esta era una de las cualidades que hacía que el nerviosismo del castaño se acrecentara cada vez más, a medida que pasaban las horas.
-Taehyung –alguien le llamó cerca de su oído antes de que este pudiera darse vuelta, miró al frente y se topo con muchas miradas de odio, seguramente amigos de GD, TOP, y todos esos muchachos. Cuando pudo darse vuelta, ignorando esas miradas, vio unos ojos castaños, llenos de tristeza y arrepentimiento.
-Ji...Jimin –susurró Tae para sus adentros, tratando de captar, junto con su cerebro, las palabras y la imagen frente de él.
Su amigo, de la infancia, al que le contaba todo, al cual le contó por primera vez que era gay por un muchacho mayor que el , llamado Yonghwa, al muchacho que le decía "tonto Tae" y Taehyung jamás se enojaría.
-Taehyung, yo... quisiera hablar contigo. – murmuró el joven. Era una suerte que fuera el recreo de almuerzo, teniendo más tiempo libre. –
-Por supuesto Jimin! –Dijo Tae, feliz, con una sonrisa en su rostro y con un corazón saltando de alegría. Tenía por fin la oportunidad de poder conversar con su mejor amigo.
Al llegar al campus de la escuela, Tae y Jimin se sentaron en las graderías de color blanco, que aun tenían el calor de la tarde impregnadas en sus tablas de madera.
-Yo... Supe lo que pasó con J-hope, y GD –relató Jimin, mirando al suelo. –Y quería saber si, ¿estás bien? Ya que se corrieron rumores de GD y tú, y sus amigos molestándote y...
-Estoy bien Jimin –lo miró con una sonrisa sincera y llena de cariño, el castaño tenía un corazón grande
-Puedo ver que estás bien –dijo el menor –pero aun así, quiero disculparme Tae –le suplicó este, mirándolo ahora desde cerca, y con sus manos en las del menor –lo siento mucho, yo... yo no sabía que te estaba sucediendo y eso, y solo pude ver lo que me pasaba a mí, y yo se que por eso te fuiste con J-hope, ya que él te podía proteger y yo solo pensaba en mí y mis estúpidos juegos y tu ahí, a la intemperie, con un GD y otros depredadores haciéndote cosas malas, y yo solo enojándome porque saliste con J-hope, ¡discúlpame TAE! –los ojos del menos estaban desorbitados por todas las palabras que decía sin respirar el aire, mientras que Taehyung solo miraba sorprendido.
-Jimin, yo soy el que tengo que pedir disculpas acá... Yo me fui y te dejé solo, y ni siquiera te dije y debo admitir que hubo unas veces que te mentí, además de encubrir que estaba teniendo una amistad con J-hope.
-Está bien Tae, si quieres seguir siendo amigo de él, está bien, aunque no lo apruebe mucho, pero, si es cierto lo que me dijeron, debo decir que es primera vez que puedo estar de acuerdo con algo que haya hecho este idiota. –Los dos rieron, ligeramente, al unísono cuando Jimin dijo la última palabra. –Desde ahora en adelante, te apoyaré en todo.
Después de hablar un tiempo acerca de las vacaciones de Jimin, y como este se enteró de que Hope había vengado todo lo que GD le había hecho a Tae, el castaño habló nuevamente, esta vez, para sorprender aun más a su amigo.
-Tengo un vecino nuevo –murmuró el castaño, haciendo que Jimin lo mirara con una ceja alzada por la escupida de información tan deslazada con lo que estaban hablando.
-¿yyyyyy......? –preguntó.
-Es... Es Yonghwa –indicó el muchacho, haciendo que Jimin abriera sus grandes ojos, y que este mirara a Tae de arriba para abajo.
-¿QUÉ? –gritó el mayor.
-Sipi, mi madre le consiguió el departamento de al lado a Yonghwa, ahora es mi vecino por un tiempo indefinido. –comentó, mordiéndose el labio.
-WOW! Qué genial!! –gritó de nuevo. –no puedo creerlo! Y... y... ¿cómo te sentiste? ¿Cómo está? ¿Está más lindo que antes? ¿Te dio un beso? ¿te volvió el amor por él? ¿te dijo "hola aliencito"? o ¿"hola amor mío del alma y el mundo infinito"?
-Jajaja –el moreno solo podía reír a las preguntas del mayor –Me sentí... extraño, verlo después de todo este tiempo, es... raro..., él está bien, se ganó una beca para la universidad de Seúl, es por eso que está acá, no, no me dio un beso, y siempre lo he querido mucho, si, si me dijo aliencito, y no, no me dijo hola amor mío y todo eso que dijiste.
-Wow, Tae, sabes que tienes muchas posibilidades con él, Yonghwa siempre te ha amado de una manera impresionante, quién podría amar a un alien tonto y distraído, además de torpe y que cada vez que ve E-T se pone a llorar.
-YAH! –gritó Tae, con un puchero – E.T volvió con su familia después de lo que paso.
Rieron por un tiempo y se les acabó el recreo. Y Tae volvió a sentir ese dolor de estomago, de puros nervios.
Cuando llego el momento de irse, y todos los alumnos ya se estaban arreglando, Tae corrió rápido a la puerta de la escuela, no quería que Jimin lo viera con Yonghwa, no aun, tenía que primero sacarse los nervios de ver a su ex novio.
Al salir, no había nadie, solo calle y pocos alumnos, ya que no todos se habían arreglado de la forma ninja y rápida como lo había hecho el moreno, y antes de poder mirar a otra parte, pudo divisar la cabellera castaña de su ex, esa sonrisa inigualable y esa aura de tranquilidad que lo rodeaba por completo.
-Disculpa por llegar tarde Taehyung, es solo que me es un poco difícil aun entender estas calles. –Se disculpó el hombre, mirando a todas partes con una sonrisa en su cara, definitivamente este hombre era feliz. –wow, es muy grande tu escuela.
-Si, es gigante, te invitaría a pasar, pero no dejan que gente que no sea de la escuela entre, solo en partidos. –
-Oh, no te preocupes. ¿vamos? –preguntó el joven, haciendo que el castaño sonriera junto con el, y caminando una cuadra, antes de sentir otra presencia.
-Taehyung –dijo una voz, ronca, suave, pero feroz a la vez, recorriéndole todo el sistema nervioso.
Cuando Tae se dio la vuelta, junto con el universitario, el menor pudo ver esa cabellera rubia, esos ojos rasgados delineados, de un color un poco morado por esos golpes anteriores, y esos labios que recién pronunciaron su nombre, escuchando como su corazón comenzaba a palpitar fuerte contra su pecho, y como esa sangre se iba a diferentes partes del cuerpo, calentando su rostro rápidamente, además de poder sentir ese placentero temblor que le recorría la espina dorsal cada vez que veía a ese hermoso joven.
-J-h... J-hope. –tartamudeó el menor, sintiendo como esos ojos oscuros lo mataban con la mirada.
-ahhh, tu eres el famoso J-hope . –comentó el mayor de todos, con una sonrisa.   

  


BAD BOY [VHOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora