Capítulo 15

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Daniella...



- Mi mamá quiere verme – le dije a Sarah.

- ¿Va a venir a verte?

- Sí.

- ¿Hace cuánto que no la ves? – me preguntó.

- Desde que nací, hace 14 años.

- ¿Estás hablando de tu madre biológica?

Asentí y luego se quedó callada. Yo también me quedé callada.

Esta mañana papá me dijo que en la noche había llamado, es decir ,mi madre biológica. No me contó de cómo es que me dio en adopción, tampoco pregunté jamás. Sólo sé que desde que tenía 5 años les pregunté a mis papás por qué yo tenía el cabello rojo y ellos eran muy morenos. Entonces me contaron una historia.

Ellos querían tener un bebé, no importaba si era niño o niña, pero querían tener un bebé. Así que le pidieron a fuerzas divinas (o también conocido como Dios) que le dieran uno. Entonces un día fueron a poner su nombre en una "lista de espera para que Dios te regale un bebé" y finalmente, después de dos años esperando los llamaron. Apareció un hada madrina (que era mi madre biológica) y los entrevistó para ver si eran buenos papás para que cuidaran de mí. A la hada madrina les cayó tan bien mis padres adoptivos que decidió darles el bebé que tanto querían y ése bebé era yo.

Los primeros 7 años me tomaban muchas fotos y videos que les enviaban al hada madrina, también enviaban calificaciones. Luego ella envió una carta pidiendo que ya no quería información de mí, que eso era lo mejor (no entendí por qué pensaba eso y sigo sin entenderlo).

A medida que iba creciendo entendía cómo nacía un bebé y me daba cuenta a qué se referían con eso de ser "hija adoptiva". La verdad me lo tomaba mal, me ponía triste pensar que la mujer que tuvo sexo sin protección y quedó embarazada de mí no me quería, a pesar de que yo no pedí nacer, obviamente. Y me sentía inferior a los demás niños. Un día, papá me dijo "¿Ves a todos esos papás con sus hijos? Pobrecitos, los aman sólo porque es su deber. Tú tienes mucha suerte de que tu mamá y yo quisimos tenerte y te escogimos". Y ése comentario me ha hecho feliz hasta ahora. Ya no me sentía inferior, a veces, hasta me sentía superior. Y jamás quise preguntar más de mi madre biológica. Si ella ya no quiso saber de mí ¿Por qué debería yo saber de ella?

Hasta esta mañana que papá me preguntó si quería conocerla.

Acepté.

La cosa ya era diferente, quiero decir, ahora ella sí tenía interés en conocerme, así que lo "justo" es que yo aceptara. No sabía ni siquiera de qué rayos podría hablar con ella. Supongo que mi pregunta principal sería que por qué me dio en adopción. Luego me pregunté cómo sería físicamente, si tendría el cabello igual de rojo que yo, si tendría pecas en la cara como yo, si le gustaban las películas cómo a mí, si le gustaban los animales, si no le gustaba la música como a mí.

Por eso mismo no me pude concentrar en todo el día en clases. Pasé el recreo en silencio con Sarah... ella tampoco me hablaba.

Cuando llegó la hora de la salida le dije a Sarah que quedé de verme con mi mamá en un café cerca de la secundaria. Me fui caminando y cuando llegué me pregunté cómo es que iba a reconocerla, o sea, no conozco ni su voz, ni cómo se viste, ni cómo es físicamente, ni siquiera conocía su nombre. Nada. Nada de nada.

Las Estrellas de DaniellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora