No me dejes...

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(Narras tu)
Me desperté en un suelo sucio de madera, el polvo cubría la mayor parte de la superficie. Me dolía la cabeza y tenía mucha sed. Creanme, la resaca no es nada comparado con esto. Intenté pararme pero no podía. Mis piernas no respondían, estaba paralizada de la cintura para abajo, mire al rededor; estaba en una vieja cabaña rústica, las paredes con humedad, desprendían crujidos a cada momento. El tapiz rasgado, como si algo o alguien lo hubiera desgarrado, trague saliva. Había un sillón con el relleno salido y algunas sillas de madera. Algo cayó en mi cara,una gotera, pensé. Pero al instante me di cuenta de que era más que eso, se sentía espesa y caliente. Me lleve una mano a la cara y analicé aquel líquido rojo y viscoso. Ahogué un grito. Era sangre. Sólo me preguntaba, ¿de quien seria? O peor aún ,¿de que?. Lentamente, subí la vista, esta vez no me contuve. Solté un grito mas fuerte que nunca. En el techo, había una chica morena, con una daga en el corazón. Sus ojos sin vida me miraban insistivamente, su boca abierta y la piel blanca. Lágrimas de miedo y frustración rondaron por mis ojos, y no tardaron en bajar por mis mejillas. Me arrastre hasta la que parecía ser la puerta, pero no tenía fuerzas suficientes. El hombre del acento británico se me acerco y me tomo en sus brazos. Me depositó en un colchón viejo y me miró atento.
-¿Que pasa querida? Parece que viste a la muerte -dijo limpiando mis lágrimas- voltee mi cara y me obligué a callar. No le diría nada a menos que fuera necesario- Damon no tardará en venir por ti
-Es por eso que me quieres,¿ verdad?- lo enfrente
-Tu novio es un maldito traidor asqueroso, y su tiempo esta contado- me grito furioso. No podía creer lo que escuche, Damon morirá. Tenía que hacer algo.
-¿Quien eres?- pregunté
-Mi nombre es Klaus Mikaelson, corazón. Creo que has tenido la mala dicha de haberme conocido
-Por favor no le hagas daño...- le rogué
-Tu no decididiras eso- me contestó
Intenté mover mis pies y milagrosamente, la parálisis había cesado. Pero tenía entumidas las piernas, decidí escapar y advertir a Damon, tenía que hacer tiempo
-¿Eres vampiro?- le pregunté insegura
-Soy el híbrido mas legendario de la historia, mis hermanos y yo, somos los primeros vampiros que han existido. Es gracias a mi, que el imbécil de Damon Salvatore este vivo.
Me quede callada, esperando el momento correcto para echar a correr lejos de ahí. Klaus suspiró y se alejó lentamente. Salió por la puerta y la cerró. Intenté ponerme en pie y me tambalee un poco. Me apoye en la pared y di pequeños pasos hasta que mis piernas volvieron a la normalidad. Busqué alguna ventana o ducto para escapar. Caminé por todo el lugar para buscarlo. En una habitación que parecía ser la cocina había una puerta cerrada con llave. Me pareció bastante firme como para ser de ahí. La jale con fuerza pero solo provocó ruido. Después de varios intentos con diferentes objetos de la casa, decidí sale una patada. Apenas se agrietó, la pateé con mas fuerza y se le desprendió otro pedazo.
Escuché pasos apresurados y patee una y otra vez hasta que se abrió por completo. Corri como nunca antes a través de un campo con árboles y arbustos grandes. Miré hacia atrás, no había ni rastro fe Klaus, ni de Damon. -¿A donde crees que vas?- dijo una chica rubia con acento británico, tenía una mano en mi dirección, me moví lentamente hacia atrás pero ella movió la mano y sentí mareos. Me tambalee hasta caer en la maleza. Klaus apareció con un teléfono en mano y me miro, negó con la cabeza y me susurró al oído.
-Te lo advertí, preciosa
Me miró y comenzó una pequeña charla al teléfono. Después de un rato entendí que era Damon.
-.¿No crees que la tenga?- dijo Klaus retando a Damon - deja que ponga el altavoz- apretó un botón y la voz de Damon retumbó por todo el lugar
-Maldito infeliz, te juro que si la tocas si quiera....- Tenía la respiración entrecortada, pesada. Claramente estaba conteniéndose de lanzar el teléfono al aire. Intenté gritar pero no tenía voz. Hasta que la chica movió un dedo hacia la derecha. "Es una bruja" pensé.
Experimente el alivió por un momento, antes de que la rubia me cortara el brazo con una navaja. Solté un grito de dolor y observé mi sangre.
El corte se extendía desde mi muñeca hasta la palma de mí mano. Mi corazón palpitaba rápido al ritmo de la pesada respiración de la bruja. Su cara se transformó; sus ojos se volvieron negros y venas se extendían por todo su rostro. Era aterrador, pero no tanto como los colmillos que sobresalían de su boca abierta. Me arrastre hacia atrás, pero ella me siguió
-Dejala!!- gritaba Damon a través del teléfono- te encontraré y te mataré
-Suerte con eso- dijo Klaus riendo con sarcasmo- estamos en la carretera hacia Mystic Falls al norte como... Tres kilómetros. Espero llegues antes de que se desangre; si no es que la drenamos antes- se río macabramente y colgó
Sentí como mi cuerpo se debilitaba e hice un ultimo esfuerzo por luchar. Le di una patada a la bruja vampiro y esta calló al suelo. La agarre por el cuello y apreté. Trató de mover las manos pero las tenía debajo de su cuerpo pálido. Intentó hablar pero solo tosia.
-Sueltala- me ordenó Klaus
-No- dije necia
- Es un hereje. No tienes oportunidad
- Pero me tiene a mi- dijo la voz de Damon llenando todo el lugar. Quería correr hacia el e irnos. Pero debíamos pelear, venía con Caroline, Stefan y Bonnie. Localize algo para noquear a la hereje que tenía contra el suelo. Encontré una roca grande a mi derecha, la agarre con una mano mientras que con la otra sostenía la garganta de el hereje, reuní valor y la estrelle en su frente una y otra vez hasta que comenzó a convulsionarse. Su sangre cubría mis manos, mi ropa, mi cara....
Retrocedí hasta situarme lejos de su cuerpo sin vida. Sentí unas manos al rededor de mis hombros y me crispe. Intenté soltarme pero sentí la vista nublada. Miré hacía arriba y me encontré con la mirada de preocupación de Caroline, me cargó en sus brazos y me llevó dentro. Me dejó en el piso y se mordió la muñeca, unos puntos rojos se dibujaron al instante en el sitio previamente mordido.  Me acercó la mano a la boca
-Bebe- me ordenó
-¿Que de....?- deje la frase en el aire gracias a que introdujo su muñeca en mi boca sin pensárselo dos veces. Hice casi omiso y negué con la cabeza, lo cual dolió.
- Vamos, _________, ya lo has hecho- dijo
La miré horrorizada y segundos después estaba succionando su sangre, la sangre de un vampiro. Me sentí un poco agitada, ella solo me miraba y asentía despacio. Terminé de beber y retiré su mano de un manotazo. Cerré los ojos y me quedé dormida.
-Damon despierta!!- los gritos de Bonnie me despertaron
Mire a mi alrededor y vi a Bonnie gritándole a Damon que estaba tendido sobre el piso. No se movía.
Corrí hacia el, me sorprendió lo rápido que sané. Miré a Damon, estaba mas pálido que de costumbre y sudaba litros por segundo
-¿Que paso?- le dije a Bonnie
-Klaus le clavó una daga hechizada capás de matar a cualquier vampiro
Contuve las ganas de gritar y llorar. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi respiración se aceleró. Damon estaba muriendo, frente a mi. Por mi culpa. No tarde en soltar lamentos y sollozos, cada vez con mas dolor en la voz. Debieron despertarlo porque abrió los ojos y me miró.
-¿Porque lloras linda?-preguntó, claramente estaba haciéndose añicos por dentro, me sentí impotente y culpable. 


-Jurame que no te rendiras, no puedes dejarme, por favor...-dije abrazándome  a su pecho ensangrentado, miré a Bonnie y luego a Caroline que entro corriendo de la mano de Stefan. Su expresión al ver a Damon ahí tumbado, nunca la olvidaré. 

-No hay nada que pueda hacer- dijo Bonnie dejando salir las lagrimas
-¿No puedes o no quieres?- dijo Stefan claramente frustrado, al borde de la locura
-Tiene que haber algo que podamos hacer, el es.. El mejor amigo que he tenido desde un tiempo para acá. Estuvo conmigo cuando mi madre murió..- dijo Caroline
-Lo siento chicos. Lo siento Damon- hizo una pausa para secarse las lágrimas- eres mi mejor amigo, me has protegido y me has ayudado. Y no puedo ayudarte... -Dijo Bonnie
Miles de momentos pasaron por mi cabeza, Damon y yo en la playa, Damon y yo lavando los trastes, Damon y yo levantándonos juntos, la primera vez que estuvimos juntos, la última, yo vomitando, Damon llevándome a la escuela...
-Cariño, escuchame- dijo con voz débil- no importa que nuestro tiempo juntos haya sido corto, te doy las gracias por cada detalle, cada beso, cada momento contigo, fueron los momentos mas felices de mi vida. Y daría todo por volverte a conocer en otra vida, aunque tuviera que volver a perderte. Sabes, yo sabia..- hizo una mueca de dolor y tosió- yo sabia que te conocería incluso antes de conocerte- tosió mas fuerte, y esta vez, sangre salpicó sobre su barbilla.
-¿De que hablas?- dije sorbiendo por la nariz antes de volver a derrumbarme en su pecho y hundir mi cara en su hombro. Me pasó una mano por el cabello.
- Cuando Elena quedó en coma, fui con una bruja africana en Nairobi. Ella leía el futuro, y me dijo que después del primer amor vendría otro amor verdadero e incondicional, que me llenaría de felicidad, me haría aspirar a mas, nunca me saciaría de ella. Ese amor, eres tu- dijo con esfuerzo- Dijo que contigo me sentiría como en casa, dijo que me darías sueños y esperanzas. Dijo que si te dejaba ir, seria el peor error de mi vida. Y que, eras la indicada para pasar el resto de mi vida juntos- dijo con dulzura. Rompí en llanto y lamentos, suplicándole que resistiera.
-No sabes cuanto agradezco que me hayas golpeado con esa puerta- dije en su pecho.- Daría todo, daría todas las peleas, los besos, mi vida incluso, por que te quedaras, por favor no me dejes
-Te amo, siempre lo haré- dijo
-No me dejes, Damon, depierta- dije dándole un golpe en el brazo. Había cerrado los ojos, y su pecho no se movia para respirar. Apreté los dientes y grité lo más alto que jamas pude. Lágrimas calientes bajaban por mis mejillas y me quemaban por dentro. Mi pecho se contraía una y otra vez, mi llanto no cesaba, igual que el de Caroline, y el de Bonnie, y el de Stefan. Bonnie me tomó por los brazos pero me liberé. Me acerque a  la frente de Damon y la besé.
-Nunca amare a nadie mas, no en la forma en que te amo. No me hagas esto, vuelve a mi por favor- le rogué sollozando y quebrandome por dentro. Sentí que mi corazón dejo de latir en el momento en el que el suyo se detuvo. Y lo peor era que yo seguía aquí, viva, rota, sin corazón, y lo peor. Es que el también se había ido.
-_______- dijo Stefan- ya hay que irnos-  lo miré y note el dolor en su mirada
- No puedo dejarlo ir- dije sin pensarlo dos veces.
Una parte de mi había muerto, y ni ella misma, ni yo, planeaba revivirla.



//Después de Elena// Damon Salvatore y tu// [ON HOLD]Where stories live. Discover now