Las mejores cosas suceden bajo la lluvia

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La lluvia sigue cayendo con tanta fuerza que me contagia su emoción. Corro por las avenidas mojadas sin temor a resbalarme, porque cuando la única distancia que te separa de lo que podría llegar a ser la llave de tu felicidad es de tan sólo diez cuadras, las recorres con toda la rapidez del universo. Hay millones de probabilidades de que esto resulte muy pero muy mal. Pero una de que resulte bien. Y eso es suficiente para hacer que sonría.

Antes de darme cuenta, me encuentro parado frente al umbral de una pequeña casa de ladrillos. Por un momento, me imagino a Chris cruzando esa puerta, entrando a esa casa. Entrando a su casa. Y resulta extraño. Es raro imaginarlo haciendo cosas como un ser humano normal. Pues él es todo menos eso.

Me quedo quieto, paralizado por el tierno nerviosismo y el absoluto terror. Miro a mi alrededor y todo sigue igual a cuando lo vi antes de entrar a casa. Las ventanillas de los coches siguen empañadas, y las ramas de los arboles siguen moviendose al son del viento, y los postes de luz siguen recubiertos de gotitas de agua color cristal y el suelo sigue reflejando el cielo tormentoso en sus charcos. Todo es exactamente igual. Sin embargo, no lo parece. Tengo la sensación de que algo es distinto. No sé muy bien qué es. Antes, todo estaba vacío. Ahora, parece contener algo. Y eso lo cambia todo. Ahora, contienen esperanza.

Lo cierto es que no sé muy bien que es lo que se suele hacer en esta clase de situaciones. Aunque no creo que ir a buscar a alguien corriendo en medio de una tormenta para decirle algo que ni siquiera has pensado aún pueda considerarse una "situación".

Esto es un error. No sé en que estaba pensando. Ni siquiera sé lo que voy a decirle, o lo que pienso conseguir con ello. Y las probabilidades de que salga mal son demasiadas. Y no me refiero a un poquito mal. Me refiero a absoluta tragedia. Esto ha sido una completa locura. Ya ni recuerdo por qué vine hasta aquí.

Doy media vuelta y estoy a punto de echar a caminar en dirección a mi casa cuando la pequeña ventana del segundo piso se abre y su cabeza se asoma por ella.

-¡Patrick!- me llama con su voz ronca, obligándome a volverme.

Estoy a punto de decirle que me he equivocado y que me dispongo a volver para no molestarlo más, cuando lo veo. Es decir, realmente lo veo. Y noto el dorado cabello desgreñado que yace sobre su cabeza, sus grandes y confundidos ojos marrones mirándome fijamente haciéndome estremecer, los músculos que se marcan en sus brazos al apoyarse contra el marco de la ventana y la calidez que emana su cuerpo, que me parece sentir incluso desde tanta distancia. Y de repente recuerdo exactamente por qué vine hasta aquí. Y por qué debo quedarme. Esto no es algo de lo que pueda dar media vuelta e huir, pues estoy seguro de que me perseguiría hasta el fin de las tierras. Esto es algo que estoy obligado a enfrentar.

-Estás loco, ¿sabías?- me dice desde arriba, y a continuación desaparece de la ventana hasta que el último rastro que me queda de su presencia es el sonido de sus pies deslizándose velozmente por las escaleras.

-Tú me vuelves loco- murmuro, aunque sé muy bien que no puede escucharme.

No pasa ni un minuto antes de que la puerta de madera que se encontraba frente a mí se abre con lentitud. Chris se apoya, en su usual postura relajada, contra el marco y me mira expectante. Tiene puesta una camisa vieja color azul marino y unos pantalones grises que son claramente parte de un pijama. Su cabello está completamente alborotado y, a pesar de que se pasa una mano por encima del mismo con la intención de peinarlo, sólo logra despeinarlo aun más. Si pudiera, le diría que no es necesario que se preocupe, pues tiene el tipo de belleza que es hermosa en cualquier tipo de situación, pero supongo que no es el tipo de comentario que quieres escuchar cuando te acaban de sacar de la cama a las dos y media de la madrugada. Yo estoy demasiado concentrado observándole, por lo que me sobresalto muchísimo cuando me dice.

No me dejes ir...  //  #NewStarsAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora