bro ✻ muke

第2章

el cielo se encontraba abarcado de nubes blancas y esponjosas, daban la impresión de ser todas algodones de azúcar. era una tarde soleada a temperatura agradable, un día perfecto para ir al parque y gozar de memorias infantiles.

"¿recuerdas cuando nos conocimos por primera vez, bro?" luke inquirió sentado al lado del desteñido debajo de un árbol.

"cómo olvidarlo, bro."

ambos conectaron miradas sonriendo, mentalmente recapitulando su encuentro sin formular palabra alguna. no era necesario contarla, pues los dos lo recordaban como si aquello hubiera sido tan solo el día de ayer.

el comienzo de su inigualable amistad había ocurrido hace muchos años. el pequeño michael jugaba en la piscina de arena, sus mejillas teñidas rojizas debido a lo pálido que era. construía con ardor un castillo solitariamente, ya que su timidez siempre había sido un gran impedimento al momento de formar nuevas amistades.

insertando una bandera de juguete en la cima de su amorfo castillo, el rubio naturalーen esa épocaーsoltó un chillido al ver lo que había ocurrido enfrente de sus ojos. su obra de arte, en la que había trabajo con arduo esfuerzo; había sido destruida por alguien en un súbito movimiento.

por otro rubio para ser más exactos.

"aún sigo molesto por eso, bro." habló el desteñido fingiendo resentimiento en sus palabras. su acompañante rió.

"sabes que no fue a propósito. tan sólo tropecé." replicó. "además, luego de eso mamá te compró un helado para que dejaras de llorar."

"y luego me construiste otro castillo." michael sonrió.

"y desde ese día nos convertimos en bros."

el rubio y el desteñido continuaron recordando anécdotas memorables hasta que el cielo comenzó a oscurecer. el sol estaba en el proceso de dirigirse hacia el oeste, coloreando su alrededor de un matiz rojizo emergiendo calidez.

"¿qué hora es, bro?" luke preguntó, observando su entorno. no se había percatado de que ahora ambos eran los únicos que habitaban en el lugar. los niños jugando vigorosamente y los ancianos alimentando palomas se habían extinguido.

"no tengo idea." el otro respondió, negando con ligereza.

"pero ahí tienes un reloj." señaló la muñeca del desteñido.

"es que cuando estoy contigo el tiempo se detiene, bro."

"bro."