Capítulo 9: Baby I'm mad

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-Es la influencia de la GCPD- Ambas reímos y nos abrazamos-Cuídate mucho.

-Tranquila lo haré. Ah una cosa más, necesito tu auto.

-¡Estás loca no voy a darte mi auto!

-Por favor te lo devolveré intacto, lo necesito- dije haciendo puchero-

- Si le haces algo al auto juro que te cortaré en pedacitos y te tiraré al río.

-Gracias te amo- besé su mejilla, tome las llaves y empecé a conducir mirando por el retrovisor a la única persona que iba a extrañar.

Después de conducir 30 minutos llegué al barrio peligroso que habíamos recorrido con Amy, un crimen más un crimen menos aquí no haría la diferencia.

Estacioné el auto y empecé a deambular buscando a mi futura víctima el lugar estaba lleno de vagabundos y prostitutas, ninguno me llamaba la atención hasta que vi a un oficial de policía parecía tener unos pocos años más que yo, se veía muy delgado y de estatura normal. Parecía tener miedo miraba hacia los lados frenéticamente y su mano permanecía cerca del arma que tenía en su cinturón al parecer le había tocando un mal lugar para hacer guardia nocturna.

Me quede observándolo por 10 minutos cada uno de sus movimientos era una presa fácil incluso para una novata como yo.

El plan era el siguiente: Lo guiaría hasta el callejón donde estaba estacionado el auto, justo al lado de un negocio de comida aparentemente abandonado que tenía una ventana rota le diría que había escuchado gritos provenientes del lugar, una vez que estuviera adentro lo atacaría. Y si me preguntaba algo como "que haces sola en este lugar?" o " Tus papas sabe que estas aquí?" debería persuadirlo con cumplidos o halagos.

EL plan estaba saliendo a la perfección, ni siquiera me hablo en el camino ya que fue corriendo hasta el callejón. Actué mi escena tan bien que creyó cada una de mis palabras realmente pensó que había un herido en el lugar.

Todo estaba oscuro y polvoriento lo dirigí hasta un pequeño baño y mientras el alumbraba con su linterna buscando al herido le clave la daga a la altura de los riñones requirió mucha fuerza se sentía duro pero logre gran profundidad y me sentí orgullosa, él soltó un grito desgarrador que resonó en todo el lugar. Mi corazón estaba acelerado y comencé a temblar, rápidamente el quiso tomar su revólver pero yo lo hice primero y lo arroje fuera del baño, el piso comenzaba a teñirse de rojo pero el todavía tenía energías y me tomo de los brazos lanzándome al piso y comenzando a golpearme en el rostro empecé a asustarme y a recordar lo que me dijo Jerome "Asegúrate de soltar toda tu ira al momento de apuñalar, para que no haya inconvenientes" Me levante, lo empuje con toda mi fuerza para que cayera hacia atrás tome la daga que había quedado tirada en el suelo y la clave en su garganta, la sangre comenzó a brotar como en una fuente, y yo sonreí por mi logro.

Fui por la linterna y empecé a revisar sus bolsillos encontré su identificación y leí: "Roger Graham, 25 años".

Lo siento Roger, es por una buena causa- comencé a reír mientras jugaba con las mejillas del difunto Roger que ahora estaba frio y seguía con los ojos abiertos.

El agua del baño aun funcionaba así que trate de lavar la sangre de mis brazos que comenzaba a secarse.

Después de cambiarme de ropa y quedar presentable me mire en el espejo del auto ese maldito me había lastimado el labio inferior que ahora estaba hinchado y sangraba además de un moretón en mi mejilla izquierda, ahora si me veía como una criminal. Saque el auto del callejón y me dirigí al bar de la otra vez en el siento acompañante llevaba las cosas que le había robado a Roger no era mucho unos $30, su identificación, su placa y el revólver todo lo guarde en mi mochila y entré el lugar seguía como la vez anterior los mismos clientes también estaba el hombre que nos había hablado ese día pero sin el hombrecito que caminaba raro. Al verme me sonrió y comenzó a acercarse al parecer me recordaba.

-¿Wow que le paso a tu linda cara?

-Hombres, solo hacen daño.

-Puedo encargarme del que te hizo esto ahora mismo dime donde esta- dijo cerrando los puños-

-Tranquilo, ya me ocupé de el- dije sonriendo con suficiencia- lo siento no recuerdo tu nombre.

-Butch Gilzean -dijo sonriendo pude notar que tenia ojos claros- Y tu eres Emma ¿Verdad?

-Así es- Volví a sonreír, saque el revólver de la mochila y lo coloqué en la mesa-¿Butch necesito ayuda con esto, podrías decirme como se usa?

El me miro asombrado y comenzó a reír.

-Por supuesto déjame ver-Observó con detenimiento cada detalle del revolver- bien un Bersa Thunder calibre 9 mm, no es de los mejores pero es eficiente, se lo sacaste a un policía ¿Verdad?

Yo solo asentí, y pedí otro trago.

-Bueno si realmente te interesa aprender a disparar y defenderte puedes venir conmigo, el Pingüino tiene un campo de tiro y armas de todo tipo, no habría problema si es que no te intimidan los matones y criminales rondando por el lugar.

-No lo sé, no pareces muy confiable.

Su cara se puso seria, se acerco a mí y me susurró en el oído.

-Se que has hecho algo muy malo, lo veo en tus ojos, también se que no tienes nada que perder, no tendrías una oportunidad como esta en mucho tiempo.

Aun estaba muy cerca de mí, lo mire fijamente tome lo que quedaba de mi trago- Esta bien, pero promete que nadie me hará daño, ni siquiera tu.

-Señorita tiene mi palabra, vamos.

Salimos del lugar y nos dirigíamos hacia el auto para sacar algunas cosas, eran las 11:30 p.m pasamos por la puerta de un restaurant familiar en el que la gente se había levantando de sus mesas para poder observar mejor las imágenes que transmitía un pequeño televisor, desde afuera pude reconocer ese rostro sentí mil piel erizarse y entré mientras Butch me seguía confundido, fui abriéndome paso entre la gente hasta quedar frente a la pantalla "6 reclusos peligrosos se fugaron de Arkham" y ahí estaba entre las fotos de los demás criminales Jerome, mi Jerome, recordé cuando le tomaron esa foto , recordé cuando hablamos por teléfono y le dije que nos veríamos pronto.

-Está libre- susurré, y una lágrima rodó por mi lastimada mejilla.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí la mano de Butch en mi hombro.

-¿Nos vamos?- me preguntó.

Caminé en silencio, mientras una maldita sonrisa se dibujaba en mi cara, lloraba pero a la vez sonreía. Butch se veía confundido pero no se animó a preguntarme nada. Tomé las cosas del auto y deje una nota para Amy en el asiento de acompañante.

Gracias por todo te visitaré pronto.

Con amor Emma.

Butch y yo caminamos hasta su auto negro y nos dirigimos hacia la casa del Pingüino.


¡Nuevo capítulo!  Se acerca el final chicas gracias a todas las que se tomaron el trabajo de leer las boludeces que escribo de nuestro hermoso pelirrojo.

A todas las que escribimos nos hacen re feliz cuando comentan o nos dan estrellitas, nos incentivan a seguir así que... 

Gracias totales hermosas !

#89 en Ciencia Ficción *baila intensamente*






HA HA HA | Jerome ValeskaWhere stories live. Discover now