Mayor que yo

Capítulo veintitres

El color blanco era casi insoportable, en la habitación solo se oían murmullos que cada vez se iban intensificando, mi mente se encontraba ofuscada y no podía recordar que pasó, al menos no hasta que sentí una especie de calor en mi mano izquierda. Moví esa mano y pronto descubrí que tenía mis dedos entrelazados con los de otra persona, empecé a recordar todo.

El choque, la negrura que vino después, desde allí solo recuerdo fragmentos y ni siquiera tienen sentidos, solo se veía colores y oía palabras que no lograba captar en absoluto. Poco a poco abrí los ojos y sentí un dolor terrible al moverme unos centímetros apenas y eso me hizo saber que seguía en este mundo.

No pude verme en el espejo, pero seguramente no me veía muy bien, moví mi cabeza hacía un lado y el dolor desapareció al verlo, estaba allí, su cabeza estaba apoyada en un brazo y el dormitaba        plácidamente, en una posición bastante incómoda, pues estaba sentado en una silla e inclinado hacia mi, con una mano agarrada a la mía. Traté de moverme despacio, pero mi movimiento lo despertó instintivamente, no pude ver mucho pues en dos segundos sentí sus labios sobre los míos y sus manos me apretaban como palpándome para que no me esfumara de pronto. Disfruté aquella sensación que todavía me producía cosquillas en el estómago.

Cuando se separó de mí, tomó aire y volvió a besarme, así pasó un tiempo hasta que logré separarlo de mí para que me explicara lo que sucedía. Cuando lo logré, él volvió a sentarse en la silla, antes de que él pudiera hablar, lo hice yo.

-Debo estar terrible, pero tú lo estás más Julián, ¿seguro que estás bien?-le fui lo más sincera posible, pues en serio se veía terriblemente cansado, tenía ojeras pronunciadas, la barba  le había crecido mucho, su expresión denotaba cansancio puro, había adelgazado un poco, además de estar muy pálido. 

-No tienes idea de lo terribles que han sido estos días, desde que me dijeron que tuviste un accidente me he pasado aquí mucho tiempo, pero no tienes idea de la alegría que es verte de nuevo.

En esa frase me transmitió desesperación y alivio a la vez, hablamos y nos reímos, a cada minuto su rostro parecía quitar el cansancio un poco más, al parece había estado conmigo todo el tiempo, menos cuando veía acercarse a mi hermana, que venía unas horas en la noche y de vez en cuando de día. En el accidente me había golpeado la cabeza, pero en la radiografía no había salido nada grave, varios órganos fueron golpeados y estuve a punto de romperme unas costillas, pero hasta ahora todo había estado estable.

Una enfermera me trajo la comida, que por cierto estaba sin condimento alguno, comí poco a poco y reímos con Julián quien pronto tuvo que irse porque mi hermana llegaría para firmar algunos papeles para que me den de alta. La despedida fue dura, pero le vendría bien, pues necesitaba dormir al menos tres días seguidos para recuperarse, además debía volver a trabajar y yo al colegio. Tuve que esperar un buen rato, ya me desconectaron las máquinas y me dirigieron al baño donde pude asearme. 

Lo primero que hizo mi hermana fue abrazarme y pedirme perdón, el accidente se produjo por haber conducido algo bebida y por tener el celular en la mano, le quedó claro que eso no se debía hacer, que realmente era peligroso. Nuestros padres no sabían nada, el auto se estaba reparando con el dinero de mi hermana, ella solamente se había golpeado, pero se asustó mucho al verme desmayada y sangrando por varias partes. 

Salimos, Paula le había pedido un favor a un amigo suyo para venir a recogerme, nos esperaba afuera, igualmente, él se portó amable y me llevó a mi casa de inmediato. Descarté el nombre "amigo" cuando los vi besarse al llegar. Al parecer hoy era viernes, por lo que el lunes me reincorporaría a mis actividades normales, por ahora descansaría y todo lo que necesitara me lo daría Paula.

Así pasaron los días, no recuerdo la última vez que mi vida se había tornado tan estable y tranquila, con Julián peleábamos a veces, como cualquier pareja, pero cada vez cada uno se iba adentrando en el corazón del otro un poco más, el accidente se olvidó poco a poco y quedaría una experiencia para contarlo en el futuro, el colegio se complicaba más, las pruebas, las materias... Pero sin embargo sentía que lo tenía todo.

En estas circunstancias llegó diciembre.

***

Hola! Cómo están?? Perdón por la demora, estuve en semana de exámenes..., pero hoy me di un tiempo para escribir, el cap. está cortito y no hay mucha acción, pero no tenía demasiada inspiración...por eso lo terminé ahí, pues en diciembre si que se vienen sorpresas con nuestra pareja con doce años de diferencia!!!

Sea como sea, espero que les haya gustado, pues fue escrito especialmente para ustedes con mucho cariño, gracias por sus comentarios y votos, me animaron muchísimo. 

TheGreekEmpress.