Sinopsis.

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Ainara era de esas personas hermosas cuya belleza no ha sido hecha para el mundo

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Ainara era de esas personas hermosas cuya belleza no ha sido hecha para el mundo. Cuando sonreía, brillaba como los girasoles que tanto le gustaban y hacía que los demás se proyectaran también con su luz. Quizá aquel siempre fue su destino: marcar una existencia vacía con el poder de su amor, convertirse en una hija, una amiga y una esposa de la no pudieran olvidarse.

Habían pasado nueve años, pero Damien seguía amándola con la misma fuerza del día en que decidió hacerla su esposa y dedicar su existencia a ella. Sabía, sin embargo, que en la vida de un buen cristiano el sufrimiento era el único camino que existía para elevar el espíritu. Ainara le había ayudado a hacer de su fe algo inquebrantable, nunca había tenido dudas de que la resignación era la única opción para hacer frente al vacío de su pérdida.

Hasta el día en que la vio.

Frente a esa chica las convicciones de Damien dejaban de tener sentido y la estabilidad que había construido alrededor del recuerdo de su amada se venía abajo. ¿De quién estaba huyendo al llegar hasta él? ¿Qué hacía que el aire le faltara y el pulso se le acelerara cuando ambos estaban cerca? Y lo más importante, ¿por qué se veía exactamente igual a su difunta esposa?

No podía dejar de pensar que estaba pasando por alto algo que sería capaz de cambiar el rumbo de aquella existencia de mártir que había llevado por casi una década.


Tráeme de vueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora