Capítulo: O8

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Abrí los ojos. Me había quedado dormida en el sofá.

Me incorporé para estirarme.

 La cabeza me duele, al igual que los pies.

Vi a mi alrededor, para confirmar de que si estaba en casa. Lo estaba.

Caminé hasta la cocina, quería algo de beber.

Juanito ya estaba despierto, y buscaba ansioso algo en el tacho de basura.

Yo: ¡Oye, no! No hagas eso. ¡Shu! -le dije alejándolo. Tomé la bolsa que ya se encontraba llena y lo dejé afuera para que más tarde se lo llevaran.

No tenía noción de la hora, pero creo que si del día. Era sábado, y ayer salí. Fue la fiesta de... Claudia.

Y como por arte de magia, recordé.

Fue en este orden:

-Fumé un cigarrillo después de hace mucho tiempo.

-Bailé con Lázzaro, quién tenía el cabello azul oscuro y llegó a gustarme un poco.

-Dos chicas adolescentes fueron sacadas por sus hermanos.

-Jugué a la botella borracha con el grupo de Mayra y Jordan.

-Discutí con Mayra por teléfono gracias a su estúpida idea.

Y su idea fue...

Fruncí las cejas tratando de recordar. Abrí los ojos cuando pude hacerlo.

Yo: Hija de puta.-murmuré.- No jodas, ahora si que cagó todo.

Corrí a buscar mi celular, quedaba 5% de batería. No me importó, igual la llamé.

Contestó recién en mi tercera insistencia.

Mayra: ¿Diga?

La había despertado. Se notaba en su voz.

Yo: ¡Hey! amiga de mi vida, ¿cómo has amanecido, eh? -le dije con total sarcasmo.

Mayra: Bien...-titubeo.- ¿Y tú? ¿Por qué me llamas tan temprano? ¿Qué hora es?

Miré el reloj de la cocina colgado en la pared.

Yo: Las 8.24 de la mañana.

Mayra: Agh, ___. Déjame dormir.

Yo: ¿Donde estás? ¿Sigues con Mangel?

Mayra: ¿Mangel? ¿Quién es Mangel?

Yo: No te hagas. Ayer me dejaste sola por irte con el a no se donde.

Mayra: ¿Hm? No se de que me hablas. Yo estoy en mi ... ¡Ah!

Aparté el móvil de mi oído por el fuerte chillido que mi amiga hizo.

Mayra: ¿Quién eres tú? ¿Dónde estoy? -escuché que le preguntaba a otra persona.

Mangel: ¿Cómo que quién soy? -río leve.- Mangel. Ayer vinimos y...

Mayra: ¡¿Qué?!

Solté una risita por la divertida escena que escuchaba, y totalmente gratis.

Mayra: Dime que vendrás a recogerme.-se dirigió esta vez a mi.

Yo: Vale.

Mayra: Gracias...

Yo: Le diré a Claudia que te abra, ¿va? Adiós.

Mayra: ¿Claudia?

Colgué. 

A ver si recibía un poco del karma que me debe.


Como todavía era temprano, y ya casi no había nada en el refrigerador, salí para comprar en el super mercado.

Yogurt...manzanas...cereales...pescado...zanahorias... -repetía en mis labios de forma baja mientras los metía en la canasta.

Me encontraba eligiendo el tamaño de las cebollas, en la sección de verduras. En eso, una chica con un mechón azul se acercó a donde estaba para también seguro elegir algo.

Chica: ¿Tu eres ___? -preguntó como la típica adolescente rebelde. La miré confundida.

Yo: ¿Me conoces?

Chica: Lo suficiente como para saber tu nombre y reconocer tu cara.

Yo: ¿Quién te dijo que era yo?

Chica: Mi hermano.

Yo: ¿Y a tu hermano lo conozco?

Chica: Me habló de ti. Entonces si.

Por un momento pensé que llevando el mechón azul oscuro podría ser hermana de Lázzaro.

Yo: ¿Cuál es su nombre?

Chica: Rubén.

Guardé silencio unos segundos.

Yo: Ya veo.

Chica: Es tu profesor de biología.

Yo: Si.

Chica: Tienes pinta de sacar buenas calificaciones. Como lo dijo el.

Yo: ¿Siempre habla de sus mejores alumnos?

Chica: Solo cuando está de buen humor.

Asentí. Ya solo quería terminar de elegir las cebollas.

Chica: O cuando alguien lo pone de buen humor.

Yo: Supongo.

Chica: ¿Y tu me recuerdas a mi, verdad?

Yo: Creo que si.

Chica: Salí sin permiso de mamá.

Yo: Ah, claro. Eres la no invitada a la fiesta de Claudia.

Chica: Si me habían invitado. Solo que la persona que lo hizo nunca llegó.

Yo: Es una buena escusa. Debí usarla cuando tenía tu edad.

Chica: Sonó como si tuvieras 40. Tampoco eres tan vieja. Además eres muy bonita.

Yo: Igual tu.

Me sonrió e hice lo mismo.

Yo: ¿De compras sola?

Le había agarrado un poco de confianza.

Chica: No había opción. Preferí a esto a que me quitaran el móvil.

Yo: Bien pensado.

Chica: Bueno, creo que eso es todo. Hasta luego ___.

Yo: Hasta luego. Y... ¿cuál es tu nombre?

Chica: Me dicen Ann.

Yo: Bien, Ann. Cuídate.

Se despidió con una leve sonrisa y se fue en dirección contraria a donde yo iba.


Llegando a casa me preparé una rica ensalada de frutas.

Había empezado una pequeña dieta, aunque aveces me daba algunos gustos con las carnes. Desde esta semana, ya no, nada de grasa.















Mi maestro de BiologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora