I'm Not Her ©

#14: Lo siento.

Charlotte PDV.

Miro la puerta frente a mi y suelto un gran suspiro, las cosas que tengo que hacer por mi bebé. Tal vez voy a quedar como una arrastrada, pero lo único que me importa es que mi hijo tenga a alguien... Que tenga un padre. A pesar de todo por lo que ha pasado Calum con Ashley y el bebé que perdieron , debe de hacerse cargo de mi bebé... De nuestro bebé.

Toco el timbre y las manos me comienzan a sudar cuando oigo a la madre de Calum gritar: "ya va". Su voz es inconfundible, tan inconfundible como la voz de Calum. Mis manos comienzan a sudar, debido a los nervios. No sé si soportaría que él me abandone, otra vez. Lo necesito... Lo necesitamos.

La puerta se abre y Carmen, la madre de Calum, sonríe al verme. Inmediatamente me hace pasar y me da un pequeño abrazo. Ella siempre nos ha tratado de maravilla a mí y a Ashley, aún sabiendo todo lo que ha pasado.

—Calum está en su habitación —Me da un guiño.

Simplemente le sonrío, un poco sonrojada, y subo rápido las escaleras. Voy por el pasillo que está a la derecha, nerviosa camino hacia la tercer puerta de este pasillo y golpeo suavemente la puerta.

En cuestión de segundos, la puerta se abre, dejando a la vista a un Calum en bóxers y con el cabello revuelto.

—Debemos hablar —Susurro.

Él suelta un gran suspiro y se hace a un lado, para que yo pueda entrar a la habitación. Cuando entro, me dirijo directamente hacia la la cama, donde me siento y comienzo a jugar con mis dedos, nerviosa.

—Yo... Lo lamento —Susurra, sentándose a mi lado.

—Sé que tienes miedo, te conozco demasiado y sé que no quieres estar cerca de nosotros porque temes que vuelva a pasar lo que pasó con Ashley, pero te necesito a mi lado... Te necesitamos —No puedo evitar sollozar, esto del embarazo me tiene más sensible de lo normal.

Sus brazos me rodean, dándome un gran abrazo y acercándose a mí, aún más. Me aferro a él, mientras que las lágrimas comienzan a caer.

—No me iré. Me quedaré y los cuidaré, son lo más valioso que tengo y no podría alejarme de ustedes —Hunde su nariz en mi cabello, olfateando. —No sé que sería de mí sin ustedes —Se aparta un poco.

Su dedo índice viaja hacia mi mentón y lo eleva, provocando que mi cabeza se eleve. Mis ojos azules hacen contacto con sus ojos marrones, oscuros, y sonrío. Está siendo sincero, su mirada lo dice todo.

Se inclina un poco y coloca sus labios sobre los míos, dándome uno de sus increíbles besos. Un beso de los que amo. Joder, estoy perdidamente enamorada de este chico.