#07: Recuerdo.

4.1K 391 35
                                    

Ashley PDV.

Nuevamente miro a Calum, pero esta vez niego. Podría salir con cualquier chica, pero escogió a mi hermana, al igual que la zorra de Charlotte, podría salir con cualquier chico, hasta con el oxigenado lindo, pero escogió a mi ex, ambos son tal para cual. Los odio.

Charlotte me mira y Suspira antes de comenzar a caminar hacia Calum, cuando llega a él lo abraza y puedo ver como Calum frunce el ceño mientras que mira el rostro de Charlotte y ésta le habla, de seguro le está contando todo lo sucedido, omitiendo varios detalles para hacerse la inocente, como siempre hace.

—¡Eres una bestia! —Me grita Calum.

—¡Y ustedes son unos idiotas! —Me acerco furiosa a ellos. Me vale mierda si estoy toda despeinada o sí parezco vagabunda. —¡Ustedes son tal para cual! ¡Unos perros traicioneros que no mere... —La mano de Calum en mi cuello me impide hablar.

—Vuelve a tocar a Charlotte y te juro que no vives para contarlo —Su agarre en mi cuello se vuelve más fuerte, comenzando a impedir que respire. —Nunca estuve enamorado de ti, entiéndelo, siempre fue Charlotte, tú sólo fuiste alguien que me ayudó a soportar el verla con otros chicos, tú sólo fuiste un remplazo de segunda mano —Vuelve a apretar más su mano en mi cuello.

Desesperada, comienzo a golpearle la mano, el hijo de puta no me deja respirar. Miro a Charlotte, en busca de ayuda, pero ella simplemente mira hacia otro lado. Las lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas y cuando creí que me quedaría sin aire en manos de el idiota de Calum, alguien lo aleja de mi, de manera brusca, muy brusca.

Caigo en el suelo, acaricio mi cuello, tratando de calmar el dolor y buscando aire. Unas suaves manos me quitan el cabello de la cara y me permite ver al chico de ojos azules junto al de cabello castaño, busco con la mirada a Calum y cuando lo veo, el rubio oxigenado lo está agarrando del cuello, de la misma manera que el idiota me estaba agarrando a mi.

—Aprende a respetar a las mujeres, idiota. Vuelves a ponerle un sólo dedo encima y yo mismo me encargaré de que no vivas para contarlo —El rubio oxigenado gruñe y le apreta una vez más el cuello para luego tirarlo al suelo, como si fuera un costal de papas.

Charlotte corre inmediatamente hacia Calum. Seguiría mirándolos, porque masoquista siempre, pero él rubio oxigenado se arrodilla a mi lado, impidiéndome que los vea. Y, de alguna manera, lo agradezco.

—¿Cómo te sientes? —Pregunta el chico de ojos azules.

Me siento como la misma mierda, me siento traicionada, usada, dolida. Siento que no fui nadie, que no lo soy y que nunca lo seré. Así me siento.

—Serás idiota —El de cabello castaño le golpea la cabeza.

—Idiota tu culo —El de ojos azules le devuelve el golpe y así comienzan a golpearse mutuamente.

El rubio oxigenado pone los ojos en blanco y me ayuda a ponerme de pie, con mucha cuidado, como si pudiera romperme con un mal movimiento. Lo que no sabe es que ya me siento demasiado rota.

—Lo siento —Hace una mueca. Frunzo el ceño, ¿por qué mierda se está disculpando? —Por no creerte eso de que eres Ashley y no Charlotte.

—No pasa nada —Intento sonreír, pero sólo me sale una mueca.

De la nada, siento como sus brazos me rodean y me acerca a él, dándome un fuerte abrazo. Y por más que él es sólo mi vecino que escucha música insoportable, el que siempre se burla, lo abrazo. Porque necesito un buen abrazo, de cualquier persona, aceptaría uno hasta de la prostituta de la esquina.

—Hey, no. No llores —Susurra sobre mi cabello cuando comienzo a llorar. Simplemente no puedo detenerme, me siento mal y necesito llorar. —Él es un idiota y ella una gran zorra, no vale la pena que llores por ellos —Suspira.

Él tiene razón, no debo llorar por unos idiotas. Me separo de el oxigenado y me limpio las lágrimas, ahora tiene como burlarse de mi.

—Una zorra que te gusta —Miro hacia el auto de Calum, donde Charlotte está encendiéndolo mientras que el idiota está en el asiento de copiloto.

—Pero ahora ya no sé con cual de las dos he chocado en aquel pasillo —Susurra para él, pero de todas maneras logro oírlo.

Le miro, confusa y dispuesta a preguntarle de que habla, pero él simplemente niega y me mira.

—El idiota te ha dejado los dedos marcados —Bufa con el ceño fruncido.

—Gracias —Sonrío apenas. —Enserio, muchas gracias. Si fuera por mi... Hermana, me quedaba sin respirar ahí mismo —Muerdo mi labio inferior, las ganas de llorar volvieron.

—No tienes nada que agradecer —Me sonríe. —Lo mejor será que descanses, aunque si quieres puedes quedarte junto a mi y los chicos —Mete las manos en los bolsillos de su pantalón a la vez que se encoje de hombros.

—Iré a descansar, no tengo mucho ánimo —Me acerco un poco a él. —Gracias por todo —Me pongo en punta de pie para poder besar su mejilla.

Un suspiro de satisfacción se escapa de mis labios en el momento que mi cuerpo hace contacto con mi cama. Me cubro con las mantas e intento dormir, pero no lo consigo. Simplemente me quedo con los ojos cerrados, pensando en todo lo que ha sucedido en el día de hoy.


Marzo, 2012. Escuela local de Stratford, Canadá.

Bufo mientras azoto fuertemente la puerta de mi casillero, estuve casi veinte minutos porque alguien ha estado de gracioso, o graciosa, y le ha puesto algo que no me dejaba abrirlo. No sé porque mierda hacen eso, pero no importa, ya he conseguido abrir el casillero, ya he tomado las cosas que necesito. Ahora sólo debo apresurarme para almenos llegar a estar veinte minutos en la clase de matemáticas.

Me volteo, dispuesta a comenzar a caminar rápido hacia mi salón de matemáticas, pero choco contra algo, mejor dicho, alguien. Furiosa, me volteo hacia ese alguien, pero inmediatamente me tranquilizo al ver como el chico de cabello castaño está juntando sus cosas del suelo.

—Lo siento —Me disculpo y me arrodillo a su lado, ayudándole a juntar sus cosas.

—Fue mi culpa —El chico me mira y sonríe, volviendo a juntar sus cosas. —Por cierto... S-soy Ju-us-ustin —Tartamudea un poco nervioso e incluso hasta está un poco sonrojado.

—Es un placer conocerte Justin, pero debo ir a clases —Me disculpo y comienzo a correr hacia mi salón de clases. Por favor que el profesor Mendez esté de buen humor.

Sonrío mientras que miro hacia la ventana. Él rubio oxigenado es Justin, estoy segura. Puede que ahora se haya hecho cualquier cosa en el cabello o que esté más musculoso, pero sus ojos mieles siguen siendo los mismos.


--------

Esto no se lo esperaban(?

Pasen por "Power" :). Es algo TOTALMENTE distinto a todas las obras de Justin aquí en wattpad, las amo <3.


I'm Not Her ©Where stories live. Discover now