#08: Te estaré esperando.

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Ashley PDV.

Al entrar a la cocina me encuentro con todos desayunando, y ese todo suma a Charlotte... Y Calum. ¡Es increíble lo irrespetuosos que son! Ayer el idiota casi me mata mientras que ella sólo miraba y ahora vienen a desayunar aquí. Lo peor es que todos están como si ayer no hubiese pasado nada, bueno, todos no. Sólo mi mamá, porque mi padre y Benjamín están demasiado serios.

Camino directo hacia la nevera y la abro para poder tomar una manzana, no quiero desayunar junto a los hipócritas.

—Buenos días —Habla mi madre.

—Eran buenos hasta que vi a los leprosos —Cierro la nevera.

Charlotte sisea algo que no llego a oír pero por la manera en la que la mira Benjamín; no debe de haber dicho nada bueno.

Papá levanta la mirada de su periódico y mira serio a Charlotte, una mirada bastante amenazante. Cada vez que hay problemas entre Charlotte y yo, mamá defiende a Charlotte mientras que papá me defiende a mi.

—Más respeto señorita, que no se te olvide que Ashley es y siempre va a ser tu hermana, mientras que ese —mira con asco a Calum— sólo es un amorío pasajero.

Calum suelta un gran bufido y sale rápido de la cocina, Charlotte no lo piensa dos veces antes de salir atrás de él, como la perra faldera que es. Mamá me mira de mala manera, con su cara de pocos amigos.

Sin decir nada, salgo de la cocina y voy directo hacia el patio trasero, donde se puede oír la misma música que hace unos días se oía desde la casa de al lado. Justin debe de estar haciendo ejercicio, eso es lo que hace cuando está escuchando música con el volumen tan alto. Sí, lo he estado espiando desde la noche en la que he recordado lo nuestro incidente en el pasillo del colegio en el que estudiábamos.

Camino hacia la serca y sonrío al verlo en el suelo, sobre una colchoneta, haciendo abdominales. Me le quedo viendo durante unos minutos más, el sudor por su espalda, la manera en la que sus músculos se flexionan. A la mierda, tengo ganas de tocarlo, todo.

—¡Oxigenado de farmacia! —Grito fuerte, bastante fuerte.

Él se tira hacia atrás, en la colchoneta y mira hacia donde estoy, tratando de calmar su respiración. Alza una de sus gruesas cejas hacia mi, esperando a que hable. Me quedo callada, está loco si piensa que voy a andar gritándole sólo porque él no quiere levantarse de la colchoneta. Lo veo poner los ojos en blanco mientras se pone de pie y comienza a caminar hacia mí.

—¿Cuando dejarás de decirme así? —Suspira, cansado.

—¿Por qué te teñiste? Te quedaba mucho mejor el castaño natural, Justin —Sonrío.

Él me mira durante unos cuantos segundos y luego sonríe, una gran sonrisa. Mira hacia todos lados, sin dejar de sonreír, y me vuelve a mirar.

—¿Cómo sabes que el castaño es mi color natural? —Me Pregunta, de seguro es para asegurarse de que es conmigo con quien ha chocado en aquél pasillo.

—¿Ya has olvidado cuando chocamos y todas tus cosas cayeron al suelo? —Alzo una de mis cejas. —Cuando me dijiste tu nombre te pusiste súper nervioso, incluso hasta te sonrojaste.

Suelta una risita nerviosa mientras que rasca su nuca. Se queda mirando a la nada por unos segundos, estoy segura de que está recordando nuestro incidente.

—Así que todo este tiempo he estado detrás de la chica incorrecta —Murmura.

Nos quedamos en silencio, un silencio un poco incómodo, sólo un poco. De la nada, sus manos toman las mías, dándoles suaves caricias con su pulgar.

—Supongo que tú no me rechazarás si te invito a salir, ¿no?

Una salida, él me está pidiendo para salir. Pero... ¿Lo debo tomar como una cita? Suspiro y muevo mi cabeza, indicándole que si quiero, que si acepto salir con él.

—En una hora, sal de tu casa en una hora, te estaré esperando —Acerca mis manos a su boca y deja un dulce beso en el dorso de ambas manos.

Le sonrío y él me devuelve la sonrisa antes de ir corriendo hacia dentro de su casa. Imito su acción y también entro corriendo hacia mi casa, tengo sólo una hora para estar lista. 


I'm Not Her ©Where stories live. Discover now