Preocupación

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Hay que decir que la cita fue buena en un comienzo, pero era claro que no iba a ser recordada por ese motivo. Cuando los semidioses llegaron, Hades se sorprendió mucho, él sabía que su hijo estaba en una cita, por lo que verlo ahí le sorprendió bastante, y más aún cuando Nico se desmayó. El trabajo del Dios del Inframundo era ser frio, pero no dudó en olvidar su papel para correr en la ayuda de su hijo. En primer lugar, intentó que Percy dijera algo, pero este era incapaz de articular palabra. Luego tomó a Nico y lo llevó hasta su cuarto. Percy recobró el habla, pero estaba muy alterado y sumamente preocupado.

- Ambrosía y néctar - le dijo a Hades - ¡ambrosia y néctar!

- Ey cálmate, eso es para algo físico, pero por lo visto Nico está bien en ese sentido.

- ¿Bien? ¡Está inconsciente! - a Percy le salía humo - ¡Has algo, por favor!

- ¡Déjame, déjame! ¡Por favor no! - Nico comenzó a hablar y a lanzar manotazos, aunque seguía inconscirnte - te lo suplico, no me toques ¡Suéltame! ¡No te atrevas a tocarme! ¡¡Auxilio!!

- ¡¿QUÉ LE HICISTE A MI HIJO?! - gritó Hades, sus ojos se volvieron llamas, creció varios metros y estaba sosteniendo un sable de más o menos un metro y medio de largo, que perfectamente podría hacer una brocheta d Percy Jackson - ¡¡HABLA PERSEO!!

- Yo no le hice nada - Percy estaba muy asustado - en serio.

- ¡¡Qué intentaste hacer!! - Hades abrió aún más los ojos y de sus manos salió fuego - ¡¿Intentaste profanarlo no?! ¡Voy a matarte, te haré comida para mi perro! ¡CUANDO ACABE CONTIGO NADIE VA A VOLVER A INTENTAR DESAFIAR AL HIJO DE HADES!

- ¡Hades, yo no le hice nada! - Percy intentaba explicar y calmar al Dios a su vez - ¡fue un hombre!

- ¿Un hombre? ¿Cuál hombre?

- Nico dijo que era el hermano de...

- Oh no... - Hades recobró su tamaño y se serenó, en el sentido de no matar a Percy, porque estaba furioso - Ese maldito ¿Tú no lo defendiste?

- Lo hice, pero cuando lo dejé tirado en el piso medio muerto y me fui con Nico, el corrió hasta nosotros y...

- Y... Y ¡Qué!

- Lo besó y bueno...

- Ya entendí - Hades se levantó - Ciudad a mi hijo, yo volveré enseguida.

Hades se fue dejando a Percy solo, escuchando los gritos de Nico. El hijo de Poseidón se sentó junto a su novio y le tomó la mano, lo que fue difícil, ya que este inconscientemente lo apartaba.

- Nico, por favor - comenzó Percy y ya estaba llorando - perdóname, debí haberte protegido y no lo hice. Por favor reacciona, abre tus hermosos ojos y quédate conmigo, si quieres insúltame, pero no me dejes, no quiero perderte, no ahora que te tengo. Yo te amo. Te necesito...

Percy. Abrazó al cuerpo de Nico y no soltó, aun cuando este luchaba por zafarse, se deshizo en llanto y dejó que toda aquella pena contenido saliera, amaba a Nico, más de lo que alguna vez amó a Annabeth, y por ella había caído al Tártaro, no perdería a Nico, no se daría por vencido.

El Dios del Inframundo volvió una media hora después, están más calmado y sus ojos habían vuelto a ser normales, eran como los de Nico. Hades había vengado de aquel tipo y ahora él era el nuevo juguete de Cerbero, las furias y unos cuantos monstruos sacados del especialmente del Tártaro para la ocasión.

Había pasado todo un día y Nico aun no despertaba. Percy están muy ansioso, pero Hades le había dicho que cuando Nico era pequeño, había estado así durante una semana, luego del incidente. Esto no aliviaba a Percy, estaba muriéndose de miedo e intriga, le asustaba que Nico no reaccionara y que si lo hacía, tal vez ya no quisiera verlo. Percy no sabía lo que podría estar sintiendo Nico, pero imaginaba que debería ser horrible ver a quien había arruinado tu vida. La duda lo carcomía, y si Nico le temía, si no lo quería cerca, si no quería seguir siendo su novio. Percy estaba muy preocupado, pero se obligó a alejar esos pensamientos, lo primordial era Nico.

En su segundo día se inconsciencia, Nico volvió en sí. Abrió los ojos sobresaltado e intentó levantarse con un impulso increíble, como si estuviera escapando de algo. Aun no se orientaba bien, pero cuando cayó en la cuenta de donde estaba y de todo lo que había ocurrido, se hizo un ovillo en la cama y se puso a llorar silenciosamente. Hades fue a sentarse junto a él para consolarlo, Percy nunca había visto al Dios así, pero al fin y al cabo, ese era su hijo y ya habían pasado por eso una vez. Poco a poco Nico se fue calmando, de Hades y él pusieron su mirada en Percy, Hades le dijo algo a su hijo y este negó con la cabeza. El Dios del Inframundo comenzó a caminar hacia Percy, pero este ya lo había entendido, Nico no quería verle. Así que se levantó y salió de la habitación.

Pasaron unas horas y Hades salió del cuarto. Era difícil decir con certeza lo que pensaba, su expresión era indescifrable y no se podía saber así sobre Nico.

- Pasa, Nico quiere verte.

Percy abrió la puerta temerosa y vio a Nico sentado en la cama mirándolo fijamente. El hijo de Poseidón caminó hasta él y se sentó en una silla junto a la cama. No se le ocurría qué decir o hacer, así que se limitó a mirar el piso en silencio.

- Percy yo... - comenzó a decir pero fue interrumpido.

- No lo digas, ya no importa.

- Si no hubiese sido por ti, no sé qué hubiera pasado conmigo. Gracias - Percy no le dijo nada, se sentía inútil por no haberlo protegido del todo - Y lamento haber hecho que te fueras, no... No quería que me vieras así.

- ¿Estás mejor?

- Si, hoy nos vamos al campamento.

- ¿De verdad?

- Si - Nico le regaló una sonrisa que hizo que a Percy se le derritiera el corazón. Así que no pudo contenerse y soltó todo su dolor y frustración contenido.

- No sabes lo preocupado que estaba, temí lo peor, pensé que iba a perderte, quería morir, si te pasara algo yo no... no sé qué haría...

- No fue tu culpa, hiciste lo que pudiste, no vas a perderme, y ahora nos vamos al campamento. Ven.

- ¿Estás seguro de que puedes hacer un viaje sombra?

- Si, vamos – Percy no quería tocarlo, temía que a Nico le incomodara y este se percató de ello – Percy, no temas, yo te amo, por favor no te apartes de mí nunca.

- Yo también te amo y me alegra escuchar eso – se besaron y al mismo tiempo se sumieron en las sombras, para aparecer junto al árbol de Thalia en las afueras del campamento.

La Sombra a la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora