Kirai ja Nai (Yullen - Yaoi)

VI

Recomiendo escuchar la canción durante lees ;)

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Llegaron tarde, demasiado tarde. Su cuerpo casi inmóvil acompañado solo de su respiración acompasada. La gran herida en su pecho y el charco de sangre rebelaban que Kanda estaba a punto de morir.

—Mo-moyashi... ¿eres tú? — indudablemente se acercaron a Kanda. Allen más rápido que ella.

Le vio arrodillarse a lado de Kanda tomar su cabeza con delicadeza extrema y colocarla en su piernas, a modo de almohada y puede que desde ahí todo quedo claro para ella.

—Je, Creo...creo que esta vez si te han dejado muy mal eh, Bakanda — la ligera risa del albino no mostraba emoción alguna – No te preocupes, pronto te curaras y podrás...podrás regresar conmigo — Allen lo sabía, lo sabía perfectamente y solo bastaba con ver sus lágrimas.

—Moyashi...Moyashi...Moyashi...— Lenalee no podía seguir allí, sentía que en cualquier momento ella también se desmoronaría, así que simplemente decidió dejarlos solos, quizá ese momento pertenecía a ellos dos, y solo a ellos dos.*

Pero aun así no pudo evitar escuchar todo.

—Kanda ¿Por qué no sanas aun? Lo tienes que hacer pronto sino...sino van a matarnos

—Lo si-ento, Moyashi...

Allen trataba reprimir el llanto, comprendía todo lo que pasaba y aun así no quería aceptarlo.

— ¿Quieres por una vez llamarme Allen?

—Tsk, Estúpido Moyashi...mi estúpido Moyashi

A ella también le dolía, le dolía bastante pero eso que vio en los ojos de Allen cuando encontraron el cuerpo mancillado de Kanda fue mucho peor, era más que dolor, eran muchísimos sentimientos que para ella eran ciertamente desconocidos.

Decidió que era momento para ir con ellos de nueva cuenta pero en cuanto salió de su escondite vio algo que jamás pensó ver. Y aun así lo sintió completamente natural.

Kanda y Allen se besaban. Un simple beso que emanaba amor, cariño...tristeza, dolor. Entonces vio como ese contacto se rompía abruptamente, el japonés había muerto.

—Kanda...despierta, vamos Kanda... prometo no molestarte más pero abre esos ojos ¡Kanda!

Lenalee se acercó lentamente, coloco una mano en el hombro de Allen diciéndole que estaba ahí, apoyándole y al parecer funciono, la abrazó, lloró en su hombro como jamás lo había visto hacer, gritando el nombre de su amado, lastimándola. Pero no le importo, si eso era lo único que podía hacer por ese chico, no se cansaría de ello.

Minutos después de amargas lágrimas Lenalee dejo de sentir esos brazos tan cálidos abrazarle para después ver al chico frente a ella levantarse. Allen no estaba más allí, esa sensación que emanaba era terrorífica. Allen quería venganza, venganza por el dolor causado al arrebatarle a su chico amado, sensación que tuvo ella después de ver al chico pelear.

Los derroto, a cada uno de ellos, no dejo absolutamente ninguna señal de los Noah, terminando con toda su energía, acompañando a Kanda antes de lo que ella creía necesario. Quitándole oportunidad alguna de amarlo.

Por eso cuando lo vio en esa fiesta decidió que lo enamoraría y así no compartirlo con nadie más. Allen era suyo, Allen le pertenecía, Allen la amaría tanto como amó a Kanda

...

Se trató de convencer que hacer lo que Allen decía no era lo correcto pero los besos del muchacho le sabían a gloria y quería más, mucho más.