II

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— ¿Pero qué carajos? – Kanda estaba enfadado.

— ¿Kanda-kun estas al tanto de la condición de Allen, no? – El albino estaba preocupado por Komui, nadie le decía que hacer a Kanda Yu – lo estas destruyendo, ¿sabes cuánto tardara en sanar? Con suerte no quedaran consecuencias de su lesión.

¿Lesión? ¿Cuál lesión? Se preguntó Allen, no dejando de fingir que dormía.

—Tienes que dejarlo, Kanda-kun, por su bien – El mayor realmente estaba preocupado por el chico, ya le había tocado varias veces verlo un poco enfermo, pero nada que ver con esta ocasión.

—Tú no sabes nada – el japonés estaba a punto de desenvainar a Mugen y alzarla  al cuello de Komui.

—Oh, claro que se… - Komui fue interrumpido por la débil voz de Allen.

—Te equivocas –sufriendo se sentó en la  camilla – te equivocas, Komui-san – repitió – Para mí bien, Kanda tiene que estar a mi lado, porque yo – dudo en decir lo siguiente – le quiero – guardo silencio unos cuantos segundos – le quiero muchísimo.

—Pero Allen-kun... —nuevamente fue interrumpido, esta vez por Kanda.

—Déjame solo con Allen – susurro el japonés.

— ¿Qué?

— ¡Que te largues de aquí! – grito ya irritado, sacando su preciada katana de su funda.

—Ah-ahh Ka-Kanda-kun, me vo-voy, te encargo a Allen, n-no mejor no, Allen te veo pronto – Kamui salió despavorido cerrando la puerta, Kanda fue hacia ella para cerrarla con seguro.

—Kanda – El aludido dejo su katana recargada en la pared más cercana para posteriormente quitarse la bata que lo identificaba con exorsista - ¿Kanda? – llamo otra vez pero seguía ignorándolo.

El mayor se aproximó más a la cama del albino y apoyo sus manos en el colchón.

—Dame más espacio Moyashi – La afable voz de Kanda era algo que jamás pensó escuchar Allen, así que lo desconcertó un poco, él sabía que estaba tratando de ser amable.

Lentamente  se volvió acostar en la camilla, moviéndose un poco hacia la orilla de esta. Kanda se metió a las sabanas pasando un brazo por el pecho del albino y recargando un poco su barbilla en la sien de este.

El menor se puso rojo, Kanda jamás le había abrazado de esa manera, nunca, y ese gesto que le ofrecía le gustaba en demasía; como pudo se acostó sobre su costado, y así juntar su cuerpo un poco más con el de Kanda, colocando su cabeza el su pecho, el aroma del japonés llego hasta sus fosas nasales, haciendo que disfrutara aún más de aquel abrazo. Ese aroma era de las cosas que más amaba de aquel chico.

Tímidamente paso un brazo por la cintura de Kanda, esperando que este no se molestara, y para su suerte no fue así.

—No me dejes…Nunca – susurro, lo suficientemente alto para que Kanda lo escuchase.

— ¿Por qué no lo dijiste antes, Moyashi? – el asiático apenas hablaba, pero Allen le escuchaba perfectamente estando tan cerca.

— ¿El qué? – pregunto Allen un tanto confundido.

—No me jodas, Moyashi, sabes de lo que hablo – Kanda jalo un poco del cabello de Allen, sin llegar a hacerle daño.

—Ah! Pero no lo sé – el albino estaba feliz, la actitud de Kanda no había cambiado.

—Ya sabes, lo de que…—El mayor se removió incomodo, hablar de eso cuando jamás lo había hecho le ponía bastante abochornado — me quieres.

Allen no estaba seguro de lo que dijo Kanda, pero al darse cuentas de la incomodidad de este supo de inmediato de lo que se trataba.

—Porque…- El menor hundió todavía más su cabeza en el pecho firme del asiático – No quería que te alejaras.

— ¿Qué?

—Si te lo decía, pensaba que dirías que soy repulsivo, que te daría asco. Yo no quería eso, aunque me trataras de esa manera, yo disfrutaba cualquier momento si eso implicaba estar a tu lado,  sabía que si mencionaba algo de mis sentimientos eso que teníamos terminaría ahí. Tenía miedo.

El silencio los inundo a ambos, Allen estaba nervioso y ansioso por escuchar la respuesta que Kanda le daría ahora que sabía que estaba locamente enamorado. Por otra parte el pelinegro estaba procesando toda la información que le estaba otorgando el albino, quería darle una respuesta, pero no podía, no porque no lo quisiera, sino que no le quería lastimar más. Kanda le amaba, realmente lo amaba pero no podía decirlo, sabía que si decía algo al respecto Allen se encariñaría aún más con él, de la misma manera lo haría Kanda,  y eso era lo que menos quería. Ya era demasiado tarde, pronto el…

—Eres un estúpido.

— ¿Eh? – Allen elevo un poco la cabeza para observar a Kanda.

—¿Piensa que no me di cuenta? Eres muy obvio, Moyashi. ¿Por qué tan seguro que me iría? Si hubiera sido así, en el preciso momento en que me di cuenta que estabas enamorado te hubiera votado, yo… — unas cuantas palabra bonitas no afectarían tanto ¿o sí? – Yo también disfruto estar a tu lado, Moyashi.

El sonrojo de Allen creció aún más, y se volvió a esconder en el pecho de Kanda, estaba inmensamente feliz, quizá no le habían dicho lo que quería, pero con eso era más que suficiente para él.

—Dilo una vez más – pido Allen.

—No repetiré esas cursile… — fue interrumpido.

—No me refiero a eso

—Entonces ¿Qué?

—Mi nombre

— ¿eh? – Kanda no recordaba haberlo dicho con anterioridad.

—Lo dijiste cuando echaste fuera a Komui-san… “Déjame solo con Allen” – dijo Allen tratando de imitar el tono serio de Kanda.

—Yo…yo no recuerdo haber dicho eso.

—Lo sé, tu orgullo no te deja.

Allen se ganó otro jalón de cabello.

—No lo dire. Ahora, duerme.

—No tengo sueño – hizo un puchero.

—Creo que eso es bastante normal ya que dormiste cuatro días enteros

— ¿ehhhhh? ¿Cuatro? – Allen alzo un poco la voz, no pensaba que estuviera tan mal, aunque si el dolor en su cadera era insoportable.

—Sí, cuatro. Ya duérmete Moyashi. – dijo Kanda ya algo exasperado por la actitud del albino.

Allen no dijo más, cerró sus ojos e intento dormir, cosa que logro en pocos minutos al sentir las delicadas caricias que Kanda le daba en su blanca cabellera, se sentía raro recibir caricias tan amenas como esas, pero le encantaban y espera que a partir de ahora fueran mucho más constantes. Pero se equivocó.

—Lo siento, Allen – Kanda deposito un beso en la frente del menor y se marchó.

Al despertar, Allen no vio a Kanda a su lado, y poco tiempo después supo que aquella noche fue la última vez que lo había visto. Kanda Yu lo había abandonado.

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Ahhhh cuanto sin publicar. un mes? Lo siento muchísimo de verdad, pero enserio tenía muchas cosas en mente y ni sabía cómo seguir, bien tengo planeado que en el próximo capítulo la historia dará un giro de 180°, la historia se desarrollara en el mundo actual! (No soy muy bueno escribiendo sobre las historias originales así que prefiero que este sea un AU para sentirme más a gusto) Fecha de publicación del próximo capitulo: cuando termine, a mis pocos lectores muchas gracias por leer esta historia, espero que la sigan siguiendo (? y yo intentare escribir lo mas rápido posible. 
Por ultimo espero que les allá gustado el capítulo, y que por favor dejen un comentario, diciendo quejas, sugerencias, consejos, no sé, cosas así. Los leo en el próximo capitulo. Bye-Bye n.n

Kirai ja Nai (Yullen - Yaoi)Where stories live. Discover now