Te encontré por casualidad | Chanbaek.

6# Recuerdos inolvidables.

Baekhyun.

Salir corriendo fue la única salida que encontré, por supuesto que no había otra forma de escapar de ahí.  Parecía que mi corazón iba a detenerse en cualquier momento, mientras en mi cabeza se repetía la última frase pronunciada por él.

Argh, te odio Chanyeol.

Porque entre todas las malditas universidades del país tenía que venir a esta. Era casualidad, tal vez fue el destino, no tengo la menor idea de porqué la vida me quería castigar, hasta ahora había hecho todo bien.

Ahora estaba sentado en una de las mesas de la desolada cafetería, la cual estaba muy cerca de la universidad. Estaba tomando café.

― ¿Más café? ―preguntó el chico de la cafetería, al que por cierto había insultado hace unos días.

―Si, por favor ―contesté extendiendo mi taza. ―Oye, ¿No deberías odiarme?

― ¿Odiarte? ¿Por qué te odiaria?

―Por lo de hace dos días ― dije, pero el parecía no recordar absolutamente nada. ―Ya sabes, lo de la soltería y los gatos.

― ¿Ahm? No sé de que hablas.

― ¿Tienes algún tipo de enfermedad que tiene que ver con la memoria?

―No ―respondió algo fastidiado. ―Te estas equivocando de persona, yo no tuve turno hace dos días.

―Sí, eras tú, lo recuerdo perfectamente ―insistí. Observe la pequeña placa donde decía su nombre. ― ¿Yixing?

―Oh, ya sé de que hablas ―respondió formando una amplia sonrisa. ―Mi hermano fue el que te atendió ese día, mi gemelo.

Woah.

― ¿Tienes un gemelo? ―pregunté aún sorprendido. Él asintió. ―Oh, seguro tú eres el gemelo bueno.

―Supongo, soy el más adorable ― se alagó ensanchando su sonrisa anterior.

Claro, sin contar que tienen el mismo rostro.

Había tenido una corta charla con el gemelo A, así fue como lo nombre, nuestrnuestra charla hubiese durado más si la cafetería no se hubiese llenado de la nada, pasando de ser un desierto a una concurrida calle de la ciudad.

Al llegar hubo una lluvia de preguntas ante mi tardanza a la hora de llegar. No tenía otra opción más que contarles lo que había sucedido en la reunión.

―¿Qué hiciste? ―me preguntó Seohyun con los ojos completamente abiertos al igual que Luhan.

―Salir corriendo ― se adelantó en responder Luhan. Él parecía saber todo lo que hacíamos.

―Sí, eso.

―No te culpo, yo hubiese hecho lo mismo ― contestó Seohyun. Todo el mundo hubiese hecho lo mismo después de ver a su primer amor -sin contar que me odia- luego de seis años.

―Es horrible, chicos ― comenté escondiendo mi rostro en el almohadón. Todos estábamos sentados en los sofás, ellos en el más grande y yo en el individual. ―No quiero volver a una reunión.

Aunque de igual manera lo vería, ya que estamos en la misma universidad. Pero sobre todo tendría que contener mis recuerdos y las ganas de gritarle que era un maldito idiota. Un maldito idiota, que para mi mala suerte, jamás pude olvidar.