Capítulo 8: ¿Qué? Así describo a mi amigo.

43 9 4
                                    

Tienes un nuevo mensaje.

Tienes un nuevo mensaje.

Tienes un nuevo mensaje.

Tienes...

—¡Ya cállate! — Le regañe a mi móvil que me despertó de un dulce sueño.

Con ira reviso mis mensajes.

...
...
...
...

¿En serio? ¿Eso es todo lo que dice? Y lo peor es que no puedo ver el remitente. ¿Por esto me desperté?

La aplicación que me dio Will es para avisarte sobre los mensajes que recibes, no para despertarte cuando te ibas a casar con Brad Pitt.

Lo más rabioso de esto es que hoy es domingo.

Así es, es domingo a las 6:00 a.m.

No narré lo que pasó ayer porque fue aburrido... Claro todas mis narraciones ahora son tan aburridas. Solo vino y...

Ayer

—Z.z.z.Z.z.z.Z.z.z... ¿Así se pronuncia?

—No, no lo es. —dije entre risas.

—Pero siempre lo pronunciaban así.

—No, jamás lo hacen.

Sonrió. —Esto de alguna manera me causa gracia.

—A mí también. —Estaba con Will. Solos, en mi habitación. Sin nadie. Él fue el primero en venir a mi casa; el mediodía y las cosas graciosas que decía haría de esto un día perfecto.

Me fui acostumbrando lenta pero seguramente de su actitud un poco confusa. Will no es como los demás chicos, siempre lo veía solitario y sin sentimientos; pero, ahora que paso tiempo más con él que con otros, me he dado cuenta que es igual que yo. Su vida tampoco fue fácil, tuvo que crecer con sus padres separados.

Ese chico era una representación mía en versión masculina.

—¿Adivina qué?—preguntó coquetamente.

— ¿Qué pasa?

—El señor cosquillas quiere hacerte una visita.

—No digas eso.—Sus manos estaban a punto de hacerme cosquillas y su cara dulce lo acompañaba. — ¡Por Dios, no!

—Prepárate.—Estaba encima de mí, en mi cama, claro.

—Basta, basta, basta— Estaba pataleando.

—No lo haré.

Mi padre salió a comprar -cosas de hombre- Yo sabía lo que iba a comprar: Colonias para hombre (Dice que ese es su secreto para seducir mujeres).

En fin, volviendo con lo de las cosquillas peligrosas, la cara de Will se veía hermosa, con su gorro, su camisa a cuadros rojos, su jeans, sus zapatillas, todo él era perfecto... hasta su cabello hermosamente peinado.

¿Qué? Así describo a mi amigo, AMIGO para siempre, solo es eso...

—En serio, basta, cuando termine esto te perseguiré.

—Dirás si es que termina.

—Eres malo.—Will paró de hacerme cosquillas para que sus ojos se encuentren con los míos, estando cara a cara, respiración a respiración, y encontrarme con su colonia favorita. Los dos intercambiamos una sonrisa. Nuestras respiraciones eran profundas; jamás había estado tan cerca de él, es más, nunca había estado tan cerca de un chico además de esa noche de karaoke.

Ponte StopWhere stories live. Discover now