Capítulo 5: Mary Mcgoffins está detrás de mí.

109 25 4
                                    

—Eso es todo.— estaba sentada en mi cama con la muñeca.— ¿Aceptas la propuesta?

Moví la cabeza de Mary, cosa que indicó que si me ayudaría. Ya sé que parezco una loca hablando con muñecos poseídos. Y tienen razón, soy una loca halando con mi muñeca poseída.

El plan lo pondríamos en marcha cuando llegue el momento adecuado para la vendetta contra esa niñita.

Repasé el plan con mi muñeca.

—Acuérdate, primero te pondré en su cama con una cámara escondida, luego te haré la señal para atacarla y comerla viva, después vienes aquí y festejamos con tu pastel de fresa, tu favorito.

En verdad doy asco creando planes de vendetta.

Hice que nos chocáramos las manos que simbolizan la paz y la unión de nuestras fuerzas.

Mi móvil vibró.

¡Siempre me olvido de apagarte!

¿Cómo estás, alumna?

Ya terminé de pasear a Reco.

Y no me mordió :P

Ya sabrán de quién es este mensaje.

Yo: Que mal :( ¡no soy tu alumna!

Will: Tranquila, mi querida alumna, controla tu tono de voz con tu sexy profesor.

Yo: ¡JA! ¿Qué clase me enseñas?

Mi móvil otra vez vibró, pero el mensaje no era de Will.

Hola, pequeña bandida ;)

mi querida novia y yo

queremos saber si vas a ir.

De: El guapote (Liam)

Contesté:

Si iré.

Amanda es bien estricta con la moda, por eso hoy la invité para que me ayude con mi ropa. Antes del Karaoke, claro.

Will: "Cómo molestar a una Nessie" :D

Yo: Mira como me rio -.-

Will: mmm.... Lo veo perfectamente ;)

Yo: ¡Oh, Cállate!

Sentí que algo estaba en mi espalda. Voltee con la esperanza que sea mi imaginación. No fue así.

Mary Mcgoffins está detrás de mí.

—Aléjate.— di un grito ahogado.— Se supone que unimos nuestras fuerzas contra ella.

Agarré la muñeca y lo lancé por mi ventana. Tristemente no se cayó, seguía en mi mano.

Grité como si el mundo se acabara hoy. Nadie vino a ayudarme. Salí de mi casa a buscar un lugar seguro, dejándola encerrada en mi armario; corría por la acera con mi pijama –muy de niñita- pero no me importaba.

Toqué la puerta de Amanda, ya que era la más cercana que tenía. Nadie contestó. Empecé a gritar su nombre para que me abrieran, sin esperanza, el resultado fue el mismo.

Decidí hacer mi última opción que me quedaba. Fui a la casa de Will, que por cierto, no quedaba tan lejos de la mía.

Toqué la puerta.

—¿Quién er— Will me vio y me sonrió escaneándome.— Nessie, pasa.

Cuando entré mi mandíbula casi se cae. Su casa era grande, horriblemente grande.

Ponte StopWhere stories live. Discover now