Capitulo 24: Momentos tiernos

1.2K 44 12
                                    

Unas horas después, todos estaban listos para irse a dormir, en la casa de la futura pareja de casados, Yosafire se encontraba en el sillón leyendo una revista mientras su amado le hacía algo de chocolate caliente

Yosafire: -recostada con la espalda en el apoya brazo derecho, vestida con un tierno y a la vez sensual pijama de seda de color rojo- Jaja, Emalf escucha esto, aquí dice que el otoño es la época favorita de los demonios para casarse

Emalf: -terminando de servir el chocolate en un par de tazas, vestía unos pantalones deportivos rojos y una camiseta negra algo apretada- ¿En serio?

Yosafire: Sip, escucha, escogen esta época debido al hecho de que los colores de las hojas son principalmente de color rojizo, que es color más común de cuernos y alas entre nosotros

Emalf: -se acerca al sillón y le ofrece la taza de liquido humeante- Entonces por eso Dios la escogió para nuestra boda

Yosafire: -se sienta con las piernas cruzadas y toma la taza soplándola un poco para no quemarse la lengua- Puede ser y por cierto Emalf, puedes decirles Srta. Etihw y Sr. Kcalb, ahora vivirás aquí y no creo que a ellos les moleste

Emalf: Creo que es mejor que solo los que nacieron aquí les digan así –bebe un sorbo- creo que lo máximo que podría decir es Lord y Lady

Yosafire: -se echa a reír haciendo que su prometido la vea- Creo que tendrás que pensarlo mejor, ni siquiera el Sr. Wodahs o la Srta. Grora les dicen así

Emalf: Al menos es mejor que Viejo

Yosafire: Si tienes razón, pero bueno, ya te acostumbraras

Emalf: Si –la ve y sonríe-

Yosafire: -lo ve de reojo- ¿Qué pasa?

Emalf: Nada, solo pensaba que es genial como han cambiado las cosas entre tú y yo, cuando nos conocimos habrías hecho cualquier cosa para que yo me muriera –ve como su prometida da un respingo- y ahora –pone su tasa en la mesa de centro- estaremos viviendo juntos, comiendo juntos y –acerca su cara a la oreja de ella- amándonos juntos

Yosafire: -se estremece por la cercanía de su amado- Oye, hoy no, no creo que sea un día seguro

Emalf: -con tono sensual en su voz- Vamos, no lo hemos hecho en semanas –lame la orejita de su chica- y se que lo quieres

Yosafire: -sonrojada- Espera, Emalf, no, voy a tirar mi chocolate

Emalf: Yo me encargo de limpiarlo, anda, necesito sentir tu calor esta noche

Yosafire: -molesta, lo empuja haciendo que el pobre demonio llama caiga al suelo- No es no, dijiste que respetarás mis deseos y hasta que estemos casados no me voy a arriesgar

Emalf: -con una pierna aun en el mueble y voz adolorida- Ok, mensaje captado, nada de sexo cuando no sea día seguro hasta la boda –se sienta en el suelo- ¿pero al menos besos si puedo tener?

Yosafire: -lo ve y sonríe- Jajaja, eso si te lo puedo dar

Emalf: -se levanta, se vuelve a sentar en el sillón y la hace sentarse en sus piernas- Entonces si no te molesta, necesito mi dosis de besos ahora

Yosafire: Claro cariño –lo agarra de la camiseta y le da un dulce y profundo beso-

Mientras tanto, en el castillo, Etihw se encontraba en la habitación de su princesa sentada en un pequeño sofá blanco, la pequeña se encontraba comiendo en los brazos de su madre mientras esta le cantaba

Kcalb: -entra en la habitación, encontrando la hermosa escena y se les acerca con cuidado- ¿Se durmió?

Etihw: Casi, solo necesita terminar de comer y se duerme

La próxima generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora