Capítulo 2- Natsu el demonio de la lujuria

1.1K 90 10
                                    




Lucy esa noche no pudo dormir bien. No sabía como sentirse ni en que pensar. Ese demonio había declarado que era suya, pero ¿Qué se pensaba? No iba a permitirlo.

Al día siguiente se dirigió a la casa de su amiga. Llegó en menos de veinte minutos y tocó insistentemente a la puerta. Una soñolienta Erza abrió la puerta y me miró mientras se tallaba un ojo.

-Lucy, ¿Qué narices haces aquí a estas horas? Estaba dormida-se quejó la pelirroja.

-Ja! Esto puede ser llamado venganza- se burló Lucy pero pronto se acordó de lo que quería comentarle.- pero eso no es importante ahora Erza, vamos adentro.

-Bufff, te odio solterona dorada-dijo entrando dentro y dejándola pasar.

-Eh! ¿Te recuerdo que fuiste tu la que no me dejaste dormir anoche?-dijo la rubia siguiéndola.

-Bueno, da igual. Dime que es importante-dijo sentándose en el sofá.

-No sé si me creeras, pero te juro que es verdad.

-Si, si, dime

-Pues te acuerdas que ayer en el picnic cuando íbamos contentillas hicimos una tontería que creíamos gracioso, ¿no?

-Ah, si, espera, ¿es eso de que no tienes a ningún hombre en tu cama?

-No

-¿o es lo que eres una sosa?

-Que no, nada de eso, Erza.

-Pues dimelo ya por Dios.

-Lo del demonio, ¿te acuerdas?

-Ah, eso, si, ¿Qué pasa con eso?

-Pues es que ha pasado de verdad, te lo juro, se presentó ayer en mi casa.

-Que estás diciendo, eso es imposible.

-Lo ves, no me crees.

Lucy se giró dispuesta a irse. La historia era demasiado increíble para que Erza se la creyera.

-Espera, Lucy, no te vayas.

-¿Me creerás?

-Bueno, es difícil, pero tampoco creo que me mientas, explícame que paso.

Lucy le explicó todo lo que pasó con pelos y señales. Esto se volvía cada vez más surrealista contra más lo explicaba.

-A ver Lucy, entonces según lo que has explicado se te apareció un demonio, el que invocaste conmigo y Jerall.

-Si, eso mismo.

-Es difícil de creer.

-¿Qué es difícil de creer?-la voz profunda de hombre se escuchó detrás de Lucy.

Un chillido de sorpresa se escuchó por parte de Lucy y Erza y cuando la rubia se iba a alejar Natsu la cogió por la cintura y la acercó a él.

-Oh, no te vayas, ya te he dicho que eres mia.

-Y yo que no quiero nada tuyo-le espetó la rubia.

-Y apareció otra vez la chica estrecha-se burló Erza.

-¡Erza!-le gritó Lucy indignada.

-¿Tu ves? Hasta tu amiga no le parece mal-dijo él en el oído de Lucy.

-Sueltame.

-No, vas a venir conmigo

-¿Desde cuando me das órdenes?-le replicó Lucy.

-Ya te lo dije ayer-le dijo mientras le acariciaba una mejilla.

Ese simple roce hizo que las piernas de Lucy no le aguantaran bien y si no la tuvieran cogida por la cintura puede que se hubiese desparramado en el suelo. Natsu ensanchó su sonrisa y la elevó haciendo que Lucy ya no tocara el suelo. Así con una Erza un poco bastante sorprendida y una Lucy que no sabía que era esa sensación Natsu se la llevó hacia una de sus habitaciones del infierno.

Sucumbe a la tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora