24.Él es el chico malo y yo la chica Potterhead

123 17 4
                                    

Capítulo 24

Una pregunta y una respuesta

Abrí los ojos, me encontraba en un cuarto, entraba un poco de luz y digo poco, porque se veía oscuro y a la vez se escuchaba el sonido de la lluvia que caía entre sí, pegaba a un cristal. Me senté para visualizar el panorama que desconozco. No obstante, un dolor intenso me pegó en la cabeza y una sensación extraña se me atravesó en la garganta. 

La habitación se mantenía muy ordenada, la cama con aromas de jabón, colores claros fácil de ensuciar, un armario pequeño, tres cajoneras de madera antigua, un tocador antiguo,  y un sofá-silla donde tenía algunos muñecos de peluches, todos blancos como la nieve, algunos eran osos, conejo y gatos. La puerta estaba entre abierta, y por ese diminuto espacio miré una puerta abierta de otro cuarto, y lo poco que se veía era un poster en la pared de una banda de rock. Pero lo que más me atrajo fue la voz que se escuchaba:

"Está aquí... en el castillo, en el lugar donde todo está escondido. Si tienes que preguntar... jamás lo sabrás. Si lo sabes, solo necesitas preguntar".

Yo rápidamente respondí: ― La sala que viene y va― susurré.

Alguien miraba Harry Potter y las reliquias de la muerte parte dos.

― ¡Oye Tom! ¡Tú princesa de Hogwarts despertó!― Gritó un joven parado en la puerta, que enseguida entró―. Hola― saludó sentándose en la cama por el lado de los pies.

― Hum...― dudé. ― Hola― saludé tímidamente.

― ¿Cómo te sientes?― preguntó amablemente; me le quedé viendo, tratando de recordar quién era, hasta que por fin supe quién era, Taylor, primo de Tom. 

― Bien― contesté apenas con aliento.

―Eres muy tímida, he― sonrió.

Alcé hombros como una probable aprobación, en ese momento entró Tom por la puerta, con una taza en sus manos. 

― Hola, Emma, ¿te sientes mejor?― sentí su voz fría, un rostro duro. Él dejo la taza en la mesita de noche lado de la cama. Asentí, en eso entró su hermano, si no más recuerdo, Beck.

―Despertó― dijo.

―Si bueno― dijo de mala gana, Tom―nos pueden dejar solos―pidió con dureza, ambos chicos me sonrieron y salieron.

― Bebe este té. Te calmara― indicó.

―¿Cómo llegue aquí?― pregunté con timidez.

―¿No recuerdas? Te desmayaste. Por suerte te sostenía, caíste en mis brazos― prestó asiento aun lado mío, teniéndolo muy de cercas, toma la taza y me la da― bébelo― me ordenó, lo hice. Un té de manzanilla.

― O sea que falté a la escuela― dije frustrada.

―Por el bien de tu salud, sí.

―Mi mamá se pondrá como loca― musité. 

―Le comuniqué a mi madre sobre tu sucedido y que te traje a casa, ella le dijo a tu mamá. Todo está bien.

―¡Qué! No, no, no la conoces, ella, ella se pondrá loca o bueno se puso, debo de marcarle― me levante pisando suelo pero Tom me sostuvo de la cintura, sentí un poco de cargas eléctricas―, ¿Dónde está mi...?

―Abajo― dijo con tranquilidad antes de que terminara de preguntar sobre mi mochila.

―Tengo que hablarle, ¡Ah! Porque me pasó esto, falté a la escuela y mi madre seguro esta como estérica, ¿cuándo tiempo llevo aquí?

Love, PotterheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora