Capitulo 53

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Narra Flor

-Eso es todo lo que sucedió...- dijo seriamente como durante su narración, abrió la puerta y bajo. Yo seguía sin palabras, no sabía ni que pensar.
Rodeo el auto y me abrió la puerta, luego camino de regreso pero esta vez se sentó en el cofre del auto. Baje y cerré lentamente la puerta.

La situación se había puesto aun más densa. -Trate de explicarte, te mande cientos de mensajes explicándote, te llame cientos de veces...- volteo a verme.
El sol comenzaba a ocultarse provocando una hermosa mezcla de colores en el cielo y los ahora los leves rayos de sol, acariciaban su rostro magistralmente.
Camine hacia donde estaba el, ya que tenía que pasar por ahí si quería llegar a mi auto, quedamos frente a frente -...Pero si tu a si de pronto pudiste sacarme de tu vida- el solo miraba hacia el piso -Yo lo entenderé...- dijo pero antes de que pudiera terminar la oración tome su rostro entre mis manos e incline mi rostro para poder tener acceso a sus perfectos labios.

Comencé a besarlo con necesidad, con ansiedad, sus labios parecían no reaccionar hasta que de un segundo a otro comenzaron a mezclarse con los míos, provocando esos extasiantes roses que tanto necesitaba. Sus manos algo temerosas subieron a mi cintura y poco a poco fue afianzándose a esta, al igual fue apegándome a su cuerpo, lo necesitaba tanto sus labios, sus manos, sus caricias, su cuerpo. Él.

Se alejo de mis labios lentamente, yo seguía con los ojos cerrados, relamí mis labios terminando de saborear el beso que desde hace ya tanto tiempo añoraba.
- ¿Me crees?- pregunto y yo abrí mis ojos. Y me encontré con la enorme sonrisa de Gonzalo
- ¿Debo hacerlo?- pregunté mirándolo a los ojos
- Por supuesto- dijo envolviéndome en sus brazos, donde yo feliz me refugie. Oculte mi rostro en su cuello, inundando mis pulmones de ese delirante aroma tan único. Deposite un beso en su manzana y luego recosté mi cabeza en su hombro. -Te extrañe tanto hermosa- susurro en mi oído acariciando mi cabello. -No me vuelvas a dejar...- dijo en tono de suplica y no pude evitar derramar lágrimas nuevamente. Había actuado como una estúpida -No llores mas- dijo tomando mi barbilla para que volteara a verlo.
-Me siento tan estúpida...- le dije con demasiado sentimiento
-Hey...- alargo -Ahora volvimos a estar juntos ¿sí?- dijo sonriente -Es lo que importa- agrego y volvió a unir nuestros labios.
-Te amo- dije entre besos -Y creo que a estas alturas...- reí -Ya no puedo sacarte de mi vida tan fácilmente- tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos, caminamos hacia el ahora vacío parque y nos sentamos en una banca, imite su accionar y me senté. Pero Gonzalo me tomo de la cintura y me estiro apegándome a él lo más posible. Paso su brazo derecho por mis hombros mientras que su mano izquierda estaba entrelazada con la mía, me acomode en su pecho.

Subí mi mano libre a su cuello e introduje dos dedos para sacar la cadena, soltó mi mano y tomo la que sostenía la cadena.
-A los minutos de salir de tu casa la vi- me conto -Y no dude en ponérmela- subió mi mano y deposito un beso en esta -...Lo que me recuerda- se puso de pie e introdujo su mano en su bolsillo y saco la pequeña pulsera de la cual había hablado hace unos minutos. - ¿Me permite?- dijo tendiendo su mano, levante mi muñeca derecha y ahí coloco el plateado brazalete.
-Es hermoso- le dije sonriente y nuevamente me ate a su cuerpo
-Ahora solo te debo la cena- ambos reímos, pasamos un buen rato así platicando, sus suaves caricias y sus besos furtivos.

- Sabes que es lo que más extraño...- me miraba atento
- ¿Qué?- pregunto sonriente
-...Que duermas conmigo- le conteste. Era completamente cierto, extrañaba sus brazos envolviéndome, su respiración en mi cuello, Que fuera lo último que veía en la noche y lo primero que veía en las mañanas.
-Quédate a dormir en casa...- me dijo sonriente
-Gonzalo...- reí
-Anda- dijo haciendo un puchero con sus labios esos a los cuales me es imposible resistir - ¿Por favor?
-Pero...
-Dices que iras a casa a ver una película y te quedas a dormir- dijo sonriente
-Pero tus padres...
-Ellos te adoran- me interrumpió -Te quedas... vemos una película y tu duermes en mi habitación, yo me voy con Daniel o con Jonnathan...- me abrazo -Y si quieres...- susurro en mi oído -Te puedo visitar- reí tímidamente - ¿Si?
- ¿Y el colegio?
-Yo te llevare en la mañana...- no había escusas, para toda negativa que diera, el tendría una solución. Fuera lo que fuera.
-Está bien- finalmente accedí.

Caminamos hacia mi auto y me abrió la puerta -Voy detrás de ti- me aviso y beso fugazmente mis labios. -Amor...- me grito antes de que subiera al auto -...Necesitas comer mas- me grito y lo mire indignada. Corrió de nuevo hacia mí y me abrazo -Eres lo más hermoso que existe, pero siento que te rompes...- dijo riendo
- ¡Eres un exagerado!- golpe levemente su estomago y subí a mi auto.

Baje del auto y le dije a él a señas que también bajara. Así lo hizo me siguió hasta la casa.
- ¡Gonzalo!- alargo Leyla cuando lo vio entrar
- ¡Hey!- le dijo Gonzalo, se acerco a esta y al cargó, era increíble la confianza que Ana le había tomado.
- ¿Te quedaras?- le pregunto Leyla
-No pequeña...- dijo haciendo esos pucheros tan típicos de él -Pero...- alargo -Me llevare a tu hermana ¿No hay problema?- solo reí y camine hacia la cocina en busca de mi madre

Narra Gonza

La felicidad se desbordaba de mí, Flor y yo estábamos juntos de nuevo, y gracias a esto me había dado cuenta de que ella era demasiado importante para mí.
Flor había ido a avisarle a su madre y yo me quede en la sala con Leyla.
- ¡Si llévatela!- dijo riendo -Me quedare con todas sus cosas
-Pero si solo será por un día- le dije riendo
-Aww- dijo desilusionada - ¿Y a donde irán?- pregunto
-A mi casa, veremos una película- le conté y río tapándose la boca
- ¿De qué te ríes?- le pregunte ante su risita pero no me respondió solo reía
- Tú y Flor son novios...- dijo y volvió a reír tapándose con ambas manos
-Y tu de donde sacaste eso pequeña...- le dije con los ojos como platos
- Pues los novios hacen esas cosas- explico inocente ....

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