Capítulo 14

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Recuerdos.

Alexa Blair.


El pequeño vaso plástico temblaba entre mis manos, las pastillas rojas dentro de el soban al chocar entre ellas.

─Tienes que tomarlas. ─Murmuré.

─No estoy loco, Alexandra, no necesito esa mierda. ─Gruño en mi dirección.

─Sé que no lo estas, pero las necesitas... por favor.

─Dije que no, ¿Es que no entiendes? ─Gritó.

Como acto reflejo giré el rostro y me encogí de hombros, tratando de protegerme. Mis nervios eran masacrados cada día más y cada uno de sus movimientos me ponían alerta.

─¿Es que acaso eres estúpida? Llévate esa mierda de aquí.

─Papá, por favor... ─Le rogué.

Sabía que sino las tomaba regularmente terminarían echándolo de aquí, y él no podía volver a casa, así que eventualmente terminaría en la calle.

─Si no las tomas ellos ya no cuidarán de ti. ─Mi voz se quebró cuando las lágrimas empezaron a formarse en mis ojos.

─No necesito que cuiden de mí, maldita sea, ¿No entiendes? ─Se levantó de la cama y se acercó a mí, haciendo que me encogiera─. Mi primera hija y resultó ser una idiota. ─Traté de no darle importancia al dolor que sus palabras causaban y le extendí el pequeño vaso con las pastillas y la botella de agua mineral.

─Sólo tienes que... ─Un grito se escapó de mi garganta cuando, de un manotazo, tiró las pastillas y el agua de mis manos.

─Eres una perra estúpida al igual que tu madre, joder, ¡Fuera de aquí!

─¡Deja de ser inmaduro y toma las malditas pastillas! ─Le gruñí enojada.

─No maldigas frente a tu padre, niña.

El dolor en mi mejilla fue el único indicador que tuve del golpe, no me moví, traté de procesar lo que acababa de suceder. Me había abofeteado, mi papá, y no sabía porque me sorprendía, no era ni siquiera la primera vez.

─No, cariño, lo siento... Yo no quería. ─Se arrodilló a mi lado y me tomó en sus brazos.

Las lágrimas bajaban por mis mejillas pero lo único que podía sentir era el ardor donde su mano había impactado, mi mirada estaba perdida y lo único que podía pensar era ¿Cómo viviría así?



Desperté de golpe, mi cabeza dolía y me sentía desorientada, me tomo un par de minutos notar que estaba en la habitación de Jason. Un gemido de dolor se escapó de mí cuando me senté sobre la cama.

─Hey...─Salté por la sorpresa.

Jason estaba sentado a un lado de la cama, su cabello estaba revuelto y sus ojos rojos. Se veía cansado, como si hubiera estado bajo presión.

─¿Qué pasó? ─Mi voz salió rasposa.

─Después de que dejamos a tu madre, empezaste a murmurar cosas y a llorar, luego de la nada te desmayaste.

No recuerdo nada después de que me subí al auto, nada excepto el flashback de mi padre.

─Realmente me aterré, Alex. ─Susurró.

─Estoy bien ahora. ─Tomé su mano en la mía.

De la nada, la puerta se abrió y una señora que parecía estar en sus treinta entró a la habitación.

─Hola, cariño. ─Me dedico una cálida sonrisa.

─Alex, ella es Teresa, es tía de uno de los chicos. Ella es enfermera, y la llamé para que te revisara.

─Oh... esta bien.

Ella se acercó y tomó mi tensión, mi temperatura y revisó mis reflejos, luego de darme una aspirina para el dolor de cabeza se enderezó y suspiro.

─Parece estar bien, todo indica que tuviste un desgaste emocional que tu cuerpo no pudo soportar. ─Dijo, guardando los instrumentos médicos en un bolso blanco─. Debes descansar por lo menos unas doce horas, come bien y nada sucederá, pero si lo hace sólo llámame.

─Gracias. ─Dijimos Jason y yo, raramente, al unísono.

Teresa río por lo bajo, y salió dejándonos solos de nuevo. Jason se subió a la cama y se arrastro hasta mi lado, abrazándome a él y puso su mandíbula sobre mi cabeza. Inhalé su aroma y arrastré mi mejilla contra su pecho, él era reconfortante, saber que me quería me hacía sentir mejor.

─Pensé que algo te había pasado, nena. ─Sonreí por su preocupación.

─Estoy bien, Jason. 

─Lo sé, pero pensé que no lo estabas. 


Acarició mi cabello y besó la coronilla de mi cabeza. Pasé la yema de mis dedos por sus costados. Joder, estábamos acurrucándonos, y me encantaba.


─Te amo, Alex. ─Susurró cerca de mi oído.


Besé su mandíbula y lo abracé, no sabía como responder a eso. Sentía algo por él, pero no sabía que era, y no podía ignorar todo lo que estaba pasando. 


─¿Qué pasó hoy, Alex? ─Me tensé ante su pregunta.

─Sólo... Sólo tuve un mal recuerdo. ─Mu voz se apagó.


Él suspiró, probablemente entendiendo que no quería hablar de ello. El agotamiento del día y me quiebre de hoy golpearon, el sueño se adueñaba de mí y una vez más me dormí en los brazos de Jason, lo que parecía convertirse en un habito, y eso tampoco me molestaba.



[A/N]:

Espero que les gustaran los capítulos, y que se animen a comentar en ellos, porque me encanta leerles. Por cierto, hay nueva portada otra vez. 

Una vez más, gracias por leer y votar, chicas.


-betza.

fighter ♤ j.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora