fighter ♤ j.m.

Capítulo 05

Ella decide.

Alexa Blair.

Podría llegar a pensar que fue un sueño, si no fuera por el número de placa anotado en mi libreta de álgebra sobre mi escritorio. Eso era lo único que me impedía fingir que todo fue producto de mi imaginación y seguir con mi vida de manera normal. Bueno eso y el hecho de que Bubbles cojeaba desde estaba mañana cuando se atrevió a levantarse de la esquina donde se había escondido ayer.

La visita a la Nana de Yael fue un desastre, no podía concentrarme por lo que tuvieron que llamarme varias veces, al final me incliné a un lado de la abuela y le susurré una disculpa, no quería que pensara que no me importaba o que había perdido mis modales.

Suspiré dejando caer mi cabeza sobre la almohada en mi cama.

Seis segundos después de que me desperté esta mañana me di cuenta de que el número de placa no era más que un recordatorio de lo que sucedió, porque ¿Qué se supone que haría con el? ¿Ir a preguntar por un asesino con un número de placa que posiblemente también estaba malo? Las lágrimas empezaron a salir solas, y eso me molestó, me senté de golpe y limpié mi rostro mojado con dos manotazos.

No planeo dejar que esto me haga débil.

El que ellos tenían completo acceso a mi casa me ponía nerviosa pero era aún peor saber que ellos parecían tener toda la información necesaria acerca de mí y yo no sabía ni sus nombre.

Pero ellos me salvaron

Algo estúpido de pensar, lo sé, pero era cierto.

¿Por qué me vigilarían? Porque para saber que ese tipo planeaba irrumpir en mi casa anoche y poder llegar a tiempo para detenerlo ─y asesinarlo─ tenían que estar cerca.

¿Estarían cerca ahora?

Todo dentro de mi se agitó ante el pensamiento, pero en el fondo sabía que había una posibilidad de que fuera verdad.

Baje las escaleras a tropezones y corrí hasta el patio trasero, la luz del sol estaba bañándome cuando empecé a considerar más mi idea. Sabía que no había nadie alrededor y también que los acontecimientos del día anterior justificaban esta conducta irracional, pero eso no me detenía que sentirme como una completa idiota. Estaba avergonzada y aún no hacia nada.

─¿Podrías... por favor v-venir? ─Murmuré lo más claro que pude─... Por favor.

Cerré los ojos con fuerzas mientras sentía la vergüenza multiplircarse por mil y 'idiota' dejaba de ser calificativo suficiente, ¿En qué demonios estaba pensando? Él no saldría de la nada sólo porque yo decidí salir a mi patio y empezar a hablar sola como una demente. Eso es, ¡Demente era mi nueva palabra!

Ahora vuelve a la habitación antes de que alguien pase por la casa y decida llamar al 0-800-Ella-Enloqueció.

Di un paso antes de abrir los ojos... Justo después caí de culo. Y deseé que fuera el cartero que necesitaba desesperadamente entregarnos el correo, pero yo no tenía tanta suerte.

Cuando abrí los ojos él tenía la mano estirada hacia mí, y una sonrisa de medio lado que no sabía si era amigable o lobuna.

─Hola, nena.

Puse mi mano en la suya sin responderle y sin siquiera hacer un esfuerzo ya estaba de pie. Estaba de pie y muy... muy cerca del señor problemas.