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-¿Pero miamol, estas segura de esto?-

-Si Sexta... Pero no creo que los guardas me crean...- Levy estaba nerviosa, la última vez la habían atrapado.

- Tranquila miamol, vamos juntas...- La esclava y su ama caminaron hasta la entrada del hacendado. Los esclavos estaban en la montaña trabajando, y algunos de los guardas estaban descansando en el lugar o vijilando a las mujeres y niños que se quedaron.

  La joven tomo airé, se puso sería y hablo con firmeza -Lyon Vastia, necesito hablar con usted- El peli-blanco se levantó de su siesta.

-¡¿Ah ah?! Si señorita Levy- La McGarden aguanto la risa y se volvió sería denuevo.

- Sabe que mi padre irá a una expedición las próximas semanas, y eso me da el cargo del lugar. Uno de los esclavos, Gajeel Redfox, fue solicitado para trabajar en otra localización, así que expongo su justificada falta en el lugar. El vendrá aquí a dormir, y se levantara para ir a trabajar allá, no quiero castigos ni nada por el estilo, ¿me ha entendido?- La Señora Sexta estaba sorprendida, y no solo por lo firme que lo dijo, sino por lo rápido. Lyon estaba tratando de recopilar todo lo que ella había dicho. Levy, aunque aparentaba estar sería y decidida, por dentro la consumía el miedo. Ya había hecho esto una vez con una esclava, y la habían atrapado; lo peor fue que la chica pago las consecuencias de ambas, Levy nunca se perdona por eso. Esa es la razón por la que no quería hacer ese trato con Gajeel, tenía miedo de que les descubrieran y pasara algo malo. Conociendo a su padre, él solo mataría a Gajeel.

-E-Esta bien J-Jefa- Dijo intimidado el Vastia. Él se volteó, Levy miro a la Señora Sexta con contento, había logrado lo que quería. Cuando Lyon volvió, le entrego un libro a Levy -Aqui esta el récord de Gajeel, las horas de trabajo y jornadas deben estar escritas aquí por la persona a quien el le hace el trabajo-

*Mierda...* -Gracias Lyon. Mañana por la mañana espero la notificación del hombre de que mi esclavo este con él- y con eso se fue junto a su esclava. Cuando llegaron a la casa, la peli-azul comenzó a brincar de la felicidad, y la morena solo la veía riendo. Pero Levy se detuvo.

-Sexta... Necesito a alguien que me ayude... ¿A quien le puedo entregar el libro para que firme un trabajo inexistente?- La esclava se preocupó igual, no tenían a nadie que hiciera tal acto. Eran muchos los tacaños, y no creían que hubiese alma que firmara su nombre para incubrirlas. Mientas estaban pensando, alguien toco la puerta.

-Yo voy ama...- La Sra.Sexta camino y abrió la entrada, dejando ver al Cheney con las manos en su chaqueta.

-¡Hey! ¿Qué tal todo Sexta? Y hola Levy- Ambas se miraron, y luego al joven. El estaba confundido, pero ambas mujeres tenían la misma idea, sólo quizás....

-Emm... Rogue... ¿Me puedes hacer un enorme favor? Te prometo que te pagare lo que sea- Lo último lo dijo caminando hasta el frente de el peli-negro.

   Rogue puso sus manos en los hombros de la McGarden -Levy... He perdido la cuenta de cuantas cosas tu has hecho por mi, claro que haré lo que sea para ayudarte, y sin paga. A ver... ¿Cual es tu apuro?-

.*.*.*.

-Levy... No sabes en la que me haz metido- Le dijo aún tratando de entender lo que había pasado el Cheney, aún no creía que hubiese aceptado.

-¡¡Enserio lo siento Rogue, pero me haces un enorme favor, gracias!!- Ella lo abrazo por la espalda. Rogue de volteó y la brazo también. La cara de Levy expresaba alegría, pero la de Rogue expresaba preocupación. El siendo un hacendado, sabía que si las autoridades le atrapaban haciendo eso, podía perder sus vienes y hasta su propia vida.

-Pero... ¿Me vas a mandar al esclavo algún día no? Bueno... es para que los demás no se den cuenta- ¿El por qué le dijo "esclavo"? Pues... Rogue quería divertiste un poco con Levy, sin decirle que el conocía de rabo a cabo a Gajeel; nadie dijo que no podía bromear por un tiempo.

-Etto... Pues si, supongo- comento la McGarden.

-Bueno... Ya me tengo que ir, si quieres me lo envías después del miércoles en adelante. Que pases buenas tardes- Cogió el libro de la mesa, y salió de la casa después de que Levy le dijera "Igual, denuevo gracias". Disimulo como que se iba, y cuando cerró la puerta, el joven cambio su dirección a la parte tracera *Estas me las pagas Gajeel*

.*.*.*.

-¡Auch! ¿Pero qué te pasa imbécil? ¡¿Qué te hice?!- El Redfox se sobó la cabeza en donde el Cheney le golpeo.

-Más respetó, que yo te escribiré tus horas laborales- Le mostró el libro, y Gajeel le miro raro.

-¿Como... Eh?-

-No es algo muy complicado Gajeel, estarás trabajando y yo firmare, pero en realdad... no trabajarás para mi.- El de pelo largo cada vez estaba más confundido, y El de pelo corto se estaba aguantando la risa por su cara.

-No entiendo aún...- Rogue volvió a darle con el libro -¡Auch! Pero ya esta bueno!-

-Por idiota- Gajeel le mira serio
-Bueno.... Sólo te digo que pasaras unas excelentes semanas...- Rogue movió las cejas, y ahí Gajeel capto el mensaje. De repente se escucho una fuerte carcajada, seguida por dos hombres que corrían por toda la hacienda; uno de ellos de tez blanca que reía y el otro moreno que corría enojado y algo sonrojado al entenderlo todo.

  Pasaría las semanas junto a su ama... La Enana.

Rompiendo las cadenas... {Gajevy/GaLe A.U.} *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora