Lo que calla el corazón

¿Sexo?

Sentí sus labios contra los míos haciéndome sonrojar.

-D-Daichi...-me acomode mejor para mirarlo a los ojos aferrandome a su espada.

-Estoy aquí Suga-susurró contra mi oído para luego acariciar mis cabellos de forma lenta haciendo que me tranquilizara.

-No se que haría sin ti...-susurre avergonzado.

Escuche una pequeña risa ronca pero atractiva para mi gusto, sentí sus pulgares limpiar mis mejillas para luego depositar un beso en cada una.

-Te amo-susurró con dulzura mirándome con esos ojos oscuros penetrantes pero cargados de cariño, se acomodó posicionandose sobre mi.

Su rostro se acercó al mío poniéndome nervioso, lo vi reírse un poco lo mire con reproche pero el deshizo todo al unir sus labios contra los mios en un delicado beso.

Sus labios se movieron de forma lenta sobre los míos, sentí sus manos surcar por debajo de mi camiseta tocando la piel de mi abdomen; me estremeci por el contacto separando los labios para emitir un jadeo el cual fue ahogado por la intromisión de la lengua de Daichi en mi cavidad oral.

Abrí los ojos de golpe al sentir su lengua recorrer cada rincón, descubriendo que me miraba con un brillo especial había algo sensual en el que me invitaba a seguirle la corriente y eso hice.
Con torpeza moví mi lengua contra la suya en un baile frenético en el cual sucumbia más y más.

Las manos de Daichi habían subido hasta mi pecho acariciando despacio causando en mi sensaciones extrañas, estaba perdiendo la cordura por tantas sensaciones extrañas pero placenteras, ahogaba gemidos en su boca aturdido por la fricción de su piel contra la mía hasta que uno de mis pezones fue apretado haciéndome separar del beso para soltar un gemido con un tono de voz que no supe reconocer si era mío.

-shh-tú madre nos escuchara-susurró divertido-aunque me gustaría escucharte aún más-habló con voz ronca apegando su cuerpo al mío y fue cuando lo senti.

Algo duro se rozaba contra mi pelvis haciéndome sonrojar, era un descarado y completo pervertido ¡se había excitado!

-D-Daichi... Tu...-lo mire sonrojado.

-Tus gemidos, tus expresiones, tu cuerpo, por ti estoy con este problema entre las piernas-me dio un corto beso para luego acercarse a mi cuello-tienes que hacerte cargo Koushi-susurró contra mi cuello antes de besarlo.

-Hmm~ -Me removi inquieto debajo de su cuerpo, lleve mis brazos a su espalda acariciandola sobre la ropa.

-Suga...-escuche su voz grave y excitada llamarme con deseo haciéndome estremecer, pero luego recordé algo importante.

-Daichi... Mis padres...-susurre nervioso.

-Tendrás que ser silencioso-mordió mi cuello sacándome un gemido el cual tuve que ahogar mordiendo mi labio inferior.

Sus manos acariciaban mis pezones y su boca marcaba mi cuello ¡era demasiado! Sentía que me volvería loco ante su tacto pero todo empeoró cuando note mi camisa en el suelo junto con la suya ¿como y cuando habían llegado ahí?

Me miraba de una forma depredadora como si me comería en cualquier momento, sonrió con malicia y acarició mi pecho desnudo haciéndome tensar, su rostro bajo hasta la altura de mi esternón dirigiéndose al lado izquierdo abrió la boca y tarde el procesar lo que haría, cuando trate de detenerlo ya era demasiado tarde.

-Nghh-cerré los ojos aferrandome a su espalda desnuda encajando mis uñas en su piel, debía sufrir ¿no? ¡Me estaba chupanado un pezón!-N-No muerdas...-jadee notando como se ponían erectos y tomaban una tonalidad rojiza.