Capitulo 24

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-No, no te preocupes, estoy en casa –le susurré antes que él asintiera y subiera a la camioneta, alejándose lentamente como si aun no estuviera completamente convencido que fuera una buena idea dejarme a solas con Zayn. 

-¿Por qué no solo puedes dejarme en paz? –murmuré cuando Zayn caminó hacia mi, él negó, acercándose todavía mas, yo ya no tenía fuerzas para alejarme, yo no entendía nada. 

Tomó mis brazos, sin presionar, solo para sentir el calor de sus manos a través de mi blusa. 

-No quiero –dijo en voz baja, dolida. 

-Zayn no sé por qué ahora te comportas así –admití bajando la mirada hacia su camisa arrugada. 

-¿No lo sabes?, odio verte tomándole fotos a ese idiota, odio ver que otro se despida de ti, ni siquiera se quien es ese…me muero de celos, si eso era lo que querías conseguir, lo hiciste, lo hiciste –murmuró antes de unir nuestros labios, tan rápido que solo fui consciente del movimiento cuando su boca rozaba la mía, a pesar de sus palabras y el tono de su voz, su beso era delicado, lento, casi perfecto, mi estomago dio un vuelco, las lombrices se movieron, aun dudosas, sus manos subieron a mi rostro mientras me acariciaba la piel de mis mejillas, me di cuenta que estaba llorado pero él no desistió…y yo tampoco, pues no eran lagrimas de rabia o dolor, eran lagrimas de rendición, mi cuerpo no tenia nada que hacer cuando el suyo estaba cerca, culpen al corazón. 

Me abrazó mientras yo me sostenía de sus hombros. 

¿Cómo luchas contra eso? 

Ni siquiera mi mente ya podía argumentar que él no me quisiera, esto era diferente, él era diferente, y eso imposibilitaba más pensamientos. 

-Te quiero Aria, te quiero –murmuró contra mis labios, antes de volver a besarme, esta vez no correspondí el beso consciente de esas ultimas palabras, se alejó unos segundos después, cuando por fin alcé mis ojos hacia los suyos, su mirada era vidriosa, sus ojos anegados de lagrimas sin derramar. 

-¿Cómo puedes seguir mintiendo? -susurré tragando el nudo en mi garganta. 

-Yo no…-comenzó antes de que yo negara poniendo dos dedos contra sus labios, a pesar de estar casi abrazados, sentía el aire helado a mi alrededor.

-No lo digas, no vuelvas a decir que me quieres, si alguna vez nuestra amistad significó algo para ti –terminé mientras me disponía a entrar a la casa, él me detuvo, sujetando mi mano y atrayéndome de nuevo hasta estar lo suficientemente cerca para que tomara mi rostro entre sus manos. 

-Te quiero –gruñó mientras yo sollozaba. 

-Eso no fue lo que le dijiste a Daisy –murmuré sin poder detenerme, él se quedó estático un momento y su agarre se aflojó lo suficiente como para que pudiera alejarme unos pasos. 

-¿Por qué no me dijiste que tu no me querías?, no era tan difícil, no me hubiera muerto Zayn, era una posibilidad que yo tenia muy presente, pero me engañaste –le dije con las palabras saliéndome a borbotones.

-Aria…

-Al final hubiera aceptado que solo podías ser mi amigo, pero ahora he perdido hasta esa parte de ti, ¿nuestra amistad no te impidió burlarte de mi de esa manera? 

-¡No quería lastimarte!, eras muy importante para mi, pero jamás…jamás había pensado en ti de esa forma –explicó el con la voz extraña. 

Negué incrédula, no podía estar hablando en serio. 

Vi movimiento en una de las cortinas del frente de mi casa, no faltaba mucho para que mamá saliera si seguíamos así. 

-Adiós Zayn –susurré mientras me alejaba unos pasos, su mano no me detuvo y aquello me sorprendió pues una parte de mí esperaba que lo hiciera, al final solo su voz me impidió dar otro paso. 

-Ya no estoy mintiendo, ojala pudieras creerme –murmuró y me costó todo lo que me quedaba dentro para continuar caminando y no girarme de nuevo.

Otra Oportunidad (Zayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora