Capitulo 11

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Me las arreglé para salir casi media hora antes de mi casa para la escuela y así estar segura que no me encontraría a Zayn de camino. 

Me dirigí a mi primera clase y me senté a esperar que Lara llegar, dudaba que ella se hubiera tragado del todo lo del resfriado. 

-¿Fue una gripe o un cambio de cerebro? –preguntó al llegar hasta nuestra mesa- 

Sonreí sin poder evitarlo, si la había sorprendido a ella ya era ganancia. 

-Es solo una falda –argumenté rodeando los ojos- 
-Añadiendo pequeños detalles como que tus zapatos permiten ver las uñas pintadas de tus pies, el brillo labial y tu cabello perfectamente alaciado: si, es sólo una falda –terminó ella entrecerrando los ojos- ¿Me vas a decir a que se debe el cambio? –preguntó después de unos minutos de trivialidades- 
-¿No me veo bien? –pregunté algo temerosa- 
-Aria muero de ganas de verle la cara al idiota de tu novio, pero únicamente deseo que no lo hayas hecho por él, todo esto debe ser por ti, ¿lo entiendes verdad? –preguntó mientras yo me salvaba de contestar ante la entrada del profesor- 

Después de algunas clases noté a más de una persona mirándome, casi sin disimular, la discreción no es el fuerte de un adolescente. Finalmente encontré a Lara justo a la entrada de la cafetería, tomamos nuestra comida y nos sentamos en una de las mesas apartadas. 

-Ojalá vieras su cara, ¡no vayas a voltear! –murmuró ella minutos después mientras yo me quedaba a medio camino de girar mi cabeza- 

Sabía a quien se refería. Me esforcé por relajar mi postura. 

-Te ha seguido con la mirada desde que veníamos caminando –dijo mi amiga con una sonrisa engreída- Felicidades, has dejado con la boca abierta a Zayn Malik –declaró Lara antes de fruncir el ceño-
-¿Qué? –pregunté- 
-Se fue –gruñó- 

Llegué a pensar que todo aquel plan sobre vengarme había sido solo otro de mis sueños imposibles, justo antes de que su mensaje llegara una clase antes de salir: ‘te llevo a casa’.

Era todo lo que él había escrito. Mi cuerpo se estremeció de puro nerviosismo, pero tristemente las lombrices habían desaparecido de mi estomago. 


Llegué a su jeep antes que él, solo un momento antes, Peter me saludó con la mano a varios autos de distancia y yo le correspondí con una sonrisa. 

-No parece que hubieras estado enferma –dijo Zayn a mi espalda y por su tono de voz, la molestia era evidente. Me giré con la mejor sonrisa que pude- 
-También quieres un justificante –pregunté en broma y él solo negó con la cabeza, medio sonriendo y murmuró que subiera al auto- 

Miré por la ventana la mayor parte del camino, reuniendo fuerzas. 

-Deberías tomarte una foto –susurró él finalmente y yo fruncí el ceño mirándolo- 
-¿Por qué? –pregunté genuinamente confusa- 
-¿Cómo le dices?, es algo digno de capturar en una imagen…Aunque sinceramente, no entiendo a qué se debe el cambio –terminó- 
-A ver sí entendí bien, ¿me estas diciendo que me veo bien pero que piensas que debe haber un motivo detrás? –inquirí mientras él sonreía- 
-¿No fue un muy buen cumplido, verdad? –preguntó con una sonrisa- 
-No buscaba uno –dije encogiéndome de hombros y noté su mirada sin que me permitiera mirarlo de frente- 
-¿Te aburriste estos días? –preguntó- 
-No, la verdad es que estuve pensando mucho –admití rezando para que la voz me saliera firme para las siguiente palabras- 
-¿En que pensabas?
‘¡Bingo!’
-Cosas…como por ejemplo, ¿por qué nunca lo hemos hecho? –pregunté con voz neutra, él dio un volantazo inofensivo pero aún así me hizo tensarme por completo- Porque somos novios y se supone que estamos deseosos de hacerlo, ¿no? – terminé justo cuando él giraba para avanzar por nuestra calle- 
-¿En eso pensabas estos días? –preguntó en voz baja sin mirarme- 
-Si, ¿tu qué piensas?... ¿por qué no lo hemos hecho? –pregunté esperando que aunque me impidiera terminar con mi plan, él me dijera la verdad: ‘Porque no te quiero Aria’.
-No lo sé –contestó en cambio. Sus ojos buscaron los míos y por un momento no fui consciente de nada más-
-Supongo que no importa, ¿cierto? – pregunté mientras me colocaba la mochila y tomaba la manija de la puerta- 
-Espera –murmuró. Me estremecí cuando su mano tomó mi hombro, sus dedos se deslizaron hasta mi cuello y me giró lentamente, de pronto él estaba cerca, demasiado- 
-Zayn, yo… 

No pude terminar pues él me estaba besando; un beso real, un beso apasionado como en mis mejores sueños, sus manos enmarcaban mi rostro y su lengua buscaba que yo la dejara entrar entre mis labios. Sin poder evitarlo quise probarlo, por un momento olvidé todo y solo pude sentirlo, las lombrices habían regresado, ‘traidoras’, todo mi cuerpo parecía vibrar, nuestros labios se rozaron una y otra vez mientras nos probábamos. 

Él murmuró mi nombre bajito y eso regresó todo de golpe, como un choque eléctrico. Me separé de sus labios y me miró, sin soltarme, pegando su frente a la mía, sin siquiera notar lo tensa que estaba mi espalda. 

-Te extrañé –murmuró con los ojos cerrados y yo no pude evitar odiarlo en ese momento, ¿no era suficiente con estar haciéndome un favor?, ¿tenía que mentirme también?

Me alejé obligándolo a soltar mi rostro y me despedí rápidamente entrando a mi casa. 

Quizás era verdad que si jugabas con fuego podrías quemarte, ¿como iba a hacer que él dijera que me quería para luego dañarlo si como un solo beso yo me olvidaba de todo?, ¿si con un solo beso todo lo que sentía por él inundaba mi cerebro y aún herido, mi corazón comenzaba a latir como loco? 

Era imposible, casi suicida. 

Estaba decidida a alejarme de él y olvidarme de venganzas absurdas que solo lograrían destruirme un poco mas.

Otra Oportunidad (Zayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora